Internacional
Elecciones en Argentina: la batalla en la Ciudad de Buenos Aires
La mayoría que obtenga el oficialismo en el Congreso es fundamental, además, ante las especulaciones de reforma constitucional.
Por: | Publicado: Jueves 20 de octubre de 2011 a las 05:00 hrs.
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Los resultados de la elección presidencial de este domingo en Argentina ya se dan como seguros, y la actual mandataria Cristina Fernández podría obtener incluso la mayoría más alta en tres décadas.
Sin embargo, hay otras batallas que serán relevantes. Junto con la elección de presidente, se realizan las votaciones para elegir 24 senadores y 130 diputados nacionales, y el resultado de estos últimos será especialmente significativo en la Ciudad de Buenos Aires.
Aquí la pelea será intensa debido al polémico triunfo del empresario de derecha Mauricio Macri del PRO como jefe de gobierno porteño, que ganó con 64,2% de los votos en una segunda vuelta, y cuyo partido no cuenta con candidato presidencial, por lo que dará sus principales luchas en los distritos bonaerenses y en la cantidad de bancas que consiga en el Congreso, todo esto tras la experiencia de 2009 donde la oposición logró ganarle lugares al oficialismo.
“Cuando uno saca muchos votos, tiene el apoyo para hacer más cosas. El que sea electo va a contar con todo el apoyo del gobierno de la ciudad de Buenos Aires para hacer todo lo que sea posible para mejorarle las oportunidades y la calidad de vida a la gente en Argentina”, aseguró Macri ayer.
Los resultados parlamentarios serán significativos para Macri para obtener una alta representividad y apoyo en las Cámaras, y ser un punto de oposición al gobierno.
De hecho, aún cuando abogó por un espíritu conciliador de todas formas hizo campaña por sus dirigentes. “Elijan diputados independientes, que hagan escuchar todas las voces de los argentinos, como Federico Pinedo, en la lista corta en la capital”, agregó.
Así, el PRO posee 14 bancas actualmente y pretende renovar 4 a nivel nacional.
En la Ciudad, Pinedo compite contra Martín Redrado, el economista y antiguo presidente del Banco Central de Argentina, que va por el Frente Popular; Roberto Feletti por el Frente para la Victoria, actual viceministro de Economía y cercano de Amado Boudou, y Manuel Garrido por Udeso, jefe de la Oficina Anticorrupción durante parte del gobierno de Néstor Kirchner. Ellos, junto a otros candidatos del Frente Amplio Progresista, la Coalición Cívica, el Frente de Izquierda, Compromiso Federal y otros independientes lucharán por un escaño en la Cámara.
Y aún cuando Fernández logre la presidencia será significativo por cuánto lo haga y aún más, cómo quede la conformación del Congreso.
Reforma constitucional
El tipo de mayoría que pueda tener el oficialismo en el Congreso es fundamental, en especial ante las especulaciones de una reforma constitucional que permita a Fernández optar a un tercer mandato. Para tener mayoría en el Congreso se necesitan 129 diputados y 37 senadores. Actualmente el Frente para la Victoria posee 87 diputados, de los cuales renuevan 51, mientras que en el Senado posee 33 y renueva 15.
El panorama previo indica que el kirchnerismo lograría ingresar 61 diputados y 16 senadores llegando a 97 diputados y 34 senadores, lejos de conseguir la hegemonía parlamentaria que advierte la oposición y quienes ya se han opuesto a tal cambio.
Sin embargo, hay otras batallas que serán relevantes. Junto con la elección de presidente, se realizan las votaciones para elegir 24 senadores y 130 diputados nacionales, y el resultado de estos últimos será especialmente significativo en la Ciudad de Buenos Aires.
Aquí la pelea será intensa debido al polémico triunfo del empresario de derecha Mauricio Macri del PRO como jefe de gobierno porteño, que ganó con 64,2% de los votos en una segunda vuelta, y cuyo partido no cuenta con candidato presidencial, por lo que dará sus principales luchas en los distritos bonaerenses y en la cantidad de bancas que consiga en el Congreso, todo esto tras la experiencia de 2009 donde la oposición logró ganarle lugares al oficialismo.
“Cuando uno saca muchos votos, tiene el apoyo para hacer más cosas. El que sea electo va a contar con todo el apoyo del gobierno de la ciudad de Buenos Aires para hacer todo lo que sea posible para mejorarle las oportunidades y la calidad de vida a la gente en Argentina”, aseguró Macri ayer.
Los resultados parlamentarios serán significativos para Macri para obtener una alta representividad y apoyo en las Cámaras, y ser un punto de oposición al gobierno.
De hecho, aún cuando abogó por un espíritu conciliador de todas formas hizo campaña por sus dirigentes. “Elijan diputados independientes, que hagan escuchar todas las voces de los argentinos, como Federico Pinedo, en la lista corta en la capital”, agregó.
Así, el PRO posee 14 bancas actualmente y pretende renovar 4 a nivel nacional.
En la Ciudad, Pinedo compite contra Martín Redrado, el economista y antiguo presidente del Banco Central de Argentina, que va por el Frente Popular; Roberto Feletti por el Frente para la Victoria, actual viceministro de Economía y cercano de Amado Boudou, y Manuel Garrido por Udeso, jefe de la Oficina Anticorrupción durante parte del gobierno de Néstor Kirchner. Ellos, junto a otros candidatos del Frente Amplio Progresista, la Coalición Cívica, el Frente de Izquierda, Compromiso Federal y otros independientes lucharán por un escaño en la Cámara.
Y aún cuando Fernández logre la presidencia será significativo por cuánto lo haga y aún más, cómo quede la conformación del Congreso.
Reforma constitucional
El tipo de mayoría que pueda tener el oficialismo en el Congreso es fundamental, en especial ante las especulaciones de una reforma constitucional que permita a Fernández optar a un tercer mandato. Para tener mayoría en el Congreso se necesitan 129 diputados y 37 senadores. Actualmente el Frente para la Victoria posee 87 diputados, de los cuales renuevan 51, mientras que en el Senado posee 33 y renueva 15.
El panorama previo indica que el kirchnerismo lograría ingresar 61 diputados y 16 senadores llegando a 97 diputados y 34 senadores, lejos de conseguir la hegemonía parlamentaria que advierte la oposición y quienes ya se han opuesto a tal cambio.