FMI alerta sobre riesgos externos “inusuales” sobre América Latina, pero rescata capacidad de Chile para enfrentar impacto

Los efectos de la guerra en Ucrania y la inflación se siguen sintiendo en la economía mundial y Latinoamérica no es la excepción, llegando a enfrentar “riesgos inusualmente altos”. 

Según explicó esta mañana el director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Ilan Goldfajn, “la región es golpeada por un choque inflacionario tras otro”.

Entre los factores internacionales que podrían llegar a afectar las condiciones financieras de la región está el actual endurecimiento de la política monetaria de Estados Unidos por parte de la Reserva Federal y desaceleraciones más acentuadas del crecimiento en China con la pandemia. 

Esos factores también representan riesgos para Chile, cuya proyección de crecimiento es de 1,5% para este año y de 0,5% para 2023.

Sin embargo, para Goldfajn “en Chile tenemos un historial de políticas y marcos institucionales fuertes, una deuda pública baja, así que todo esto aumenta la resistencia y la capacidad de Chile para responder a los choques”. 

Mientras, para América Latina el analisis del organismo financiero multilateral apunta a que “el aumento de los costos de financiamiento a escala mundial e interna puede acelerar la salida de capitales y plantear un reto para la región, dadas las grandes necesidades de financiamiento público y externo en algunos países, y los limitados recursos para financiar inversiones en la región”.

Riesgo del alza en alimentos y energía

En cuanto a inflación, se espera que los grupos más vulnerables de la región sean los más golpeados por el aumento de los precios de los alimentos básicos y la energía, al mismo tiempo en que sigan tratando de recuperarse del impacto económico de la pandemia. 

Se estima que cerca del 40% de los países que han introducido nuevas medidas para contener los efectos del alza de precios en los grupos vulnerables -como reducción de impuestos y aranceles, límites de precios y transferencias sociales-, lo que sería equivalente al 0,3% del PIB de este año. 

En tanto, se alerta de que la deuda pública de la región está por encima de los niveles previos a la pandemia y que, bajo un escenario de alza de tasas de interés internacionales y locales,  los países tendrán que garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas para ayudar a recomponer su espacio fiscal. 

Sin embargo, el organismo también apunta a que se deben adoptar medidas y estrategias para proteger a los más vulnerables. 

“El gasto en programas sociales, salud, educación e inversión pública debe protegerse, al tiempo que se implementan reformas tributarias (como el aumento de los impuestos sobre la renta de las personas físicas) que apuntalen el crecimiento inclusivo y ayuden a los países a mantener la sostenibilidad fiscal”.