El secretario de Vivienda y Desarrollo
Urbano de Estados Unidos, Alphonso Jackson, que está bajo investigación por
favoritismo, anunció hoy su dimisión, en un momento en que el sector
inmobiliario atraviesa una grave crisis y miles de familias encaran
el desahucio.
Jackson anunció hoy que su renuncia tendrá efecto el 18 de abril,
y explicó que tomó esta decisión porque necesita tiempo para atender
asuntos personales y familiares.
Las autoridades federales investigan denuncias de que Jackson
favoreció a algunos contratistas en negocios con el Departamento de
Vivienda y Desarrollo Urbano durante los últimos dos años.
A comienzos de marzo los senadores demócratas Patty Murray, de
Washington, y Christopher Dodd, de Connecticut, enviaron una carta
al presidente George W. Bush instándole a que pidiera a Jackson su
dimisión, y argumentaron que las acusaciones de irregularidades le
habían vuelto ineficaz.
El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD por su sigla
en inglés) maneja la Administración Federal de Viviendas (FHA por su
sigla en inglés) que asegura las hipotecas para propietarios de
bajos ingresos y personas que compran su primera casa.
Los demócratas, que tienen ahora mayoría en ambas cámaras del
Congreso, han propuesto que la FHA desempeñe un papel más amplio en
la solución del problema de las hipotecas de alto riesgo, y los
desahucios que encaran millones de compradores de bienes raíces.
Las relaciones de Jackson con los demócratas han sido malas
durante años y el funcionario ha sido criticado por la manera en que
su ministerio respondió a las necesidades de vivienda después que el
huracán Katrina devastó la costa del Golfo de México en Luisiana y
Misisipi.
Pero el principal problema judicial de Jackson se encuentra en el
estado de Pensilvania, donde mantiene una investigación abierta.
Las autoridades de vivienda de la ciudad de Filadelfia iniciaron
una querella judicial en la que alegan que el Departamento de la
Vivienda intentó sancionar a la agencia municipal porque ésta no
aceptó como contratista a un amigo de Jackson.
Ya en 2006, la Inspección General del HUD investigó si existía
favoritismo en la concesión de contratos, después de unas polémicas
declaraciones de Jackson en la que sugería que la filiación política
de los proponentes podría influir en la elección de empresas
subcontratadas.
Tras esta investigación, no se encontraron pruebas de
irregularidades.