Transbank profundiza sus pérdidas y dispara contra Santander, Walmart y las marcas de tarjetas
El principal adquirente del país apuntó que las marcas de tarjetas establecen reglas “abusivas” y que el Tribunal debe pronunciarse al respecto.
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Transbank -adquirente que domina la industria y que es controlado por los principales bancos - publicó sus resultados al cierre del segundo trimestre con números negativos nuevamente.
La sociedad informó que al término del segundo trimestre acumula pérdidas de $ 20.444 millones. Anteriormente, había informado una merma de $ 14.378 millones al cierre de marzo.
Consultado por DF, Transbank explicó que "las pérdidas de la compañía se han profundizado debido a que estamos obligados a mantener congelado el esquema tarifario hasta que el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) emita una resolución definitiva sobre ese régimen de precios".
La firma expresó que "este esfuerzo económico lo adoptamos en acuerdo con la Fiscalía Nacional Económica por 12 meses, período que se ha extendido más allá de lo que teníamos contemplado. No hay estructura financiera ni ahorro que sea capaz de mitigar este efecto".
Precisó que la mantención de este esquema tarifario "no sólo está afectando nuestros resultados, ya que también está generando desequilibrios para la igualdad de condiciones que deben tener todos los adquirentes que operan en este mercado bajo un modelo de cuatro partes, impactando el desarrollo de la competencia en la industria de medios de pago del país".
A pesar de las cifras en rojo, Transbank aseguró que durante el segundo trimestre observaron un aumento de sus ventas de un 92,7% en comparación a 2020.
Múltiples frentes en el TDLC
En el marco del procedimiento para la dictación de las tasas de intercambio de los medios de pago ante el TDLC, Transbank reafirmó que estaba operando bajo el modelo de cuatro partes, rechazando las críticas de problemas de interoperabilidad.
Transbank afirmó que implementó el nuevo modelo en un año y medio a contar de la notificación del término de los contratos de operación efectuada por Banco Santander.
Respecto a la solicitud del Santander de no exigir a los emisores la celebración de contratos para la interoperabilidad y operación de la industria en un modelo de cuatro partes, Transbank dijo que no requiere contratos a ningún emisor para operar.
Apuntó que las solicitudes del banco español "son derechamente superfluas e innecesarias".
El banco que aún participa con cerca del 25% de la propiedad de Transbank, requirió ante el TDLC que los contratos de afiliación con el comercio no tengan cláusulas de exclusividad o que impidan a éstos el cambio inmediato de proveedor de servicios de adquirencia.
Frente a ello, garantizó que "no contienen cláusulas de exclusividad ni imponen costos de cambio o barreras a la salida a los comercios".
Transbank fue más allá y solicitó al Tribunal que establezca una medida dirigida a todos los adquirentes, de modo de permitir la competencia sin distorsiones en este mercado para que no existan impedimentos contractuales o condiciones de exclusividad.
Sobre la aplicación la regla HAC, -que es la obligación de los comercios de aceptar todos los productos que ofrezca una marca que son sus tarjetas de crédito, débito y prepago-, luego que Walmart no aceptara las tarjetas de pregago en sus tiendas físicas, Transbank aclaró que "no existe en la actualidad discriminación alguna entre las tarjetas de distintos emisores".
Recordó que "los adquirentes no pueden obligar a los comercios a aceptar todas las tarjetas de una determinada marca sin correr el riesgo de ser acusados de incurrir en conductas de ventas atadas".
Dardos contra las marcas
Por ello, apuntó que las reglas que establecen las marcas son "abusivas y permiten la imposición de onerosas sanciones en forma arbitraria y discriminatoria, sin derecho a un procedimiento de reclamo ante un tercero imparcial".
Acusó que las marcas de tarjetas como Visa y Mastercard "se reservan espacios considerables de discrecionalidad y arbitrariedad".
Criticó que las reglas no definen suficiente y taxativamente las causales de incumplimiento que darán lugar a la imposición de una multa; no prevén un sistema de graduación de las multas en forma acorde con la gravedad del incumplimiento; no tienen definido un proceso transparente y equitativo que permita refutar las multas impuestas ante un tercero imparcial; y no contemplan plazos razonables para la resolución de esas refutaciones.
Advirtió que esta situación "propicia un ambiente de incertidumbre y potenciales discriminaciones arbitrarias que podrían afectar la competencia entre adquirentes".
También alertó que las pretensiones de Walmart es mantener los merchant discount, que es la tasa que se cobra a un comercio por los servicios de procesamiento de pagos en transacciones con tarjetas, que regían bajo el modelo de tres partes a favor de los grandes comercios.
Ello, "con la contrapartida de que sea una obligación de los adquirentes, como fuera, el ir a conseguir que los emisores negocien con ellos las tasas de intercambio lo suficientemente bajas como para ser inferiores a esos merchant discount intocados y además permitir pagar los costos de marca y obtener una adecuada rentabilidad en la adquirencia".
Costos de marca
De cara a la pronta publicación de la Ley de Tasas de Intercambio, Transbank planteó que uno de los defectos de la legislación es que no abarca los costos que establecen las marcas de tarjetas.
La compañía manifestó que de acuerdo a la evidencia internacional, cuando las tasas de intercambio han sido sometidas a algún nivel de regulación las marcas han reaccionado subiendo los costos "y de esta manera dejando a los adquirentes, y luego a los comercios, en una situación similar a la vigente bajo el escenario sin regulación de tasas de intercambio".
Muestra de ello, es que Transbank evidenció que desde enero de 2021, Mastercard aumentó unilateralmente sus costos en un 149% ponderado para transacciones domésticas con tarjetas de crédito y tarjetas de débito.
Por ello, solicitó que el TDLC se pronuncie puesto que estiman que "sería altamente esperable que este fenómeno de incremento de los costos de marca y otros cobros fijados unilateralmente por las marcas se generaliza una vez que establezcan límites máximos a las tasas de intercambio, neutralizando los efectos de la regulación".