Biden hace un desaire a Tesla y la excluye de evento de promoción de autos eléctricos
Al encuentro en la Casa Blanca solo fueron invitadas General Motors, Ford Motor y Stellantis, que tienen profundas raíces en EEUU y utilizan mano de obra sindical, un guiño a los trabajadores cuando el gobierno busca recuperar a su base de votantes.
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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, invitó a los que solían llamarse los Tres Grandes Detroit a la Casa Blanca para promover las ventas de vehículos eléctricos, dejando fuera de la lista de invitados a Tesla, la compañía que vende más que cualquier otra.
“Sí, resulta extraño que Tesla no haya sido invitado”, dijo Elon Musk, director ejecutivo de Tesla, en un tuit.
También quedaron fuera Nissan Motor, cuyo modelo Leaf fue pionero en autos eléctricos, Honda Motor, el primer fabricante de automóviles japonés en prometer eliminar gradualmente los autos a gasolina, y Volkswagen, que está invirtiendo US$ 41 mil millones en su plan de electrificación, en parte como penitencia por el escándalo relacionado con las emisiones contaminantes de diésel. Toyota Motor, que desarrolló el Prius, el automóvil híbrido más vendido del mundo, tampoco estuvo presente.
La diferencia obvia es que las compañías presentes, General Motors, Ford Motor, y Stellantis, tienen profundas raíces estadounidenses y utilizan mano de obra sindical, un punto que no se le escapa al presidente de United Auto Workers (UAW, por sus siglas en inglés), Ray Curry, quien también fue invitado a la Casa Blanca. Stellantis, formada a principios de este año a partir de la fusión de Fiat Chrysler y PSA Group, tiene su sede en Europa.
“Nos estamos quedando atrás de China y Europa, en tanto que los fabricantes invierten miles de millones en hacer crecer sus mercados y expandir su producción”, dijo Curry en un comunicado antes del evento. “Necesitamos hacer inversiones aquí en EEUU”.
Biden ha hecho de la reactivación de la manufactura estadounidense y el apoyo a la mano de obra los pilares de su plan económico Build Back Better. Si bien varias de las automotrices extranjeras venden vehículos eléctricos en EEUU, además de que muchos operan fábricas allí, generalmente han construido sus plantas en estados con derecho al trabajo y han frustrado con éxito los esfuerzos de los sindicatos para organizarlos.
El guiño de Biden al sindicato se produce cuando su partido está trabajando para recuperar a los votantes blancos de la clase trabajadora que solían ser parte del núcleo demócrata, antes de las elecciones de mitad de período de 2022, dijo Paul Sracic, profesor de política y relaciones internacionales de la Universidad Estatal de Youngstown.
Al preguntarle en “Balance of Power With David Westin” de Bloomberg TV por qué no se invitó a Tesla al evento, Ali Zaidi, asesor climático adjunto de la Casa Blanca, elogió la innovación de la compañía y señaló que recibió un préstamo del Departamento de Energía, que ya ha reembolsado. Pero, agregó, “Estamos entusiasmados de reunir al UAW con tres de sus empleadores más importantes en nuestro campus”.
Orden ejecutiva de Biden
El evento fue convocado para que Biden anunciara una orden ejecutiva que establece el objetivo de que para 2030, la mitad de todos los autos vendidos deberán ser eléctricos de batería, híbridos enchufables o de celda de combustible. Biden también anunció que su Administración está elaborando estándares de reducción de gases de efecto invernadero. y requisitos de ahorro de combustible para vehículos, incluidos camiones de servicio mediano y pesado.
El UAW respaldó a Biden en su carrera presidencial a principios de 2020.
Los tres fabricantes de automóviles tradicionales de Detroit representaron alrededor de 39% de todas las ventas de automóviles nuevos en EEUU durante la primera mitad del año, según datos de Cox Automotive. La participación de 15,5% de Toyota superó tanto a Ford como a Stellantis, y ocupó el segundo lugar detrás de 15,9% del líder del mercado, GM.