El caso “La Polar” y sus consecuencias para el mercado
Hace algunas semanas estalló un escándalo económico en la conocida multitienda La Polar, que había estado reprogramando automáticamente a sus clientes, sin su consentimiento y con intereses y cargos usureros.
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Hace algunas semanas estalló un escándalo económico en la conocida multitienda La Polar, que había estado reprogramando automáticamente a sus clientes, sin su consentimiento y con intereses y cargos usureros.
Esta situación presenta varias aristas, que tienen graves consecuencias sobre el mercado de capitales del país.
En primer lugar, hay un claro abuso hacia los usuarios, que después de haber comprado sus productos a crédito, ven con angustia como sus deudas se multiplican por varias veces hasta cifras impagables. Sernac ha presionado fuertemente a La Polar para que recalcule los intereses sobre bases más razonables, y saque a los clientes reprogramados del Dicom.
En segundo lugar, hay un caso de entrega de balances inflados al mercado, con estados de resultados falsos, que se ha transformado en un verdadero “Enron chileno”.
En efecto, al reprogramar automáticamente a clientes morosos, las pérdidas por cartera mala que debió haber efectuado la multi-tienda no se reflejaron en los estados financieros. Al inflar y falsear los estados de resultados, se indujo a las personas e instituciones a invertir en forma errónea en acciones de esta institución, y a los bancos y AFP a prestarle recursos que de otra manera no lo habrían hecho.
En tercer lugar, surge un terrible manto de duda sobre la falla que tuvieron los sistemas de control que debieron haber impedido una situación como ésta. Los órganos internos de control de la empresa, los auditores externos, las empresas clasificadoras de riesgo, y el directorio de la empresa fallaron rotundamente en cumplir su labor. La Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) se ha querellado contra los directores por no haber cumplido con las labores mínimas de control a que los obligaba su investidura.
En cuarto lugar, los principales ejecutivos de la empresa aparecen ganando cifras millonarias en transacciones bursátiles con acciones de La Polar, en una clara violación a los principios del no uso de información privilegiada. De hecho, crearon una sociedad especial para efectuar estas transacciones bursátiles. Todos los países más avanzados castigan el uso de información privilegiada para efectuar transacciones que impliquen beneficio personal. La SVS ha formulado cargos contra una serie de ejecutivos sobre este punto.
En quinto lugar, hay un fenómeno adicional de “caraduras” que también mina la confianza del público. En este caso, los “asaltantes” se quedan en el lugar del delito, alegan completa inocencia, contratan abogados para que salgan a defender lo indefendible, y se sientan a esperar tranquilamente las fallas del sistema judicial, que les permita salirse con la suya y gozar tranquilamente con las ganancias mal habidas.
Resulta fundamental para volver a recuperar la confianza en el mercado de capitales, que la justicia impere en este caso y se aplique todo el rigor de la ley a todos los responsables de este delito.