Por J. Chaffin y A. Barker en Bruselas
La esperada pérdida de la calificación AAA de Francia y Austria reducirá más el fondo temporal de rescate con el que los países de la eurozona han estado contando para evitar el contagio de la crisis de deuda a los miembros del centro de la unión monetaria.
La rebaja pondrá en duda garantías crediticias por
US$ 180.000 millones implícitas en el fondo de
US$ 440.000 millones, conocido como Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
Eso podría dejar al FEEF peligrosamente corto en recursos. Antes de los hechos del viernes, los ejecutivos del Fondo estimaron que tenían sólo cerca de US$ 250.000 millones para construir un cortafuego que pueda proteger a Italia y España.
Esa estimación se basaba en compromisos por
US$ 43.700 millones para Irlanda y Portugal, y también en planes de usar el FEEF para aportar una gran parte del segundo rescate griego y ayudar a recapitalizar a los bancos del continente.
Los garantes del FEEF están comprometidos públicamente a mantener la calificación AAA, una postura que pondrá mayor presión sobre Alemania y otros patrocinadores para aumentar sus compromisos con el fondo. Hasta ahora, Berlín ha resistido los repetidos esfuerzos para incrementar su exposición al fondo.
El fondo se originó en mayo de 2010 a partir de un improvisado rescate para Grecia en conjunto con la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europo. Para emitir bonos AAA depende de las garantías crediticias de los países de la eurozona. La recaudación de esas emisiones son entregadas a los gobiernos debilitados, excluidos de los mercados de deuda.
Un recorte de la calificación del FEEF dejaría a los países de la eurozona con alternativas poco deseables para tratar de apuntalarlo.
En diciembre, cuando S&P puso al fondo en revisión por primera vez, dijo que su calificación caería al nivel más bajo de los seis países patrocinadores. Pero S&P también dijo que el fondo podría mantener su calificación AAA si otros estados miembros aumentaban sus compromisos.
Una prueba al sentimiento sobre el fondo se producirá esta semana, cuando el FEEF realice una subasta de bonos a corto plazo.