Por James Politi en Nashua y Richard McGregor en Manchester
Mitt Romney lanzó una fuerte defensa de su historial como ejecutivo luego de que sus rivales por la nominación presidencial republicana lo retrataran como un tiburón empresarial codicioso y despiadado.
Romney, ex gobernador de Massachusetts y ejecutivo de Bain Capital que lidera las encuestas en vísperas de las primarias de hoy en New Hampshire, destacó sus años en fondos de riesgo mientras buscaba proteger lo que según él es uno de sus mayores atractivos en la carrera.
Romney ha enfrentado ataques de algunos de sus rivales, sobre todo Newt Gingrich, ex líder de la Cámara Baja, por su historial en Bain, tras ser acusado de vaciar empresas y dejarlas en bancarrota con una multitud de desempleados.
Ayer Gingrich aumentó sus críticas. “Estoy a favor del capitalismo, pero hago una diferencia con saquear compañías y luego marcharse”, declaró. “La gente tiene el derecho legítimo a preguntar adónde fue todo el dinero”. Añadió: “Tengo aguante, veamos si él también tiene”.
Sin embargo, en el salón de baile del Radisson Hotel en Nashua, mientras los miembros de una cámara local de comercio desayunaban, Romney promovía su carrera. “Usaré mis 25 años de experiencia en el sector privado para rehacer nuestras bases económicas”, prometió. Romney admitió que “algunas cosas fallan, otras tienen éxito”, y trató de descartar toda noción de que obtuvo su carrera en bandeja de plata.
Sin embargo, también bromeó para devolver el golpe y suministrar material a sus rivales al expresar su deseo de que los norteamericanos puedan elegir qué plan de salud quieren. “Si no te gusta lo que hacen, puedes despedirlo”, explicó. “Me gusta poder ser capaz de despedir gente que me brinda servicios”.
Rick Perry, gobernador de Texas, que tiene escaso apoyo en New Hampshire y se juega su candidatura la próxima semana en Carolina del Sur, también renovó sus ataques contra Romney.
“Ahora no tengo dudas de las preocupaciones de Mitt Romney sobre las cartas de despido, seguramente entregó muchos”, señaló Perry.
Romney dijo el fin de semana que alguna vez también estuvo preocupado sobre ser despedido.
Las críticas de sus pares republicanos al historial ejecutivo de Romney podrían servir a la Casa Blanca y los demócratas, que seguramente usarán estos argumentos durante la campaña si es nominado.
Aún así, Romney no muestra señales de avergonzarse de sus antecedentes. Al presentar su propuesta de bajos impuestos, regulación suave y limitación de gastos para impulsar la recuperación de EEUU, también apuntó al presidente Barack Obama cuando se trata de firmas fracasadas.
Romney recordó el caso de Solyndra, una compañía de energía solar que recibió una garantía por US$ 500 millones del gobierno de Obama y hace poco quebró. “Esto es lo que sucede cuando la gente en el gobierno quiere responder nuestros desafíos económicos”, advirtió.