Albagli y Zaliasnik repasan tres décadas de historia y anuncian aterrizaje en Miami

“Sin saberlo en nuestros inicios fuimos una verdadera startup, así de disruptivos”. De esta forma Rodrigo Albagli y Gabriel Zaliasnik recuerdan cuando hace tres décadas, muy al comienzo de sus carreras y sin mayor trayectoria optaron por crear su propia oficina legal. Algo raro para una época donde lo habitual era que los abogados recién egresados buscaran formarse en estudios tradicionales y de ahí, los más osados, saltaran con proyectos particulares.

En treinta años hoy ya son parte del grupo de oficinas más consolidadas del país, pero su norte más allá –dicen- y están armando toda una estructura para que el estudio justamente trascienda a sus nombres. Mientras construyen esa parte de la historia, son varios los hitos que en el medio de su aniversario número 30 quieren remarcar, como es el estreno de una nueva imagen corporativa y su expansión hacia Estados Unidos a través de una oficina comercial.

Justamente desde Miami, el día que recorrió sus nuevas oficinas en Brickell, Rodrigo Albagli comentó a DF que no se trata una extensión de los servicios que prestan en Chile, sino de acompañamiento a clientes que buscan oportunidades en dos áreas específicas.

“Lo que tendremos es un hub comercial de AZ focalizado en temas de Venture Capital e Inmobiliarios. En relación capital de riesgo, lo que haremos es articular recursos y todas las necesidades que puedan tener nuestros clientes que buscan financiamiento para sus startups, por ejemplo, en rondas de inversión relevantes donde los fondos son mucho más exigentes con la estructuración de sociedades en EEUU, entre otros temas. Y en el área inmobiliaria queremos asesorar a chilenos que están invirtiendo en Estados Unidos, ya sea armando joint venture o siendo el nexo y punto de acceso a este país para concretar inversiones”, detalla Albagli.

El abogado arribó hace aproximadamente un mes a la ciudad del sol para armar la oficina y establecer la red de proveedores de servicios contables, inmobiliarios, financieros y también de gestión de visas. Y es que la oportunidad que ve en esta nueva área de negocios no es menor. “Vemos una necesidad creciente de chilenos por ampliar sus negocios o portafolio de inversiones hacia Estados Unidos, esto no es que quieran sacar la plata de Chile como algunos dicen... Se trata de buscar nuevas oportunidades. Y eso es muy patente no solo en el tema inmobiliario, sino la búsqueda de levantamiento de capital para las startups”, reitera.

Aunque la implementación de la idea está cargo de Albagli, en esta aventura también ha estado muy presente su socio Gabriel Zaliasnik, quien estuvo hace algunas semanas en EEUU acompañándolo en el aterrizaje. “Tenemos una gran ventaja. Hace tiempo partimos asesorando empresas familiares y hoy las startups son como esa nueva generación de familias o amigos que aspiran a ‘dar el salto’ y, muchos de ellos se identifican con AZ, donde en un comienzo solo nosotros creíamos en nosotros”.

Ambos reiteran que, si bien el área de Venture Capital es parte de los tres pilares clave para el desarrollo de la oficina en los próximos 5 años -junto con Compliance y Tecnología & Datos- en ningún caso van a dejar de lado sus áreas tradicionales, donde hoy se concentra la mayor parte de sus ingresos.

Pero en toda esta transformación, un aspecto que viene a cerrar el círculo es el cambio de imagen de la firma, donde también buscan reflejar esta evolución, con sus siglas en minúscula (az) y una comunicación mucho más digital, en un proceso que tomó meses y donde –destacan- participó toda la organización.

Reinvención

En retrospectiva, esta dupla hace un balance más que positivo de la decisión que tomaron hace 30 años. Ambos señalan que nunca les complicó esta mezcla atípica entre un litigante y un abogado más orientado al mundo de los negocios y comercial. “Al contrario nos dio un elemento diferenciador desde el día 1; a nuestros clientes les decíamos no solo te vamos a acompañar en tu negocio, sino en esos casos complejos y así ha sido”, dice Albagli.

Mientras, Zaliasnik añade un par de elementos más: “el afecto y la amistad”. “Claro que hemos hecho sacrificios, hemos dejado de tomar clientes por conflictos de interés, pero siempre anteponiendo el proyecto común. Aquí no aplica eso de quién aporta más o menos a la facturación, acá la medida es el esfuerzo y eso hasta el día de hoy, donde la gente que está con nosotros no está solo para aportar al ebitda, sino por la lealtad y cariño al proyecto”.

El crecimiento de AZ tampoco ha sido espontáneo. Desde muy temprano sus socios advirtieron que necesitaban de ayuda externa para “ordenar la casa”, teniendo muy claro "que el tamaño no asegura la sobrevivencia".

Así, en 2004 contrataron a Matrix Consulting para profesionalizar el estudio y ahora están en un proceso aún más profundo que es cómo hacer trascender la oficina y “dejar de ser AZ dependientes”. “Ese es nuestro gran desafío, queremos entender lo que quieren los más jóvenes y también las razones de los que se han ido, estamos en pleno proceso de levantamiento de información y es algo en lo que estamos trabajando”, concluyen.