A pesar de su actitud afable, Xi Jinping sigue siendo un misterio
El viaje de Xi fue visto como una oportunidad tener una visión de cómo será él cuando esté en el poder.
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Por Teddy Ng en Los Angeles, California
El ajetreado viaje de cinco días en EEUU hecho por Xi Jinping fue orquestado para mostrar su resistencia y elevar su perfil internacional, dándole una reputación de ser mucho más agradable que el presidente Hu Jintao. Pero, más allá de las sonrisas y de los gestos de voluntad, muy poco se conoce del estilo de trabajo del vicepresidente y de cómo manejará los altibajos de los lazos con EEUU, dicen los analistas.
El viaje de Xi fue visto como una oportunidad para EEUU de tener una visión del futuro líder de China, aunque el viaje se realizó en medio de las incertidumbre sobre los lazos bilaterales, incluyendo desacuerdo acalorados por el manejo del programa nuclear de Irán y de las mortales protestas en Siria.
Pero las duras palabras fueron abandonadas después de Washington, la primera parada del viaje. En Iowa y Los Ángeles, Xi conversó de manera informal con el público y promovió los lazos empresariales. Ambos lados dieron una evaluación optimista sobre el viaje, con el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, llamando a Xi una persona “muy directa”.
En su paso por Los Ángeles, además de las conversaciones comerciales, Xi reveló su interés por las películas de Hollywood, la NBA y béisbol profesional. En discursos e intercambios con estudiantes, Xi, de manera reiterada, citó referencias literarias, que iban desde autores chinos tradicionales al pensador británico del siglo 17 Francis Bacon y al novelista del siglo 19 Mark Twain.
Xi no es el primer líder en tratar de pulir su imagen durante un viaje a EEUU. En 2000, Jiang Zemin recitó parte del Discurso de Gettysburg, de Abraham Lincoln en inglés en el programa televisivo “60 minutos”. Pero Hu, el sucesor de Jiang, fue considerado mucho más serio y severo.
“Creo que está mandando una señal a los estadounidenses de que es abierto, flexible y que aprecia esos aspectos de la vida estadounidense”, dijo el director asociado del Instituto estadounidense-chino en la universidad de Southern California, Clayton Dube.
“Además, su actitud fue muy suave, y esto fue algo a lo que la gente reacciona favorablemente”, opinó, Orville Schell, de Asia Society.
Sin revelar
Pero más allá de repetir la postura de su antecesor, Xi aún no ha revelado mucho sobre su pensamiento sobre las relaciones China-EEUU.
“Las cosas más importantes no son si Xi puede dar un buen discurso o si puede jugar básquetbol. Lo importante es su habilidad para guiar y establecer un curso que la gente siga. No tenemos modo de saber sobre esto actualmente”, acota Dube.
Con la confianza mutua establecida entre Xi y el vicepresidente de EEUU, quien ha recibido la tarea de lidiar con lo asuntos con China, Schell espera que los futuros intercambios entre los dos países se realicen sin problemas. “No creo que Xi piense que Biden es anti China. Están lo suficientemente cerca y tienen un compromisos entre ambos para que las cosas funcionen”.