Wall Street vuelve a caer arrastrado por acciones tecnológicas previo a resultados de Amazon y Apple

Wall Street cerró a la baja pero con avances más prominentes de grandes empresas no tecnológicas, después de que los inversionistas se dedicaron a procesar las cifras del PIB estadounidense y la fuerte subida de tasas del Banco Central Europeo (BCE), en medio del desánimo por las débiles orientaciones de ingresos de las "BigTech".

El Dow Jones creció 0,61%, pero el S&P 500 bajó 0,61% y el Nasdaq Composite perdió 1,63%, con lo que la bolsa estadounidense registró una segunda sesión a la baja. Esto, en una semana marcada por el desánimo en torno al negocio de las grandes firmas de tecnología como Alphabet, Microsoft y Meta.

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Encabezaron las ganancias del Dow las acciones de Caterpillar (7,71%), Boeing (4,46%) y McDonald's (3,31%). Por otro lado, Meta se desplomó 24,56% después de haber entregado una decepcionante previsión de ingresos para el último trimestre y fue la quinta acción con el peor desempeño dentro del Nasdaq.

"En esta semana en particular los resultados de las tecnológicas no han apoyado el ánimo alcista que se generó previo a sus entregas, por lo que es una decisión sabia no poner los ojos en renta variable cuando las condiciones no acompañan", dijo el analista sénior de Libertex, Ángel Rubilar.

Amazon publicó sus resultados justo al cierre: la acción caía 19,18% en transacciones fuera de rueda por débiles previsiones de ganancias hacia el último trimestre. El mercado tampoco quedó satisfecho con los estados financieros de Apple, que informó débiles ventas del cuarto trimestre (fiscal) para su unidad estrella que produce los iPhones.

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Otras bolsas

En Chile, el S&P IPSA creció 0,70% hasta los 5.187,41 puntos, con el liderazgo de Enel Chile (4,60%) y Colbún (2,33%), después de que esta última firma reportó un alza de 30% interanual en sus ingresos a septiembre.

En Europa, el regional Stoxx 600 cerró plano y el CAC 40 de París perdió 0,51%. Por otro lado, el FTSE 100 de Londres ganó 0,25%, el DAX de Frankfurt subió 0,12% y el IBEX 35 de Madrid avanzó 0,64%.

El BCE se ajustó al pronóstico general al subir su tasa referencial en 75 puntos base, después de que los bancos centrales de Canadá y Australia optaron por alzas menores a lo esperado en sus últimas reuniones, lo que había motivado algunas apuestas a una acción similar por parte del ente que lidera Christine Lagarde.

Como resultado, el euro se depreciaba 1,14% hasta los US$ 0,996 en su mayor caída del mes, con lo que volvía a perder la paridad con el dólar.

Al cierre de las bolsas asiáticas, el Nikkei 225 de Tokio bajó 0,32% y el CSI 300 de China continental perdió 0,70%, pero el Hang Seng de Hong Kong aumentó 0,72%.

Señales mixtas

Acciones y bonos ganaron valor tras conocerse la primera estimación del PIB del tercer trimestre en EEUU, que aumentó 2,6% desde el trimestre anterior -3 décimas sobre lo esperado- y fue la primera cifra positiva del año en lo que se refiere al producto.

El rally se diluyó en el S&P 500, pero no en la renta fija: a 10 años, el treasury estadounidense caía 9,8 pb a 3,90% y el bund alemán retrocedió 12,6 pb a 1,96%. El rendimiento de un bono es inversamente proporcional a su valor.

Y es que el trabajo de la Fed dejó algunas huellas. El subíndice de precios arrojó un cambio de 4,1%, cayendo 4,9 puntos porcentuales y situándose muy por debajo de los 5,3% anticipados; mientras que la división de consumo personal subyacente bajó 2 décimas a 4,5%, cuando se esperaba que se mantuviera en el 4,7% anterior.

"El informe indica los primeros signos de ralentización del consumo personal, así como daños en las áreas más sensibles al aumento de las tasas de interés", destacó una nota de Wells Fargo Advisors.

A esto se sumó que las órdenes de bienes durables sin transporte y de bienes de capital subyacentes mostraron inesperadas caídas intermensuales en septiembre, así como revisiones a la baja en la lectura de agosto, dando cuenta de un cambio de hábito en las empresas para ajustarse a una economía en desaceleración.

En tanto, las peticiones por subsidios de desempleo en EEUU marcaron un aumento a 217 mil en la última serie semanal, aunque fueron algo menores que los 220 mil esperados. Pese al aumento, el mercado laboral estadounidense se mantiene relativamente estrecho.