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Arabia Saudita busca evitar el contagio del malestar que se extiende en la región
Por: | Publicado: Jueves 24 de febrero de 2011 a las 05:00 hrs.
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Con beneficios para la población que sumarían aproximadamente US$ 37.000 millones, el rey de Arabia Saudita, Abdullah bin Abdul-Aziz, está tratando de evitar un nuevo levantamiento en una región del mundo convulsionada por las protestas masivas que los gobernantes, hasta ahora, no han sabido ni han podido aplacar.
Desde Marruecos hasta el Golfo Pérsico, Medio Oriente vive un proceso donde la población exige mayores libertades y beneficios, algo desconocido para la región.
Sin embargo, la respuesta del rey podría llegar muy tarde para evitar un levantamiento entre la población, que ya llamó a través de Facebook a un propio “día de furia” para el 11 de marzo. Entre las demandas que se mencionan está la liberación de prisioneros políticos y tener un gobernante elegido por votación popular.
El “día de furia” saudita podría replicar lo sucedido en Libia, donde las protestas han desestabilizado el régimen de Muammar Gaddafi y dejado al país al borde de un conflicto abierto. Los manifestantes celebraron ayer la liberación de Bengasi, al este de Libia, luego que la tripulación de un avión enviado a terminar con las protestas lo abandonara y éste se estrellara. En una semana ya habrían mil muertos y aunque Gaddafi aún controla el oeste de Libia, incluyendo Trípoli, es sólo bajo amenazas de violencia contra quienes se manifiesten.
Los líderes occidentales han manifestado su descontento con las acciones de Gadaffi y comenzado la evacuación de sus ciudadanos.
Explosión popular
Las manifestaciones populares no sólo se han dado en Libia sino que se repiten en todo el Medio Oriente. En Marruecos una protesta convocó a miles a las calles exigiendo que el rey Mohammed ceda parte de su poder. Este respondió que su deseo es que haya reformas “irreversibles”, pero que no caería en la demagogia. En Argelia, a su vez, ya se están produciendo cambios: se anunció el levantamiento del estado de emergencia tras 19 años, que los protestantes consideraron insuficiente.
Aunque el gobierno de Bahrein anunció que liberará a 23 prisioneros políticos y el presidente Saleh de Yemen prometió realizar reformas, estas concesiones no calmaron los ánimos, que en todo Medio Oriente exigen lo mismo: una verdadera reforma política para la región.
Desde Marruecos hasta el Golfo Pérsico, Medio Oriente vive un proceso donde la población exige mayores libertades y beneficios, algo desconocido para la región.
Sin embargo, la respuesta del rey podría llegar muy tarde para evitar un levantamiento entre la población, que ya llamó a través de Facebook a un propio “día de furia” para el 11 de marzo. Entre las demandas que se mencionan está la liberación de prisioneros políticos y tener un gobernante elegido por votación popular.
El “día de furia” saudita podría replicar lo sucedido en Libia, donde las protestas han desestabilizado el régimen de Muammar Gaddafi y dejado al país al borde de un conflicto abierto. Los manifestantes celebraron ayer la liberación de Bengasi, al este de Libia, luego que la tripulación de un avión enviado a terminar con las protestas lo abandonara y éste se estrellara. En una semana ya habrían mil muertos y aunque Gaddafi aún controla el oeste de Libia, incluyendo Trípoli, es sólo bajo amenazas de violencia contra quienes se manifiesten.
Los líderes occidentales han manifestado su descontento con las acciones de Gadaffi y comenzado la evacuación de sus ciudadanos.
Explosión popular
Las manifestaciones populares no sólo se han dado en Libia sino que se repiten en todo el Medio Oriente. En Marruecos una protesta convocó a miles a las calles exigiendo que el rey Mohammed ceda parte de su poder. Este respondió que su deseo es que haya reformas “irreversibles”, pero que no caería en la demagogia. En Argelia, a su vez, ya se están produciendo cambios: se anunció el levantamiento del estado de emergencia tras 19 años, que los protestantes consideraron insuficiente.
Aunque el gobierno de Bahrein anunció que liberará a 23 prisioneros políticos y el presidente Saleh de Yemen prometió realizar reformas, estas concesiones no calmaron los ánimos, que en todo Medio Oriente exigen lo mismo: una verdadera reforma política para la región.