Empresas se lanzan a la batalla por un nuevo negocio: el cerebro humano
Escribir con el pensamiento o conectar el cerebro a un computador son las propuestas más recientes entre las grandes tecnológicas.
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Un nuevo nicho de negocios se abre para las empresas en Silicon Valley, y Mark Zuckerberg y Elon Musk son los primeros en lanzarse a la conquista de la que podría ser la próxima tecnología que revolucione la economía, después de los teléfonos inteligentes.
Hasta el momento, todo gira en torno a los vehículos autónomos e inteligencia artificial, pero ya hay compañías que han empezado a trabajar para entender cómo se comportan las ondas cerebrales y cómo comunicarse a través de ellas.
Escuchar con la piel, escribir con el pensamiento o tener el cerebro conectado permanentemente a un computador son las propuestas más recientes entre las grandes firmas tecnológicas.
Musk, CEO de Tesla, creó junto a otra de sus corporaciones –Spacex–, una nueva empresa llamada Neuralink que se encuentra trabajando en implantar electrodos en el cerebro para “cargar y descargar” pensamientos.
Por su parte, Facebook presentó la semana pasada un proyecto de “telepatía futurista” con el que busca dar el salto hacia una nueva era de comunicación que hasta ahora solo era posible en películas de Hollywood: transformar lo que se piensa en palabras, sin necesidad de depender de un teclado.
Tocar y hablar con el cerebro
Aunque suene a ciencia ficción, directivos aseguran que hablan en serio. “¿Y si pudiéramos tocar y hablar directamente con nuestro cerebro? Parece imposible, pero está más cerca de lo que creemos”, aseguró Regina Dugan, jefa del equipo de desarrolladores de las aplicaciones de Facebook.
La exempleada de Alphabet lidera el proyecto con el que la empresa busca “leer” los pensamientos directamente desde la parte del cerebro que controla el lenguaje para convertirlos en un mensaje escrito, sin tener que utilizar el habla, un teclado o un teléfono inteligente. Junto a ella trabaja un equipo de 60 científicos e ingenieros, especializados en inteligencia artificial, imágenes del cerebro y en prótesis neurológicas.
Hasta ahora, se ha logrado que se puedan escribir ocho palabras por minuto a través de un microimplante. Facebook aspira a conseguir algo similar “en un corto período”, con un sistema que pueda escribir 100 palabras por minuto, solo con el monitoreo del cerebro, sin usar ningún tipo de implantes.
Según Dugan, ello “permitirá enviar un mensaje de texto sin tener en la mano el teléfono o un correo electrónico sin salirse de la fiesta”.
Incluso, estarían trabajando en encontrar una forma en que las personas puedan escuchar a través de la piel. “Llegará un día, quizá en no demasiado tiempo, en que podría estar pensando en mandarín y la otra persona lo ‘sentiría’ inmediatamente en español”, apuntó.
“No se trata de descifrar pensamientos aleatorios. Estamos hablando de decodificar las palabras que se han decidido compartir enviándolas al centro del habla de tu cerebro”, dijo.
Para Facebook, la investigación se conecta a la misión central relacionada a mejorar las experiencias sociales de las personas. Incluso considera un gran logro hacer posible que individuos con problemas de audición u otra discapacidad puedan comunicarse más fácilmente.
Apuesta médica
Precisamente con un enfoque un poco más médico llega a la carrera Neuralink, empresa que se plantea la posibilidad de vincular el cerebro con un computador, a través de la creación de microdispositivos.
La startup de neurotecnología apunta a llevar al mercado, en alrededor de cuatro años, un producto que ayude a las personas que hayan sufrido severos daños cerebrales producto de lesiones cancerígenas o accidentes cerebrovasculares.
La idea es implantar pequeños electrodos en el cerebro, los cuales puedan cargar y descargar pensamientos. Esto logrará que lo que se tenga en mente pueda ser transcrito en sistemas informáticos sin necesidad de mover el cuerpo. Dicho de otro modo, es algo así como dictar un mensaje de texto con la mente.
Pero, además, Musk no descarta que en un plazo de entre ocho y diez años, la tecnología pueda ser utilizada también por personas sin discapacidad. Para el CEO de Tesla es extremadamente necesaria la fusión entre los humanos y los dispositivos, porque considera que el avance de la inteligencia artificial podría hacer que la persona termine siendo un objeto obsoleto.
Pequeñas al ataque
La batalla no es solo entre grandes. Una pequeña startup en Silicon Valley llamada Inscopix está llevando a cabo un experimento en sus laboratorios para determinar cómo se comporta la actividad cerebral en los animales, con la esperanza de extraer información útil y venderla a investigadores y a grandes farmacéuticas.
La posibilidad de entender mejor cómo las regiones del cerebro se comportan –en cuanto se refiere a la toma de decisiones, el aprendizaje, las necesidades básicas y los desórdenes médicos– y poder comparar las células enfermas con las saludables, podría ayudar a los investigadores a diseñar tratamientos para el Alzheimer, el Parkinson o alguna otra enfermedad.