Inflación "mode on": IPC de Estados Unidos subió en abril a su ritmo más rápido desde la crisis financiera
El dato era esperado por el mercado, ya que las presiones inflacionarias pueden llevar a la Reserva Federal a repensar las medidas de liquidez.
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Las temidas presiones inflacionarias en Estados Unidos se confirman con el dato de IPC de abril para la principal economía del mundo que se disparó a su mayor registro desde septiembre de 2008 en la medida que la recuperación económica se aceleró y los precios de bienes y servicios subieron ante el alza de las materias primas.
El Departamento del Trabajo reportó que en el cuarto mes del año los precios al consumidor subieron 4,2% en un año, lo que se compara con el 3,6% esperado por los analistas consultados por Bloomberg y que deja corto el 2,6% que ya había generado inquietudes en marzo. Respecto al mes anterior, el dato llegó a 0,8%, superior al 0,2% estimado por el mercado.
Por su parte, el IPC subyacente -que excluye los precios volátiles de alimentos y energía- aumentó un 3% respecto al mismo mes del año pasado, y un 0,9% frente a marzo. En este indicador, también se superaron con fuerza las expectativas, de 2,3% y 0,3%, respectivamente.
El dato era esperado por el mercado, ya que las presiones inflacionarias pueden llevar a la Reserva Federal a repensar las medidas de liquidez, subiendo de forma más rápida a la esperada las tasas de interés. Pero, de momento, las autoridades de monetarias y de la administración de Joe Biden han defendido que el incremento de los precios será transitorio.
El llamado efecto de base, o sea que la inflación fue muy baja hace un año, cuando la economía se estaba cerrando y sufriendo los primeros impactos de la irrupción de la pandemia, es uno de los motivos que explican la ganancia mensual del IPC. Pero, es innegable que el costo de la vida ha aumentado en la mayor economía del mundo.
Los precios de la energía en general, por ejemplo, aumentaron un 25% en relación al año anterior, mientras que el costo de los autos y camiones usados -que representan más de un tercio del incremento general del IPC- subieron un 21% interanual y un 10% solo el último mes, y los vehículos nuevos incrementaron un 0,5%.
La vivienda, por su parte, experimentó un alza de 2,1% en el último año, y un 0,4% en abril, y el costo de los alimentos aumentó un 0,4%, en abril, impulsados por los supermercados y por la reapertura de restaurantes. Y, en línea con esto último, las tarifas de aerolíneas subieron un 10,2% el último mes, mientras que los hoteles aumentaron sus precios un 7,6% y el arriendo de autos un 16,2%.
Los problemas de producción provocados en parte por la interrupción de las cadenas de suministro -habitualmente ejemplificada con la escasez de microchips- también se consolidan como una preocupación para los inversionistas, pues los costos de las materias primas también van al alza.
Los precios de la madera -fuertemente demandada-, por ejemplo, han subido 124% en lo que va de este año, mientras que el cobre suma un aumento de casi 36% en el mismo período. Y, la semana pasada, el índice Bloomberg Commodity Spot, que refleja el costo de 23 materias primas, estaba en su nivel más alto en casi una década tras subir más de 60% el último año.
¿Transitorio o persistente?
Pese a que el debate se ha encendido en las últimas semanas, ayer la gobernadora de la Fed, Lael Brainard, defendió que "en la medida en que la congestión de la cadena de suministro y otras fricciones de reapertura sean transitorias, es poco probable que generen una inflación persistentemente más alta por sí solas".
La economista insistió en que "un aumento material persistente en la inflación requeriría no solo que los salarios o los precios aumenten durante un período después de la reapertura, sino también una expectativa amplia de que continuarán aumentando a un ritmo persistentemente más alto". De momento, el banco central contempla que la inflación cierre este año en 2,4% en el país.
Luego de conocer el informe de hoy, el economista senior para EEUU de Capital Economics, Michael Pearce, planteó en un comentario que "dado que los componentes cíclicamente sensibles del IPC siguen aumentando a un ritmo modesto, dudamos que este informe cambie la opinión de los funcionarios de que las presiones inflacionarias son 'en gran parte transitorias'". A su juicio, eso sí, "hay mucho más 'transitorio' de lo que esperaban".
Y, desde Oxford Economics, los economistas de EEUU Kathy Bostjancic y Gregory Daco escribieron en una nota que "en los próximos meses, los efectos de base en curso, los aumentos de precios derivados de la reapertura de la economía y algún traspaso de los precios más altos de los cuellos de botella de la cadena de suministro deberían impulsar una mayor inflación". Pero, en su opinión, "parte de la aceleración de la inflación será transitoria y compartimos la opinión de la Fed de que este no es el comienzo de una espiral inflacionaria ascendente".
Además, el IPC de abril llega el mismo día en que el presidente Biden se reunirá con legisladores de ambas cámaras tanto demócratas como republicanos en busca de apoyo para sus planes fiscales.