Chile y Uruguay buscan inversiones europeas en innovación para Latinoamérica
Cancilleres de ambos países abordaron la importancia de las integraciones regionales, como Mercosur, para ofrecer una mayor proyección internacional a sus economías.
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Los gobiernos de Chile y Uruguay apostaron hoy en Roma por el fomento de las inversiones europeas en innovación y nuevas tecnologías para Latinoamérica, a fin de profundizar en el desarrollo económico de la región, rica ya de por sí en materias primas.
Durante la jornada de clausura de la V Conferencia Italia-América Latina y Caribe celebrada ayer y hoy en Roma, los cancilleres de Chile, Alfredo Moreno, y Uruguay, Luis Almagro Lemes, abordaron la importancia de las integraciones regionales, como Mercosur, para ofrecer una mayor proyección internacional a sus economías, también en el ámbito de las relaciones con la Unión Europea (UE).
"Europa es el primer inversor en Latinoamérica. Con la inversión no solo llegan capitales, sino que además viene tecnología, buenas prácticas, que es precisamente lo que Chile y Latinoamérica necesitan. Somos ricos en materias primas, pero requerimos inversiones en tecnología", afirmó Moreno.
El canciller chileno incidió además en que la integración económica de la UE y Latinoamérica debe traer también inversión en capital humano.
"Si hay algo que a Latinoamérica costó décadas de subdesarrollo fue dejar pasar la revolución industrial. Latinoamérica no puede dejar pasar esta nueva revolución, que es la del conocimiento y para eso Chile, como otros países, están adoptando políticas muy activas, que permitan subirnos al tren de esta nueva revolución", apuntó.
Moreno reconoció los beneficios que para las exportaciones chilenas han traído los tratados de libre comercio y apostó por realizar un "análisis que lleve a seguir liberalizando las relaciones comerciales entre la UE y Latinoamérica".
Por su parte, Almagro Lemes también apostó por esa búsqueda de la innovación a través de la cooperación con la UE e indicó que en ese proceso de intercambios económicos y comerciales no hay que olvidarse de la "dimensión humana".