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Airbnb apuesta fuerte por los Juegos Olímpicos para crecer en Río de Janeiro

La firma de servicios de alojamiento Airbnb Inc. apuesta por que su patrocinio de los Juegos Olímpicos de Río consiga consolidarla como la gran alternativa de hospedaje en Brasil.

Por: Bloomberg | Publicado: Viernes 10 de junio de 2016 a las 09:52 hrs.
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A menos de tres meses del comienzo de los Juegos, la apuesta de Airbnb por los Juegos Olímpicos corre el riesgo de ser eclipsada por la profunda contracción económica, la agitación política y la crisis de salud que sacuden a Brasil. 

La empresa afirma que, en lugar de perjudicar su estrategia, la recesión brasileña la está ayudando en una ciudad con enormes problemas de alojamiento. "La crisis económica es en realidad uno de los motores clave para el crecimiento de nuestra oferta en Brasil", señala Leo Tristão, gerente nacional de Airbnb, que tiene su sede central en San Francisco.

Río de Janeiro, la célebre ciudad costera de Brasil, es el mayor mercado de Airbnb tras París, Nueva York y Londres. La debilidad de la economía nacional significa que más brasileños veranean dentro el país y eso impulsa el uso de Airbnb, dice Tristão. La plataforma tiene ahora 25.000 anuncios en Rio, frente a los 20.000 que tenía hace un año y los 900 de 2012.

El director ejecutivo del comité organizador, Sidney Levy, dijo durante la firma del acuerdo de patrocinio el año pasado que Airbnb sería crucial para ayudar a la ciudad a superar su "gran problema" de camas.

La falta de inversión en la últimas décadas en el sector hotelero han dejado a la ciudad con un inventario de hoteles antiguos con habitaciones pequeñas y húmedas pero con altos precios.

Río de Janeiro ha hecho un esfuerzo para mejorar la calidad y la cantidad de habitaciones. Desde 2009, cuando fue elegida como sede de los Juegos, duplicó su capacidad de hospedaje, en cerca de 60.000 habitaciones. Aproximadamente la mitad de están reservadas por funcionarios del Comité Olímpico.

La Copa del Mundo de 2014 también dio a Airbnb un fuerte impulso en Río. Cerca de 20% de todos los turistas que llegaron con motivo del Mundial se alojaron a través de Airbnb, dijo la compañía.

Para este año había varios proyectos hoteleros de alto perfil cuya finalización estaba prevista para antes de agosto, pero se retrasaron. Por ejemplo, dos Holiday Inn en la renovada zona portuaria de Río no estarán terminados hasta 2017. Además, un nuevo Trump Hotel cerca del Parque Olímpico también se está retrasando, aunque la compañía dice que su constructor les ha asegurado que estará listo a tiempo para los Juegos.

Las autoridades de Río y los ejecutivos de Airbnb también quieren evitar que el estallido de una serie de crisis asuste a los visitantes.

El escándalo de corrupción en torno a Petrobras y el proceso de destitución de la presidenta Dilma Rousseff han sido una distracción embarazosa de lo que debería ser una celebración en el período previo a los Juegos. Rousseff debió dejar su cargo el 12 de mayo, tras el fallo del Senado, que votó a favor de un juicio político. El vicepresidente Michel Temer asumió la presidencia y es probable que sea quien encabece la ceremonia de apertura el 5 de agosto.

La venta de entradas dentro del país es lenta por la debilidad de la economía brasileña, que sufre su peor recesión en décadas. También hay grandes obstáculos en el tema de transporte. Una extensión del metro, de vital importancia para conectar las zonas de playa con el barrio donde se emplaza la villa olímpica, está todavía en construcción. En abril, una famosa ciclorruta elevada colapsó apenas unos meses después de haber sido inaugurada, matando a dos personas. Y pese a que la tasa de homicidios es mucho más baja en Rio que en otras ciudades brasileñas, la delincuencia callejera también está aumentando.

Las epidemias de enfermedades transmitidas por mosquitos, incluido el virus del zika, se han extendido en todo el país, extenuando los recursos del gobierno y creando titulares preocupantes en el extranjero. Los puntos focales del zika están en su mayoría en el noreste de Brasil, pero el número de casos confirmados ha aumentado en Río en los últimos meses.

Desde que la Organización Mundial de la Salud emitió sus advertencias sobre el zika, "recibimos solicitudes de información al respecto, pero no hemos registrado una caída de reservas o un aumento de las cancelaciones" en Airbnb, dice Tristão.

Para hacer frente a los problemas de seguridad durante los Juegos, Airbnb indicó que abrirá una oficina temporal en Río con un grupo de expertos de la unidad de amenazas y seguridad de la empresa.

La asociación de la industria hotelera de Brasil aún tiene previsto casi un 100% de ocupación durante los Juegos. Aparte de los hoteles, la ciudad ofrece una serie de opciones de alojamiento no tradicionales, incluidas de empresas brasileñas como Hotel Urbano y AlugueTemporada, que ofrecen servicios similares a Airbnb pero tienen una menor cantidad de anuncios.

"Creo que se ha corrido la voz. La gente está viendo (Airbnb) como una forma viable de ganar algo de dinero extra", señala Stephen Boyd, analista de hoteles de Fitch Ratings. "Poner el dinero y ser un patrocinador oficial sugiere que hay algo de competencia allí".

Ser patrocinador oficial de los Juegos le permite a Airbnb "asumir un mayor protagonismo en los grandes eventos", dice Tristão. La firma se ha negado a revelar el costo de su acuerdo de patrocinio con el comité organizador de Rio.

Aparte de las muchas crisis que asustan a quienes visitan Brasil, Airbnb probablemente deberá lidiar con los sobreprecios de las habitaciones. Este es un problema que tuvo en California este año durante la final del campeonato de fútbol americano, conocida como Super Bowl.

"Hubo cierta decepción en torno al Super Bowl", dice Boyd. "Algunas de las personas en Airbnb pensaron que iban a cobrar unas primas increíbles por sus casas. Un montón de lugares quedaron sin alquilar", agrega. 

Algunos residentes de Río están buscando su propio golpe de suerte en los Juegos. Hace unas siete semanas, Fernanda Sousa, consultora de tecnología de la información de 32 años, ofreció en Airbnb una habitación de su apartamento de dos dormitorios y 70 metros cuadrados cerca de la playa de Copacabana.

"Tengo algunos amigos que alquilan en Airbnb y que me mostraron cuánto dinero ganaron el año pasado, y dije: 'eso es genial'", cuenta Sousa. Su preocupación ahora es lo que sucederá después de los Juegos. "Hay una gran cantidad de pedidos por los Juegos Olímpicos. Eso es todo lo que consigo. No he tenido ningún tipo de solicitudes para otros meses".

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