Cultura

Habla Jeff Orlowski, director de El dilema de las redes sociales: "Facebook nos robó la palabra amigo"

El realizador se refiere a la discusión que ha abierto su película respecto del control que tendrían estas plataformas en sus usuarios. “Su modelo de negocios es incompatible con la sociedad”, afirma en su primera entrevista a un medio chileno.

Por: Sofía García-Huidobro | Publicado: Viernes 2 de octubre de 2020 a las 12:00 hrs.
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"Eliminé mis redes sociales”. Esa afirmación se repite entre quienes han visto el documental que se estrenó el 9 de septiembre en Netflix. Pero también hay otros que señalan que la producción de Jeff Orlowski (36) extrema el efecto que las plataformas y redes sociales puedan tener en nuestras vidas, otorgándole a los algoritmos un poder que anula la voluntad de los individuos. Con opiniones encontradas, lo cierto es que la película se ha hecho presente en la conversación sobre cómo las aplicaciones que utilizamos en nuestros dispositivos electrónicos pueden causar adicción o incidir en el rumbo político de toda una nación. 

“No confío en sus intenciones ni en sus motivaciones, y no volveré a usarlas hasta que no cambien su modelo de negocios. Tampoco confío en la información que muestran. Y le digo a mis amigos que si se informan a través de redes sociales, tampoco podré confiar en su visión del mundo porque hay un algoritmo filtrando lo que ven”, afirma el propio Orlowski en una entrevista con DF MAS vía Meet. El director estadounidense nació en Nueva York y estudió antropología en la Universidad de Stanford. En 2014 ganó un premio Emmy por su documental Chasing Ice que muestra cómo el fotógrafo medioambiental James Balog registra los cambios en los glaciares. 

En 2017 surgió la idea de filmar El dilema de las redes sociales, que él define como una película de no ficción, porque además de los testimonios de ex ejecutivos de grandes empresas como Google, Facebook, Twitter e Instagram, y entrevistas a expertos, hay una historia dramatizada que muestra cómo una familia convive con estas tecnologías y su efecto en los adolescentes. “Desde el principio queríamos hacer algo diferente y creativo. En el camino nos inspiramos en grandes películas como Intensa-mente (Pixar Disney) e incorporamos la ficción familiar para llegar a un público más amplio que no necesariamente ve documentales”, cuenta Orlowski. El nivel de repercusión que ha tenido la cinta ha sido una grata sorpresa para él, agrega. “Este es un asunto que nos afecta a todos, no importa quién seas o dónde vivas, la tecnología juega un papel en tu vida y la define de distintas maneras. Espero que las personas encuentren en la película algo que les hable, ya sea sobre salud mental, control político o cómo estamos siendo manipulados”. 

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Estado de alarma

-¿Tuviste la intención de prender una luz de alerta? 

-En la película Tristan Harris (cofundador del Center for Humane Technology y ex empleado de Google) usa la analogía de la magia: tanto para un PhD como para un niño, los trucos de magia funcionan. Y la tecnología es como un truco de magia que causa efecto en toda la sociedad. Con la película esperamos hacer un contrapunto. Las intenciones de estas compañías y sus creadores fueron buenas en un principio, pero eso se desvió porque construyeron un sistema de negocios dominante que entra en conflicto con el bienestar de los usuarios. 

-Expertos en redes sociales plantean que asumir tal control de estas tecnologías en nuestras decisiones constituye determinismo tecnológico ya que omite nuestras respectivas realidades culturales, psicológicas y ambientales. 

-Es un asunto muy complejo, pero como sostiene una de nuestras entrevistadas, la científica de datos Cathy O’Neil, el algoritmo no predice el futuro, sino que lo causa. La tecnología que hemos diseñado finalmente nos diseña a nosotros. Gente que trabaja con inteligencia artificial, afirma que eso ya está ocurriendo.

-¿Se puede encontrar un equilibrio de sana convivencia con estas plataformas o eres partidiario de eliminarlas por completo?

-Personalmente no confío en estas plataformas, pero entiendo que para el común de las personas es difícil cortar sus redes. Los adolescentes tienen a sus amigos interactuando ahí y no es fácil dejarlas. Yo soy pro tecnología, amo la tecnología. Solo quiero que la tecnología esté a nuestro servicio. Apps como Facetime o Zoom ayudan a la gente a comunicarse. Las plataformas de streaming por las que uno paga, como Netflix, Hulu o HBO, entregan buen contenido, lejos de conspiraciones o noticias falsas. Pero hay compañías que a través de sus motores de búsqueda y algoritmos, ejecutan un modelo cuyo objetivo es crecer y cumplir metas a cualquier costo. Han sido muy exitosos y ahora vemos las consecuencias. 

-¿Crees que esta película genera presión social para que algunas de estas compañías revisen su modelo de negocio?

-Eso sería un gran resultado. Más que nada espero que la película cause resonancia y que el mismo público y los políticos empujen para que estas compañías hagan el cambio. Existe esa oportunidad y eso me entusiasma mucho.

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Dunbar y los amigos infinitos

-¿A qué edad crees que los niños son más vulnerables a las redes sociales? 

-Expertos afirman que los niños no deberían estar en redes sociales hasta alrededor de los 15 años. Creo que es una definición sensata. Como dice Harris en la película: estas plataformas no fueron diseñadas por psicólogos infantiles que intentaban mejorar la vida de los niños. Fueron creadas por empresas con fines de lucro que intentan ganar tanto dinero como sea posible. Si estuvieran diseñadas para las necesidades humanas, serían muy diferentes. De partida no aceptarían la idea de un número infinito de seguidores o amigos. Hay un parámetro llamado número de Dunbar; solo hay un cierto número de relaciones que realmente puedes tener de manera cercana y significativa. ¿Por qué animarnos a tener miles de amigos si eso es imposible? A veces siento que Facebook nos robó la palabra amigo. 

-Hay quienes creen que la película extrema el punto para causar mayor impresión, ¿qué les dirías?

-Sinceramente no siento que hayamos exagerado. Visualizamos, a nuestra manera, cómo funcionan los algoritmos, pero creo que es una representación muy precisa de lo que está pasando. Toda la información la obtuvimos de quienes trabajaron para estas empresas. Literalmente ingenieros, dueños y programadores que nos explicaron cómo funcionan los algoritmos y qué intentan lograr. 

-Personalmente, ¿qué información te resultó más sorprendente o alarmante?

Creo que reconocer cuánto control tienen sobre nuestras vidas y cómo no nos damos cuenta de eso. Ahora me cuestiono todo lo que veo en estas plataformas porque no hay moderación de contenido. No hay filtro. El editor en jefe de estas plataformas es un programa computacional que intenta averiguar cómo hacer que pasemos más tiempo ahí. Ese es uno de los grandes problemas: su modelo de negocios es incompatible con la sociedad.

 

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