Finlandia: la niña rebelde de la zona euro
Es la única nación que le exigió colaterales a España, y según el economista Nouriel Roubini podría abandonar el bloque antes incluso que Grecia.
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Por Isabel Ramos Jeldres
Finlandia no está contenta con sus vecinos. La clase política culpa a la crisis de deuda soberana de la zona euro de golpear y debilitar a su saludable economía, y la situación no parece mejorar en el corto plazo. Por eso, el gobierno finlandés endureció su discurso: demandó colaterales a España a cambio del rescate a la banca y su ministra de Finanzas deslizó incluso que podrían salir del bloque comunitario.
Finlandia es uno de los cuatro países de la zona euro que mantienen la calificación AAA (junto con Alemania, Luxemburgo y Holanda). El primer trimestre su crecimiento se aceleró a 0,8%, ajustado estacionalmente, gracias al gasto de los consumidores.
Hasta abril, el desempleo se mantenía en 8,4%, un nivel similar al del año anterior, pero ya en mayo se empezó a notar el deterioro: la cesantía dio un salto a 9,5%.
La voz de Finlandia ha sido dura en lo que se refiere a rescates. En agosto de 2011, el gobierno sorprendió a sus pares europeos al demandar un acuerdo colateral a cambio de su participación en el segundo paquete de rescate de la Unión Europea a Grecia. Los socios comunitarios debieron crear un complejo entramado de garantías luego de desechar la opción de crear contrapartidas bilaterales, que beneficiaban principalmente a Finlandia.
Y esta semana, se convirtió en el único país que demandó colaterales para apoyar la asistencia financiera a la banca española. Hasta ahora se barajan varias opciones, pero la preferida de Helsinki es que se le entreguen acciones de los propios bancos rescatados, como reconoció ayer la ministra de Finanzas, Jutta Urpilainen.
Asimismo, el país ha descartado que vaya a entregar más dinero para ampliar los mecanismos de rescate temporales y permanentes, y se opone a la compra de deuda en el mercado secundario.
¿Fuera del euro?
La semana pasada, el diario económico Kauppalethi citó a Urpilainen diciendo que “Finlandia prefiere prepararse para abandonar la moneda única, antes que pagar las deudas de los demás miembros del euro”.
Las declaraciones causaron revuelo inmediato, pese a que el gobierno desmintió rápidamente la información y dijo que la titular de las cuentas públicas había sido malinterpretada.
Según la Economist Intelligence Unit, es poco probable que Helsinki salga del bloque regional. Las poderosas organizaciones gremiales industriales y comerciales son pro-europeas, ya que reconocen la importancia de las exportaciones al continente. Asimismo, el gobierno quiere mantener su influencia en la toma de decisiones dentro de un proyecto que evolucionada cada vez más hacia el federalismo.
Sin embargo, las declaraciones sí reflejan la creciente impaciencia de las autoridades con el manejo que ha hecho la Unión Europea de la crisis de deuda.
Nouriel Roubini, el economista que se hizo famoso por predecir la crisis financiera de 2008, planteó algo similar por estos días al asegurar que Finlandia saldrá de la zona euro antes que Grecia.
En 2013 “no hay que descartar que algunos países del corazón de Europa, como Finlandia, abandonen antes que Grecia”, aseguró el profesor de la Universidad de Nueva York en una entrevista con Bloomberg Television.
El vecino impopular
Lo cierto es que en este momento Finlandia no es el vecino más popular del barrio. La condicionalidad para la entrega de ayudas le ha valido las críticas de los mandatarios y autoridades europeas.
El ministro de Finanzas de Holanda, Jan Kees de Jager, exigió que las garantías que pidió Finlandia para conceder el préstamo a Madrid sean accesibles para todos los demás.
“Para Holanda el punto de partida al respecto es que esta modalidad debe ser diseñada de forma que sea accesible a todos los Estados miembros, debido a la igualdad de trato de los países acreedores, mientras no se cree ningún derecho para otros tenedores de bonos”, afirmó en una carta enviada a los diputados de su país.
Por su parte, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, deslizó una crítica a Finlandia al decir que “la cumbre de la UE tiene credibilidad sólo cuando sus actores no hacen declaraciones que contradicen las conclusiones que ellos mismos adoptaron”.
Los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, también han llamado a Holanda a alinearse con los acuerdos del bloque.
“Sólo quiero recalcar nuestro compromiso con el euro”, dijo Urpilainen antes de la reunión del Eurogrupo (ministros de Finanzas de la zona euro) el lunes. La duda es si sus pares europeos le darán credibilidad a sus palabras.