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Apagón digital

Desde hace algunos días se anuncia en las redes las temidas nuevas formas de control de Internet...

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Imagen foto_81076Desde hace algunos días se anuncia en las redes las temidas nuevas formas de control de Internet que están implementando las grandes potencias. En particular, dos sistemas SOPA y PIPA: “Stop Online Piracy Act” y “Protect IP Act”. De llegarse a aprobar el uso de estos sistemas, estamos frente a lo que podría ser una gran hecatombe nuclear en Internet. Todo lo avanzado en libertad, posibilidad de expresión e incluso de causas que han salvado vida, se vería afectado por esta censura que filtraría temas en sitios tan conocidos y masivos como Google, Amazon, Facebook, Twitter, PayPal, Wikipedia, AOL , entre otros.



Lo grave de esto es que hoy Internet ya no es sólo “amusement” como lo era en sus comienzos. Hoy, a través de diferentes dispositivos, (notebooks, Ipad, teléfonos…) es una fuente de conocimiento e intelecto global, en donde se puede acceder a cualquier tipo de información en el mundo. Desde entretenimiento y temas de ocio, hasta noticias impactantes e importantes ya sea local o mundialmente.

Es por eso que la idea de que alguien tome control de “este mundo” resulta tan absurda y contraria a las razones para las cuales fue creado en un primer momento. Una coalición que reúne a las principales compañías de soporte y contenido web está organizándose para tratar de frenar estas nuevas barreras y proponen un día sin Internet. Un blackout digital que, sin duda, corre contra todo lo que hoy es el día a día de millones de personas en todo el planeta.

Censurar o tener la posibilidad de bloquear porque sí, puede transformarse en una herramienta tan peligrosa como la desinformación misma. Hasta hoy, en el caso de las redes sociales, su rol de revelar la contingencia ha sido tan clave que hasta los medios recurren a estos soportes no tradicionales para chequear datos relevantes.

El problema es que sin regulación (la chilena tampoco es clara en muchos aspectos) es difícil no dejar los espacios para que los mismos gobiernos intervengan en el uso ciudadano de Internet.

¿Quién se hace cargo de mantener la web como un espacio de expresión abierta? ¿Puede una ley permitir que cualquier compañía puede censurar cualquier tipo de material, sea o no sea de ellos, y permanentemente borrarla del Internet? Esperemos que no. Porque todo lo ganado en redes sociales e información no puede botarse con una sola firma al final de un papel.

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