Reino Unido anuncia una investigación sobre los bancos por el escándalo del Libor
Tras la renuncia del presidente de Barclays, Marcus Agius.
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El primer ministro británico, David Cameron, anunció hoy una investigación del Parlamento sobre el sector bancario después de que el presidente de Barclays, Marcus Agius, dimitiera a raíz del escándalo por la manipulación del Libor.
En una comparecencia ante la Cámara de los Comunes, Cameron explicó que una comisión multipartita dirigida por el conservador Andrew Tyrie examinará la conducta de la banca, con potestad para interrogar a testigos bajo juramento.
Paralelamente, el Gobierno ha encargado una revisión más técnica del sistema cómo se calcula el Libor -tipo de interés interbancario diario de Londres- con vistas a legislar para evitar futuros abusos del sistema.
El escándalo en el que está envuelto el Barclays por las manipulaciones del Libor se cobró hoy la primera víctima con la dimisión del presidente de esta entidad financiera, Marcus Agius, si bien la polémica amenaza con salpicar a otros bancos británicos.
Agius presentó hoy su renuncia después de que Barclays fuera multado la semana pasada por los organismos reguladores del Reino Unido y EEUU con 290 millones de libras (360 millones de euros) por manipular el Libor y su equivalente europeo, el Euribor, entre 2005 y 2009.
La clase política británica ya ha condenado esta manipulación y tanto Cameron como el líder de la oposición laborista, Ed Miliband, han exigido responsabilidades al más alto nivel, en momentos de un descontento ciudadano contra los banqueros por sus excesos salariales y cuando el país está en recesión.
Al presentar su renuncia, Agius pidió disculpas y consideró que, como presidente, "es el guardián último de la reputación del banco".
"Realmente siento mucho haber defraudado a nuestros clientes, empleados y accionistas. Barclays está lleno de gente trabajadora, talentosa, cuya integridad no es cuestionada", puntualizó Agius, que también ha dimitido como presidente de la Asociación bancaria británica.
"Este ha sido un periodo de estrés sin precedentes y, en particular, de turbulencias en la industria bancaria y en la economía mundial en general", agregó el presidente, que califica el escándalo de "golpe devastador" para la reputación del banco.
Agius, al frente del Barclays desde enero de 2007, dijo que permanecerá en su puesto hasta que se produzca una "sucesión ordenada" y agregó que el director no ejecutivo del Barclays, Michael Rake, ha sido designado como vicepresidente.
En respuesta a este escándalo, la institución financiera acordó llevar a cabo una auditoría independiente.
La partida de Agius se produce antes de que comparezca este jueves ante el Comité del Tesoro de la Cámara de los Comunes, un día después de que lo haga el consejero delegado del banco, Bob Diamond.
Diamond, que ha indicado que no piensa dimitir, dijo que la decisión de Agius "merece todo nuestro respeto" y prometió que las recomendaciones que surjan de la auditoría serán "implementadas en su totalidad".
Diamond ha culpado de la manipulación del Libor "a un pequeño número de empleados", aunque ha renunciado a su prima para este año.
Otros bancos británicos son investigados por el caso de manipulación de las tasas, entre ellos el parcialmente nacionalizado Royal Bank of Scotland (RBS), propiedad del Estado en un 84 %.
Tras conocerse la dimisión, las acciones de Barclays subieron hoy un 3 % al cierre de la Bolsa, después de caer más de un 17 % el pasado miércoles al conocerse la cuantiosa multa impuesta a la institución bancaria.
Miliband reiteró hoy que la dimisión de Agius no es suficiente y reiteró que el consejero delegado debe renunciar.
"Creo que hay necesidad de un cambio más general de liderazgo, incluido el consejero delegado, Bob Diamond", declaró.
Según los analistas de la City (centro financiero londinense), es vital que el próximo presidente sea un experto en servicios financieros y no necesariamente un banquero a fin de que aporte una perspectiva distinta sobre la situación del sector.
Agius, de 65 años, se incorporó al Barclays en septiembre de 2006 como director no ejecutivo y sucedió a Matthew Barrett como presidente del banco en enero de 2007.