Internacional
Inseguridad regulatoria en Brasil amenaza la fusión del gigante de los alimentos BRF
Integración de Perdigao y su rival Sadía, por US$ 3.800 millones, fue uno de los mayores acuerdos de la industria a nivel mundial.
Por: | Publicado: Miércoles 15 de junio de 2011 a las 05:00 hrs.
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Brasil Foods (BRF), el exportador de carne de ave más grande del mundo, le pidió a los reguladores brasileños posponer el fallo sobre su adquisición de Sadia, que estaba programado para hoy, en un esfuerzo de último minuto para intentar salvar una de las mayores fusiones de la industria de alimentos a nivel global.
BRF fue formada en 2009 luego de que las autoridades autorizaran en forma preliminar un acuerdo de fusión de US$ 3.800 millones entre Perdigao y su rival Sadia, que arrastraba millonarias pérdidas debido a la crisis financiera global.
Sin embargo, el acuerdo todavía tiene que ser ratificado por las autoridades, y hasta ayer la percepción mayoritaria en el mercado era que el regulador rechazaría el acuerdo o impondría duras restricciones, como la venta de la marca Sadia, haciendo caer fuertemente las acciones. Los reparos de las autoridades brasileñas a un negocio que se inició hace dos años han vuelto a poner sobre el tapete las críticas al exceso de burocracia y la inseguridad regulatoria, que complican los planes de los inversionistas para hacer negocios en ese mercado.
El argumento de los inversionistas es que la demora del Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) para resolver sobre fusiones, afecta la capacidad de las compañías de generar ahorros de costos y empleos a través de los acuerdos.
El mismo problema ha afectado los planes de Nestlé en ese mercado. En 2002 la gigante suiza alcanzó un acuerdo para comprar la fábrica local de chocolates Garoto por US$ 250 millones. Sin embargo, la operación fue rechazada tres años más tarde por el CADE para evitar el surgimiento de un monopolio en la industria. Nestlé apeló en los tribunales y aunque sigue operando ha operado el negocio se mantiene bajo la incertidumbre desde hace casi una década.
Plan de emergencia
Ante este complejo escenario, el director ejecutivo de BRF, Jose Antonio do Prado Fay y el vicepresidente de relaciones institucionales, Wilson Mello, le pidieron al miembro del directorio de la agencia antimonopolio en Brasilia, Ricardo Ruiz, que retrasara la votación.
El CADE tenía previsto reunirse hoy para analizar la adquisición, de acuerdo con Mello. Dos comisionados ya se habían pronunciado en favor de bloquear el negocio la semana pasada.
BRF propondría esta semana al CADE la venta de fábricas que representen hasta 15% de su producción para convencer a los reguladores antimonopolio, informó diario Folha de Sao Paulo sin citar fuentes. La compañía ya había ofrecido vender varias marcas equivalentes a cerca de US$ 940 millones en ingresos, pero la propuesta fue rechazada por el CADE porque eran las menos relevantes para su negocio principal.
BRF fue formada en 2009 luego de que las autoridades autorizaran en forma preliminar un acuerdo de fusión de US$ 3.800 millones entre Perdigao y su rival Sadia, que arrastraba millonarias pérdidas debido a la crisis financiera global.
Sin embargo, el acuerdo todavía tiene que ser ratificado por las autoridades, y hasta ayer la percepción mayoritaria en el mercado era que el regulador rechazaría el acuerdo o impondría duras restricciones, como la venta de la marca Sadia, haciendo caer fuertemente las acciones. Los reparos de las autoridades brasileñas a un negocio que se inició hace dos años han vuelto a poner sobre el tapete las críticas al exceso de burocracia y la inseguridad regulatoria, que complican los planes de los inversionistas para hacer negocios en ese mercado.
El argumento de los inversionistas es que la demora del Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) para resolver sobre fusiones, afecta la capacidad de las compañías de generar ahorros de costos y empleos a través de los acuerdos.
El mismo problema ha afectado los planes de Nestlé en ese mercado. En 2002 la gigante suiza alcanzó un acuerdo para comprar la fábrica local de chocolates Garoto por US$ 250 millones. Sin embargo, la operación fue rechazada tres años más tarde por el CADE para evitar el surgimiento de un monopolio en la industria. Nestlé apeló en los tribunales y aunque sigue operando ha operado el negocio se mantiene bajo la incertidumbre desde hace casi una década.
Plan de emergencia
Ante este complejo escenario, el director ejecutivo de BRF, Jose Antonio do Prado Fay y el vicepresidente de relaciones institucionales, Wilson Mello, le pidieron al miembro del directorio de la agencia antimonopolio en Brasilia, Ricardo Ruiz, que retrasara la votación.
El CADE tenía previsto reunirse hoy para analizar la adquisición, de acuerdo con Mello. Dos comisionados ya se habían pronunciado en favor de bloquear el negocio la semana pasada.
BRF propondría esta semana al CADE la venta de fábricas que representen hasta 15% de su producción para convencer a los reguladores antimonopolio, informó diario Folha de Sao Paulo sin citar fuentes. La compañía ya había ofrecido vender varias marcas equivalentes a cerca de US$ 940 millones en ingresos, pero la propuesta fue rechazada por el CADE porque eran las menos relevantes para su negocio principal.