Bice Vida busca levantar torre de 23 pisos en estratégico sector de Providencia
Expertos señalan que terrenos de bencineras o colegios los hacen apetecidos para los desarrolladores por estar en zonas bien ubicadas.
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El 12 de julio, la Municipalidad de Providencia dio luz verde a un anteproyecto que presentó la compañía de seguros Bice Vida para el terreno donde actualmente se encuentra una bomba de bencina Shell, en Tobalaba con Bilbao, que tiene 4.000 m2 a la salida de una estación de la Línea 4 de Metro.
Según la información del expediente, la iniciativa será de uso mixto y tendrá 23 pisos de altura. Contará con 109 viviendas, 49 oficinas, 14 locales comerciales y 400 estacionamientos, en un total de 34.446 mil m2 construidos.
Consultada Bice, no quiso referirse al respecto.
La aprobación de este anteproyecto pone sobre la mesa el hecho de que los desarrolladores inmobiliarios están escogiendo con más frecuencia paños que no tienen uso de suelo residencial.
Un caso similar fue la compra por parte de grupo Urbana, ligado a Diego y Andrés Durruty, del Colegio Adventista (en Avenida Apoquindo esquina Luis Zegers) para desarrollar un mega proyecto que también será de uso mixto e implicará una inversión de US$ 180 millones.
Respecto a las causas que podrían incidir en la decisión de los inversionistas para poner sus fichas en estos espacios, está la escasez de suelo en Santiago, sumado a que tienen ubicaciones privilegiadas, en vías de alto tráfico y con alta exposición, según los expertos.
“Las estaciones de servicio disponen mayormente de terrenos esquina con salida a dos calles y por lo general con alto flujo peatonal y vehicular, características muy apetecidas por el mercado inmobiliario”, explica Sergio Correa, gerente del área de terrenos de Colliers International.
Respecto a los colegios, dice que “se desarrollan en terrenos de gran superficie, a poca distancia del transporte público y en sectores residenciales consolidados, por lo que la demanda por viviendas y comercio siempre existe”.
En un escenario actual con esas características, los expertos prevén que este modelo se siga replicando.
“Considerando la escasez de terrenos y las restricciones normativas, la compra de paños con usos distintos, pero con posibilidad de desarrollo inmobiliario, es algo que seguirá ocurriendo”, señala Javiera Basso, gerenta de Consultoría y Valorización de JLL Chile.