Presidenta promete “profundizar el modelo” económico durante su segundo gobierno

Con las escasas dudas electorales ya definitivamente despejadas, la mirada de los observadores se volcará en los próximos días a tratar de anticipar cómo será el segundo mandato de Cristina Fernández, que comenzará el 10 de diciembre.

Para responder esa pregunta, será clave tener el resultado final de las elecciones legislativas, y saber si el gobierno recuperará la mayoría en el congreso que perdió en 2009, en medio de un duro enfrentamiento con el sector agrícola.

Sin embargo, la aplastante mayoría en las urnas le dará a Fernández un claro mandato para sacar adelante sus iniciativas. “El margen de la victoria será histórico. Si el gobierno se las arreglaba para conseguir aliados en el pasado, con un nivel de aprobación muy bajo, ahora eso será aún más fácil”, dijo la directora de la encuestadora Management & Fit, Mariel Fornoni.

Durante la campaña, la mandataria evitó entrar en detalles sobre lo que tenía planeado para una segunda administración, y en general se limitó a prometer que iba a “profundizar el modelo” aplicado hasta ahora. En la práctica, el modelo Kirchner se ha basado en asegurar la competitividad de las exportaciones a través del manejo del tipo de cambio y barreras a las importaciones.




Polémica por los precios


Analistas citados por Reuters proyectan que este acercamiento se reforzará, a pesar de las molestias de sus socios comerciales, como Brasil y China. El proyecto de presupuesto 2012 contempla que el peso siga debilitándose frente al dólar para impulsar las ventas de la industria, lo que, sin embargo, amenaza con mandar la elevada inflación a un espiral ascendente. En este sentido, las conversaciones salariales a comienzos del próximo año serán clave, y habrá que ver si el gobierno decide moderar los ajustes, que se han venido incrementado a un ritmo anual de entre 25% y 30%.

Pero el punto central en materia de inflación está puesto en la credibilidad de las cifras oficiales, ampliamente cuestionadas y bajo sospechas de manipulación. En 2007, el fallecido esposo de Fernández y su predecesor en el gobierno, Néstor Kirchner, sustituyó al director del instituto encargado de la recolección y difusión de las estadísticas, Indec, por una figura cercana a su sector.

Ahora las autoridades argentinas están trabajando con representantes del Fondo Monetario Internacional para elaborar un nuevo índice de precios, pero todavía no está claro si los bonos del gobierno que están indexados a inflación se regirán por este nuevo referente.




Recursos escasos


Otro punto pendiente en la política argentina que tendrá que resolverse en el segundo período es el acceso al financiamiento externo, que perdió tras el default de diciembre de 2001, y cuya urgencia aumentará a medida que se agrava el panorama económico internacional.

El presupuesto para el próximo año contempla seguir usando sin restricciones las reservas del banco central para pagar deuda por tercer año consecutivo. También está previsto seguir echando mano a los recursos de los organismos públicos, como la agencia de pensiones Anses. Aún así, los economistas calculan que una desaceleración del crecimiento obligaría al gobierno a emitir US$ 3 mil millones en nueva deuda.

En este contexto, los corredores ven más de 40% de probabilidades de que Cristina Fernández deje de pagar sus compromisos durante su segundo período. El costo de asegurarse contra un nuevo default de Argentina en los próximos cinco años subió 406 puntos, el mayor incremento en el mundo después de Grecia, Portugal y Pakistán.