Flint, la otra ciudad automotriz que seguiría ahora a Detroit por el camino de la quiebra
De los 80 mil puestos de trabajo que generaba General Motors en la ciudad en los ‘70, hoy sólo quedan 8 mil.
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En momentos en que Detroit todavía está luchando por salir de la bancarrota, otra ciudad de Michigan podría estar a punto de caer en el mismo agujero.
La Gran Recesión de 2008 explotó muchas burbujas, incluidas las formadas por los masivos niveles de deuda acumulados por ciudades industriales moribundas. Por ello Flint, otra ciudad vinculada a la industria de automóviles que una vez estuvo en auge, podría verse obligada a declararse en quiebra.
Si el juez falla en contra de los esfuerzos de Flint por reducir los beneficios de salud de sus jubilados, la ciudad se unirá a una docena de ciudades o condados que han buscado ayuda en los tribunales desde que comenzara la crisis.
La ciudad está siendo dirigida por Darnell Earley, director de emergencia que fue nombrado por el gobernador Rick Snyder para administrar las finanzas.
“Si no conseguimos ningún alivio en los tribunales nos dirigimos hacia el mismo acantilado que Detroit”, afirmó Earley. “Ni siquiera podremos sostener el presupuesto que tenemos, si tenemos que poner más dinero para el cuidado de la salud” para los trabajadores de la ciudad.
La cuna de GM
Flint, lugar de nacimiento de General Motors que una vez tuvo 200.000 habitantes, ha sufrido una espectacular caída en su población lo que se ha traducido en un abandono de propiedades y fábricas.
General Motors solía emplear alrededor de 80.000 personas en la zona a principios de la década de los ‘70. Ahora, quedan menos de 8.000 puestos de trabajo.
Antes que Detroit, la declaración de quiebra más significativa por parte de un gobierno local en EEUU correspondió al condado de Jefferson, en Alabama, en noviembre de 2011. El condado emergió de la quiebra el año pasado tras repactar US$ 4.000 millones en deuda.
En tanto, los procesos judiciales continúan en las ciudades californianas de Stockton, San Bernardino y Mammoth Lakes.
La amenaza de nuevos casos podría estar ahora en Michigan, donde una docena de ciudades y cuatro distritos escolares están bajo el control del Estado.
En la actualidad el déficit presupuestario de Flint es de unos US$ 12,9 millones, y la ciudad tendrá que contribuir con US$ 5 millones más a no ser que la mayoría de los jubilados empiecen a pagar más por los beneficios de salud y absorban deducibles y copagos más altos.
Mientras que el riesgo de bancarrota permanece hasta que el caso se resuelva en última instancia, la ciudad recibió un indulto temporal la semana pasada, cuando un juez federal le permitió implementar recortes en el presupuesto de este año fiscal.
Si bien funcionarios de la ciudad expresaron su alivio, la pregunta fundamental que subyacen acerca de la capacidad de un municipio para alterar los beneficios de salud de sus propios jubilados no ha sido respondida.