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Columnistas

La evolución del desarrollo sustentable y la nueva visión de los inversionistas

En el último tiempo ha habido una evolución en el significado...

Por: Equipo DF

Publicado: Jueves 29 de marzo de 2012 a las 05:00 hrs.

En el último tiempo ha habido una evolución en el significado de la inversión socialmente responsable. En la década de los 80, analistas e inversionistas sólo ponían énfasis en descartar empresas que no cumplían con estándares mínimos en esta materia. Treinta años después, el escenario es muy distinto. Se otorga gran relevancia e incentivo a la inversión en aquellas compañías que evidencian prácticas de crecimiento sustentable.



Lo anterior se traduce en la importancia para los inversionistas de contar con un portafolio con mayor información frente a los riesgos vinculados al cambio climático. Según datos del estudio realizado por KPMG, “Esperando lo Inesperado”, entre el 30% y el 40% de los 100 mayores inversionistas institucionales del mundo valoran los criterios relacionados con gobiernos corporativos, ética en los negocios, riesgo medioambiental, relación con la comunidad o la gestión de la diversidad a la hora de construir sus carteras de inversión, demostrando que el “desarrollo sustentable” es un concepto medible.

Es así como ya se relacionan cifras con la gestión medioambiental, los costos que imprime el cambiante medio ambiente en las empresas aumentaron un 50% entre 2002 y 2010, de US$ 566 millones a US$ 846 millones. Si las empresas tuviesen que pagar todos los costos medioambientales de su producción, disminuirían sus beneficios en 41 centavos de cada dólar, según el mismo estudio.

KPMG presentó en febrero durante la Cumbre de Sostenibilidad realizada en New York, lo que hemos denominado las “diez megafuerzas” que afectarán a las empresas que no tomen medidas de sostenibilidad en las próximas décadas. Éstas son: cambio climático, aumento de la volatilidad de los mercados energéticos por la mayor demanda mundial y la incertidumbre respecto al suministro y la producción, la escasez de materias primas y recursos naturales, tales como el recurso hídrico con la industrialización de los países en desarrollo; crecimiento de la población y aumento del 172% de la clase media mundial entre 2010 y 2030, el desarrollo de la urbanización, seguridad alimentaria, debilitamiento de los ecosistemas y aumento de la deforestación.

Tomar el liderazgo en estos cambios puede hacer la diferencia no sólo a nivel de las compañías, sino a nivel de las tendencias de los países donde éstas están presentes. En este punto cabe señalar la oportunidad país que se nos presenta. En Chile existen sólo algunas empresas que están avanzando en esta dirección, pero queda un camino largo por recorrer hacia el desarrollo sustentable.

Hoy no existe en nuestra legislación el deber de realizar informes de sostenibilidad. En este contexto, consideramos que en la agenda sustentable el único aspecto para el que es práctico legislar, es la obligación de las empresas de ofrecer mayor información extra financiera.

Promover la transparencia, ir más allá, recomendando no sólo que la información social, ética y ambiental relevante sea pública, sino que ésta finalmente también se integre a la financiera, es el desafío.

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