La necesidad de administrar las expectativas
No recuerdo tantos cambios propuestos a un país en un período de tiempo tan corto. Y a pesar de todo esto, el IPSA rentó poco más de 4% en el año.
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Como personas nos incomoda vivir con incertidumbre; sin embargo, todavía no conozco a nadie que pueda ver el futuro y tener certeza de lo que ocurrirá hacia adelante. Sólo en base a análisis de escenarios podemos generarnos expectativas, asignar probabilidades a la ocurrencia de eventos y tomar decisiones.
Por eso, en un mundo donde las cosas cambian extremadamente rápido, esta evaluación se hace primordial.
Cambios de corto plazo pueden tener impactos momentáneos importantes en el valor de los activos. Así, por ejemplo, la semana pasada veíamos como caía la Bolsa de Londres ante expectativas de que los conservadores perderían el gobierno. Incluso el FTSE 100 llegó a variar entre máximos y mínimos más de un 2% el jueves pasado.
Sin embargo, al día siguiente, y ante la equivocación rotunda de las encuestas -que preveían un triunfo de los laboristas- el principal índice bursátil de la plaza londinense subió más de un 2%.
Otro ejemplo reciente ha sido el IPSA, principal indicador de la plaza bursátil local, que ha rentado alrededor de un 7% en el año. Y a pesar que tras el anuncio del cambio de gabinete llegó a su nivel máximo en casi dos años, en este caso, consideramos que esta variación no se debe al reciente anuncio del nuevo ministro de Hacienda.
Este incremento es más bien resultado de un cambio en las expectativas de los agentes, el que se viene produciendo desde hace algunas semanas y que tiene más que ver con los resultados esperados de las compañías y otras variables económicas.
Otro ejemplo de un periodo más largo de tiempo, se dio el año pasado.
Luego de instalarse el gobierno actual, se hicieron una serie de anuncios como la reforma Tributaria, Educacional, Laboral, y existía cierta probabilidad de una reforma a la Constitución, anunciada recientemente.
No recuerdo tantos cambios propuestos a un país en un período de tiempo tan corto. Y a pesar de todo esto, el IPSA rentó poco más de un 4% en el año.
Sin embargo, el amplio apoyo al plan de gobierno podía hacernos inferir que la ciudadanía quería un cambio, pero parece que este no estuvo acorde a las expectativas ni a la forma en que se esperaba se ejecutara, y la mejor medición de ello, son las encuestas de evaluación al poder Ejecutivo.
Seguiremos viendo cambios a futuro, y son las autoridades las que tienen que ir administrando las expectativas de mejor forma, para así reducir los grados de incertidumbre que han impactado en el crecimiento del país los últimos doce meses.