Susana Jiménez

El Estado omnipresente, la madre de las reformas

Economista senior Libertad y Desarrollo

Por: Susana Jiménez | Publicado: Lunes 3 de agosto de 2015 a las 04:00 hrs.
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Susana Jiménez

Mucho se habla de las reformas que ha impulsado la actual administración, siendo las más emblemáticas la tributaria, educacional, laboral y constitucional. Sin desconocer el daño causado por estas iniciativas, el que se verá exacerbado con su implementación, cabe alertar de un proceso más profundo y transversal, la madre de todas las reformas: el regreso del Estado omnipresente.


Seguro algunos dejarán de leer esta columna, calificándola de ideológica. Pues los invito a hacer un breve recorrido por las iniciativas promovidas por la administración Bachelet.


La provisión de servicios claves, como la educación, salud y previsión, han estado experimentado la arremetida estatista. Primero se retiraron las concesiones de hospitales para reemplazarlas por un plan de inversión pública, aun sin disponer de capacidad para ejecutarlo.


Luego, el punching ball escogido fueron la educación particular subvencionada y las Isapres, sobre la base de un diagnóstico sesgado en contra de las prestaciones privadas y la conveniente omisión de los graves problemas que aquejan a los sistemas de salud y educación pública. Así, se legisló para intervenir en los establecimientos educacionales limitando la obtención de ganancias y restringiendo los usos de los recursos públicos, obstaculizándose el desarrollo de proyectos privados. Según se ha esbozado, algo similar podría suceder con las Isapres, las que están ad portas de una reforma que en vez de perfeccionarlas podría terminar con ellas, gracias a que se incorporaría un recorte "solidario" en las cotizaciones de sus afiliados, volviendo forzosamente más "atractiva" la opción estatal. El sistema previsional también estuvo en la mira, con una propuesta legislativa que busca crear una AFP estatal con la falsa ilusión de suplir las consecuencias de las lagunas previsionales.


Los tentáculos del Estado también se han extendido a áreas productivas. El proyecto que amplía el giro de ENAP a la generación eléctrica revive los tiempos del Estado empresario, aun cuando ningún experto había recomendado el ingreso del sector público a este mercado. Igualmente, el proyecto que aumenta el subsidio al Transantiago incluye una disposición para ampliar la actividad de Metro a la operación de buses y otros, dando nuevas señales de una progresiva estatización del transporte público.


El creciente rol del Estado también se hizo presente en el proyecto que reforma los partidos políticos, al consagrarlos como personas jurídicas de carácter público. Lo anterior, sumado a que será el Estado quien disponga de los recursos para su financiamiento, podría significar la imposición de exigencias excesivas a los partidos políticos, comprometiendo su autonomía formal y operacional.


Es el Estado que sigilosamente se vuelve omnipresente, concentra el poder y toma decisiones por nosotros. Dispone respecto de los que debemos comer, lo que podemos fumar, la música que queremos escuchar y los días que podemos circular.


Si después de este recuento aún quiere defender su libertad de elegir y emprender, bueno sería partir por tomar conciencia de lo que está pasando.

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