Brasil anuncia plan de estímulo para defender a la industria local
Gobierno de Dilma Rousseff espera finalizar este año con un crecimiento de entre 4% y 4,5%.
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La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ordenó una serie de recortes tributarios y otras medidas de estímulo por 65.000 millones de reales
(US$ 35.000 millones) para proteger a su industria, que ha tenido dificultades producto de un crecimiento global más lento y los efectos de la apreciación de su divisa, el real.
Como parte del paquete de medidas anunciadas por el ministro de Finanzas de Brasil, Guido Mantega, el gobierno eliminará 12.100 millones de reales a partir de julio y hasta 2013 en impuestos sobre los salarios para empleadores en las 15 industrias más golpeadas por un alza en las importaciones.
También se introducirán medidas para estimular las inversiones en el sector automotriz, que ha tenido que competir con un avance de 30% en las importaciones de autos el año pasado.
Al mismo tiempo, el banco de desarrollo estatal BNDES impulsará las exportaciones y las inversiones aumentando el financiamiento subsidiado para el sector manufacturero y para los exportadores golpeados por la apreciación del real. Esto será respaldado por una inyección del Tesoro brasileño por 45.000 millones de reales.
“El gobierno está lanzando estas nuevas medidas para fortalecer la economía brasileña y garantizar la continuidad del crecimiento sustentable del país. También para responder a los problemas que están siendo creados por la crisis de la economía internacional”, dijo Mantega en Brasilia.
Medidas graduales
La presidenta Rousseff, una tecnócrata de formación, está optando por medidas graduales para afianzar una frágil recuperación económica luego de que Brasil se asomara a la recesión a fines de 2011. Su gobierno confía en que las nuevas medidas permitirán cerrar 2012 con un crecimiento de entre 4% y 4,5%. En tanto, Jim O’Neill, presidente de Goldman Sachs, prevé un avance de 4% en los próximos cinco años.
Pero analistas citados por Reuters dudan que la economía pueda crecer a ese ritmo sin reformas más ambiciosas para enfrentar los perennes problemas estructurales del país.
El paquete de incentivos incluye mediadas para impulsar compras gubernamentales de bienes fabricados localmente y una aplicación más estricta de reglas comerciales.
“No es proteccionismo” dijo Mantega durante la presentación del proyecto, que es la segunda fase del “Brasil Más Grande” anunciado en 2011 y que incluía incentivos tributarios y agresivos recortes de tasas de interés que mantuvieron elevado el gasto de los consumidores brasileños.