Macron escoge primer ministro de derecha y pide cambios al tratado de la Unión Europea
Designación de Edouard Philippe como premier es una señal de que el nuevo gobierno buscará acuerdos amplios.
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En su primera visita oficial tras asumir el domingo, el nuevo presidente francés Emmanuel Macron se reunió ayer con la canciller alemana Angela Merkel, en una señal de su compromiso con fortalecer los vínculos con la Unión Europea. No obstante, el mandatario defendió la necesidad de implementar cambios en los tratados que dan vida al bloque y aseguró que “necesitamos más pragmatismo y menos burocracia”.
“Estoy feliz de que podamos trabajar juntos en un mapa de ruta común para la UE y la eurozona”, señaló el nuevo jefe de Estado, en una conferencia conjunta con Merkel. “En el pasado, el tema de un cambio al tratado era tabú para Francia. Ya no será el caso”.
Agregó que el bloque debe trabajar unido “en una política común de asilo, trabajadores desplazados y comercio bilateral. Todo esto tendrá impacto en nuestros ciudadanos”.
Desde una postura de apertura comercial, Macron ha defendido la implementación de una política que priorice los productos europeos y evite que empresas estratégicas del continente sean adquiridas por firmas extranjeras.
Cuestionada sobre ello, Merkel manifestó que “en las relaciones del comercio, ve un elemento de reciprocidad. Eso es algo que me puedo imaginar con facilidad”.
Añadió que “a Alemania solo le irá bien si a la UE le va bien y a la UE solo le irá bien con una Francia fuerte”.
Primer ministro conservador
El alcalde de la ciudad porteña Le Havre, Edouard Philippe, es la carta que Macron anunció ayer para asumir el cargo de primer ministro del país, una posición desde la cual tendrá la responsabilidad de impulsar la agenda legislativa del Palacio del Elíseo en la Asamblea Nacional.
Philippe, militante de Los Republicanos, respaldó la corta carrera presidencial de Alain Juppé, quien perdió en la elección primara ante Francois Fillon. Ayer, en una ceremonia en que recibió el cargo de manos del socialista Bernard Cazeneuve, señaló que “yo soy un hombre de derecha, pero sé que el bien común debe guiar nuestro trabajo”.
Su elección habla de una búsqueda de equilibrio en el gobierno de Macron, cuya apuesta en segunda vuelta recibió el apoyo tanto de los socialistas como de los republicanos.
De cara a las legislativas de junio, que determinarán la composición del próximo hemiciclo parlamentario, muchos socialistas buscan repostular a un escaño bajo la bandera del movimiento de Macron, En Marche la République, y el partido se abrió a un acuerdo ayer. Según encuestas, En Marche podría obtener mayoría en las elecciones.
El nuevo primer ministro aún tiene que ser ratificado por la nueva Asamblea Nacional, al igual que el resto del gabinete.
Oposición nacionalista
Con socialistas y republicanos dando su apoyo al nuevo gobierno, el ultranacionalista Frente Nacional que lidera Marine Le Pen se perfila como la principal fuerza de oposición.
Ayer, la excandidata por la presidencia manifestó su rechazo al nombramiento de Philippe y señaló que ello perpetuará la narrativa actual. “Es una alianza sagrada de la antigua derecha y la izquierda, unidas en su determinación de aferrarse al poder a cualquier costo y perseguir sus políticas comunes de austeridad, sumisión a Bruselas e inmigración masiva que han hecho tanto daño a Francia”, señaló.
Le Pen retomó su rol como líder del FN, aunque no estaba claro si postulará a un escaño parlamentario. Su partido busca aumentar su participación desde los actuales dos representantes a, al menos, 40, en un congreso de 577 miembros.
SUBE TENSIÓN EN LA OTAN
La canciller alemana, Angela Merkel, amenazó ayer con sacar las tropas que el país tiene en territorio turco, en una nueva señal de tensión en la OTAN. Ello, luego de que Ankara cerrara la puerta a la visita de parlamentarios alemanes a la base que ocupan los soldados. "Seguiremos dialogando con Turquía, pero en paralelo tenemos que explorar otras formas de cumplir con nuestro mandato", señaló Merkel, quien agregó que podría redestinar los soldados a otras áreas, entre ellas Jordania. Sus asesores también evalúan las bases de Chipre y Kuwait. En el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán, la decisión de Ankara fue catalogada como "completamente inaceptable". El ministro Sigmar Gabriel aseguró que discutiría el tema hoy con otros gobiernos de la OTAN en Washington.