Gobierno francés endurece el tono ante demandas laborales del sector de transportes
El ministro de Finanzas descartó un rescate de Air France y las acciones bajaron ayer hasta 14%, tras la sorpresiva renuncia del CEO de la aerolínea por el fracaso de su propuesta de reajuste salarial.
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Un complejo panorama enfrenta el gobierno de Emmanuel Macron. Una serie de paros en el sector de transportes de Francia han provocado interrupciones que se extienden por semanas, lo que llevó a la administración a endurecer el tono para zanjar las disputas laborales.
El primer ministro se reunió ayer con los líderes sindicales ferroviarios para intentar destrabar las negociaciones, mientras el ministro de Finanzas dijo categórico el domingo que no rescatarán a la aerolínea Air France.
El director ejecutivo de Air France-KLM, Jean-Marc Janaillac, anunció sorpresivamente su renuncia el viernes, luego de que el sindicato rechazara su propuesta de reajuste salarial.
La compañía ofreció un aumento salarial de 7% en cuatro años, con un 2% en 2018 y nuevos incrementos dependiendo del desempeño financiero de la firma. Pero los sindicatos, liderados por los pilotos, esperaban un porcentaje mayor este año y que los nuevos aumentos no tuvieran condiciones, por lo que rechazaron la propuesta y aceleraron la salida del CEO.
No habrá rescate
A eso se sumaron las declaraciones del ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, quien dijo que Air France necesita una reforma o que su supervivencia estará en riesgo.
“Si Air France no hace los esfuerzos de competitividad necesarios que le permitan a este ícono nacional estar al mismo nivel de Lufthansa u otras aerolíneas globales, Air France va a desaparecer”, advirtió en una entrevista con BFMTV el domingo.
Le Maire también aclaró que el gobierno, que posee un 14,3% de la propiedad, no va a rescatar a la empresa. “No le explicaré a los franceses que absorberemos las pérdidas de Air France mientras Air France no haga los esfuerzos de competitividad necesarios”, aseguró.
Las acciones de Air France-KLM bajaron hasta 14% ayer, mientras los inversionistas digerían la renuncia de Janaillac, la postura del gobierno y la fortalecida posición de los sindicatos, antes de recuperarse levemente para cerrar con una caída de 10%.
Los paros ya le han costado cerca de 300 millones de euros a la aerolínea, y han arrastrado sus resultados del primer trimestre a una pérdida de 118 millones de euros, a pesar de que KLM ganó 60 millones de euros.
Janaillac no es el primer ejecutivo en sufrir la fuerza de los sindicatos de la aerolínea. En 2015, el director de recursos humanos de la compañía fue atacado por una turba iracunda, mientras que en 2016, el exdirector ejecutivo de la firma, Alexandre de Juniac, renunció tras enfrentarse constantemente con los pilotos.
Huelga ferroviaria
Otro de los flancos abiertos es la reforma a la endeudada empresa ferroviaria SNCF, la mayor transformación desde la nacionalización de los trenes en los ‘30, y que busca terminar con su monopolio de los trenes de pasajeros domésticos y poner fin a la contratación de trabajadores ferroviarios con contratos que les otorgan mayor protección que en otros sectores.
Los sindicatos comenzaron el 3 de abril una serie de paros que se extienden por dos días, cada cinco días, y que se prolongarán hasta fines de junio en rechazo a la reforma.
El premier se reunió ayer con los líderes sindicales para alcanzar acuerdos en una de las mayores trabas: los 46 mil millones de euros de deuda de la empresa. Edouard Philippe dijo que esperaba que la SNCF alcanzara el equilibrio presupuestario en 2022 y prometió anuncios sobre el manejo de la deuda a fines de mayo, pero los representantes afirmaron que mantendrán las medidas de fuerza porque faltan detalles.