Gobierno argentino dispondrá de US$ 22.000 millones extra tras cambios a ley del Banco Central
Reservas se podrían usar para pagar deuda, cubrir baches fiscales o financiar créditos a la producción, entre otros.
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El nuevo mapa económico que se abre con la reforma de la carta orgánica del Banco Central (BCRA), aprobada ayer por el Senado, tiene múltiples aristas. Para empezar, desde el lunes el gobierno contará con alrededor de US$ 22.000 millones extra para la caja oficial, los que podrá disponer para pagar vencimientos de deuda, cubrir baches fiscales o financiar créditos a la producción, entre otros fines.
El mercado financiero tomó nota del golpe de timón en la política monetaria y no tardó en reaccionar: desde el anuncio de la medida por parte de la presidenta Cristina Fernández en la inauguración de las sesiones del Congreso, hace 20 días, hasta su transformación en ley (ayer) los bonos en dólares subieron entre 3,5% y 6%, mientras que el dólar paralelo amplió la brecha con el oficial (controlado por el Central) del 8,2% al 10%.
La lectura es sencilla: con la reforma del Central, el gobierno se asegura el pago, mediante reservas, de la deuda nominada en dólares (por lo que el riesgo de default cae y el precio de los títulos sube), mientras que el respaldo en divisas de cada peso en circulación cae por la eventual (casi descontada) utilización parcial de las reservas.
Mientras tanto, el horizonte económico oficial parece haber ingresado en un bálsamo, al menos en el corto plazo. Con la posibilidad de utilizar reservas para cubrir los vencimientos de este año y la soya nuevamente en las inmediaciones de
US$ 500, la Rosada hasta se dio un gusto impensado: ordenó dejar stand by la eliminación de subsidios, que había repercutido muy negativamente en la opinión pública.
Líneas rectoras
Los cambios en el Central tienen dos líneas rectoras: por un lado incrementar el financiamiento al Tesoro y, por el otro, fomentar el crédito. Respecto al primer punto, desde el lunes el Tesoro podrá utilizar reservas del Central para pagar vencimientos de deuda en dólares por alrededor de US$ 5.700 millones este año. Lo propio podrá hacer con los pagos de préstamos de organismos internacionales por otros US$ 2.000 millones. Hasta estará facultado para cancelar parte de la deuda en default con el Club de París, si en algún momento surge la intención oficial de avanzar en este sentido para regularizar los pasivos en cesación de pagos desde más de una década por US$ 6.900 millones.
Pero la historia no termina allí. La ampliación del límite de Adelantos Transitorios del BCRA al Tesoro del 10% al 20% de los ingresos del sector público nacional de los últimos doce meses, generará un renovado aire a las arcas oficiales. Producto de esta modificación, la consultora Ecolatina estimó que el Tesoro podría acceder a un flujo de fondos que llegaría a $ 65.000 millones (alrededor de US$ 14.900 millones) a fin de año, vitales para cubrir los baches presupuestarios. Sumando estos fondos a los que, seguramente, se usarán para pagar deuda privada y a organismos, el Tesoro se podría hacer de US$ 22.000 millones extra este año.
En lo que se refiere al fomento al crédito, el tema se reduce el eterno debate entre “reglas vs. discrecionalidad” en el manejo de la política monetaria. La discrecionalidad en este caso se incrementa, aunque restará ver qué parámetros impone en la reglamentación de la ley el directorio del BCRA, en particular sobre el nivel de reservas mínimas adecuado para respaldar los pesos en circulación.
Más objetivos
Al ampliar el objetivo principal del BCRA de -preservar al valor moneda- a la “estabilidad monetaria, financiera y desarrollo económico con equidad social” su campo de acción se alinea más con la política económica, pero también se vuelve más difuso. Ello no significa per se que la medida sea negativa, por el contrario. Pero no menos cierto es que en el reino de lo difuso la discrecionalidad sobre las interpretaciones de la ley amplía su horizonte.
El directorio del Central podrá desde el lunes regular plazos, tasas y comisiones del sistema financiero. “El alcance de estas nuevas atribuciones representa una incógnita en la medida en que se subejecutaron otras iniciativas que iban en la misma dirección (...)”, advirtió Ecolatina en un informe..
No menos importante, dentro de las particularidades de la reforma de la carta orgánica del Central se modifica el artículo 42, en lo que para algunos analistas constituye el elemento más evidente del incremento en la discrecionalidad del manejo de la política monetaria. La reforma implica la remoción de la obligación de presentar el Programa Monetario. Y en lugar de compilar y publicar regularmente las estadísticas monetarias y financieras, en adelante la entidad que dirige Marcó del Pont deberá “publicar anualmente los objetivos y planes respecto del desarrollo de las políticas monetaria, financiera y cambiaria”.