Europa: rescate superaría un billón de euros

La crisis de deuda de la zona euro podría haber llevado a la economía del bloque de vuelta a la recesión. Los índices de gerentes de compra (PMI, según su sigla en inglés) cayeron por segundo mes consecutivo en octubre, ratificando el sentido de las medidas que están analizando los líderes europeos para contener una crisis de deuda soberana.

En este marco, la canciller alemana, Angela Merkel, adelantó a los líderes de los principales partidos alemanes los detalles del acuerdo para superar la crisis que los países de la Unión Europea deben firmar mañana.

En su intervención en Berlín, Merkel reveló que el fondo de rescate del euro finalmente tendrá una capacidad superior al billón de euros, al mismo tiempo que elevaron los recortes de deuda griega entre 50% y 60%, por encima de 40% que está dispuesto a aceptar la banca de su país.

El pleno del parlamento alemán (Bundestag) votará mañana la nueva configuración del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF), horas antes de que la cumbre de líderes de la eurozona trate de cerrar este asunto en Bruselas.

La falta inicial de acuerdos tras la cumbre del fin de semana alertaron particularmente a una parte de los agentes financieros y, más específicamente en Grecia, donde las acciones de bancos locales registraron notorias pérdidas. Títulos como los de Alpha Bank, que habían subido 3%, 8% y hasta 10% en la tres sesiones anteriores, retrocedieron hasta 20%. El mismo castigo lo recibieron otras instituciones financieras, como el National Bank of Greece, Piraeus Bank y EFG Eurobank.




Tensas relaciones en el bloque


El deterioro de las finanzas helenas sólo ha disminuido el espacio de maniobra de Europa para dar la pelea al contagio, que amenaza con llevar a Grecia hacia el impago, devastar el sistema bancario, infectar a España e Italia y conducir a toda la economía global a una nueva recesión.

En paralelo, las relaciones diplomáticas dentro del bloque también se han visto erosionadas, con el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, diciéndole al primer ministro británico, David Cameron, en la cumbre, que estaba “harto de que nos critiquen y nos digan qué tenemos que hacer”, según diplomáticos citados por la prensa británica.

Por su lado, el premier italiano, Silvio Berlusconi, afirmó que nadie en la Unión Europea está en disposición de dar lecciones a sus socios comunitarios ni de hablar en nombre de gobiernos electos o de los pueblos europeos.

El personero pidió confianza en Italia y aseguró que llevará sus “firmes posiciones” ante la crisis financiera a la próxima cumbre de la UE, después de que el domingo las autoridades comunitarias le exigieran nuevas medidas de ajuste y acelerar las ya aprobadas.