Economía

La incertidumbre se prolonga en Alemania: Merkel sigue en la lucha por formar gobierno

Conservadores y socialdemócratas postergaron para hoy la fecha límite para un pacto, que definirá temas cruciales para el futuro del continente.

Por: María Akbulyakova | Publicado: Miércoles 7 de febrero de 2018 a las 04:00 hrs.
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Tras más de cuatro meses de negociaciones para formar gobierno, Alemania no logró ayer cerrar uno de los capítulos más largos de incertidumbre política en la historia del país. La Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la canciller Angela Merkel y los socialdemócratas (SPD) de Martin Schulz prolongaron por un día más las negociaciones para formar la gran coalición, en el tercer día consecutivo de postergación.

En la mañana, Schulz se había mostrado optimista con lograr un acuerdo, que, según esperaba, fuera “con un espíritu positivo y con un buen resultado para nuestro país”.

Sin embargo, hasta anoche, las partes –que la semana pasada lograron avances en asuntos de clima, seguridad social y migración- no habían alcanzado un consenso por temas laborales y de salud.

Con ello, la incertidumbre se prolongaba hasta hoy, cuando los negociadores se volverían a reunir en Berlín, para sellar un pacto que ponga fin a los cuatro meses de estancamiento político.

Europa expectante

El tema central del debate -y al que miraron los políticos europeos y los mercados mundiales- fue la agenda europea que buscará impulsar el nuevo potencial gobierno, acordada el lunes.

Aunque en el SPD había preocupación por una posible pérdida de identidad dentro de la nueva gran coalición, la que tuvo que ceder fue Merkel.Los conservadores accedieron a dar “una clara señal de que Alemania estará dispuesta a aportar más dinero al presupuesto europeo” y a “al menos iniciar discusiones sobre un presupuesto común de la eurozona”, explicó a DF Jacob Kirkegaard, miembro senior de Peterson Institute for International Economics (PIIE).

Ante ello, un triunfante Schulz –quien aboga por los “Estados Unidos de Europa”- manifestó el lunes que las nuevas políticas significarán un “presupuesto de inversión de la eurozona y el fin a la austeridad forzada”.

Ayer, Merkel aseguró que está dispuesta a hacer “concesiones dolorosas” para lograr una coalición, pero esa línea podría traerle problemas en su propia colectividad. “Los miembros del partido de Merkel son bastante euroescépticos. Si ella cede algo más en los próximos años -porque tendrá que ceder bastante- es posible que pierda control de su propio gobierno”, advirtió a DF Stephen Brown, economista europeo de Capital Economics.

El apoyo de Merkel a la restructuración del Mecanismo de la Estabilidad Europea (ESM, su sigla en inglés), un fondo de rescate para países en crisis, ya generó críticas al interior de la CDU la semana pasada. Los conservadores temen que, al para convertir la instancia en una entidad permanente controlada por Europa, Alemania se convierta en una “billetera” para países fiscalmente irresponsables.

Con eso, según Brown, la CDU podría mostrar su rebeldía en el parlamento, alejándose de la línea del partido. “Es bastante raro y no ha pasado antes, pero con el creciente apoyo a la Alternativa para Alemania (AfD) de extrema derecha por ser euroescéptico, podrán hacerlo”, afirmó.

Pero Kirkegaard fue más optimista. “Merkel y la CDU dominarán la próxima coalición, por lo cual tendrán que al menos inicialmente entregar más, pero eso aún les pone en el asiento conductor”, afirmó.

Sea como sea, desde la perspectiva de Francia y su presidente Emmanuel Macron, defensor de una mayor unificación de Europa, la formación de la gran coalición “es el mejor escenario posible”. “Merkel está claramente buscando dejar un legado y quiere lograr un acuerdo con Macron sobre la reforma europea”, afirmó el experto de PIIE.

Pero a pesar de que podemos esperar una mayor integración en los próximos años, “la gran pregunta”, según Brown, es si sobrevivirán las principales medidas para promover la estabilidad de la eurozona, “como la concresión de la unión bancaria, que significará que el gobierno alemán sea responsable por bancos en España o Italia, una medida muy impopular en Alemania”.

El debate del SPD

Por otra parte, al ser logrado, el acuerdo todavía tiene que ser aprobado por los casi 464 mil miembros de SDP, altamente escépticos sobre una nueva gran coalición después de ser el “hermano menor” de la CDU por ocho años. “El atraso en formar una coalición no es una crisis política: la crisis vendrá si los miembros del SPD votan en contra”, sostuvo Kirkegaard.

Jóvenes y miembros antiguos del partido incluso reclutan nuevos militantes para que voten contra el pacto, lo que podría generar nuevas elecciones. Pero ello es poco deseable para SDP, cuyo apoyo según la encuesta de Insa publicada el lunes bajó de 20,5% en septiembre a 17%, sólo dos puntos porcentuales por encima de la AfD.

“Si ellos obligan a los alemanes ir a las nuevas elecciones –lo que no será popular entre la población- podrán perder todavía más. Así que a los miembros del SPD les puede no gustar el acuerdo de coalición, pero ellos saben que la alternativa es peor”, aseguró el experto de PIIE.

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