Expertos legales piden flexibilizar regulación para que los bancos puedan invertir en FinTech
No sólo en la Unión Europa y Estados Unidos existen diferentes mecanismo en que los bancos pueden hacer operaciones financieras con las FinTech, sino que también en Brasil, México, Perú y Colombia.
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"Chile se comienza a quedar atrás". Es algo que se repite en varias conversaciones de ejecutivos de la industria financiera al momento de analizar las relaciones de las compañías tradicionales con la FinTech en cuanto a la posibilidad de comprar o invertir directamente en empresas tecnológicas por parte de bancos.
Esta situación quedó graficada cuando el gerente de Innovación y Transformación Digital de Bci, Ignacio Yarur, planteó en un panel de Chile Day planteó la posibilidad que los bancos puedan invertir en FinTech, algo que el marco legal actual lo prohíbe. Pero, podrían venir cambios en este aspecto con la presentación del proyecto de Ley FinTech que hará el Ministerio de Hacienda durante este año.
La asociada senior de Apparcel, Uriarte & Vassallo, María Consuelo Mackenna, explica que "la regulación bancaria actual es bastante estricta en cuanto a los vehículos en que éstos pueden invertir, permitiéndose básicamente que inviertan en otras sociedades que complementen el giro bancario".
El socio de Carey, Francisco Guzmán, destaca que abrir la puerta a que los bancos inviertan en FinTech "generaría un impacto relevante y positivo en el mercado. Para la gran mayoría de las startups, uno de los aspectos más desafiantes de emprender es el levantamiento de capital. Por lo anterior, el permitir la inversión directa de entidades financieras abriría nuevas posibilidades de crecimiento para este tipo de compañías".
El socio de Barros & Errázuriz, Sergio Eguiguren, considera que "la legislación local debe favorecer los medios para que las instituciones financieras y los inversionistas institucionales colaboren e inviertan en la industria FinTech".
En esa línea, Guzmán apunta que por el lado de las entidades financieras, el flexibilizar los distintos requisitos para este tipo de inversiones, "les permitiría estar en la vanguardia de la innovación sin tener que estar limitados a desarrollar tecnología in-house, lo que muchas veces no resulta eficiente".
Los expertos coinciden que este elemento debiera ser recogido por el Ejecutivo en el proyecto de Ley FinTech y que haya modificaciones en la Ley General de Bancos.
Por ejemplo, Mackenna comenta que al incorporarse a las FinTech como un espacio de inversión se podría complementar el giro bancario, tales como asesorías crediticias, custodia de instrumentos financieros, y la prestación de otros servicios financieros que faciliten el negocio bancario o que sean intermediarias en ciertas operaciones entre el banco y el público general.
La abogada sostiene que "el desafío está en lograr establecer los lineamientos bajo los cuales estas nuevas tecnologías podrán operar en el mercado local, pero incluyendo cierta flexibilidad, ya que la innovación tecnológica va más rápido que las regulaciones que pudieren dictarse".
Cambio de switch
El socio de CMS Carey & Allende, Diego Rodríguez, dice que un cambio legal en la legislación es un paso para que los bancos puedan invertir directamente en FinTech pero que también requiere una transformación del modelo de negocios.
Rodríguez expresa que "los bancos hoy más que nunca tienen la presión de transitar a un modelo en el que la tecnología tenga un papel predominante".
Añade que más allá del tema regulatorio, "el tema de fondo en Chile es si la cultura de un banco, como tradicionalmente la conocemos, es compatible con la de una startup. En una adquisición se invierte en tecnología pero por sobre todo en personas, en talento. Si luego de la adquisición no se generan las sinergias entre el talento de la startup y los ejecutivos del banco esa inversión no conseguirá el objetivo buscado por las partes".
Así, menciona que "es importante tener claro que para un banco será muy difícil retener el talento si no es capaz de generar nuevas líneas de negocios que sean lo suficientemente desafiantes para el fundador de la FinTech. Para lo anterior se requiere que los bancos estén más abiertos a los cambios y procesos que muchas de las FinTech ya proponen".
En términos de negocios de los bancos, señala que "si la idea es escalar de manera importante el negocio, la adquisición por parte de un banco tendrá un efecto positivo en el corto plazo pero no necesariamente en el largo plazo, la FinTech podría no internacionalizar sus servicios si el banco no tiene presencia en otras jurisdicciones".
Por ello, recalca que desde el punto de vista del banco la clave pasa nuevamente por un aspecto cultural: "Debe existir una estrategia clara que establezca los lineamientos de la transformación digital a la que se apunta. Sin esa definición es poco probable que la inversión en una empresa cuyo core es la tecnología y la innovación tenga los resultados deseados".
Experiencias internacionales
Rodríguez expone que en Colombia recientemente se dictó un decreto que autoriza expresamente a que las entidades financieras puedan invertir en compañías FinTech que tengan como objeto el desarrollo de tecnología que se relaciones con el objeto de la entidad financiera.
En México se permiten este tipo de inversiones previa autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y, en algunos casos, del Banco de México.
Guzmán dice que en Estados Unidos en donde la legislación bancaria es estricta, se permite que estas entidades financieras puedan vincularse a las FinTech por medio de programas de aceleración, invirtiendo a través de fondos de venture capital propios, asociándose con empresas FinTech, adquiriendo este tipo de firmas o constituyendo sus propias filiales FinTech.
Mackenna dice que Brasil están avanzando desde febrero en Open Banking y que Perú está comenzando a desarrollar una industria de neobancos.
A pesar que no existe un marco regulatorio que facilite la inversión de la banca en FinTech como ocurre en otros mercados, Eguiguren manifiesta que "creo que en los próximos años veremos muchos casos de colaboración entre la banca tradicional y las FinTech, ya sea formando alianzas o invirtiendo directamente".