Salmoneros activan plan para intentar destrabar la entrega de nuevas concesiones en Magallanes
Primero, piden al ejecutivo liberar las solicitudes pendientes para concretar la relocalización, para luego apuntar a nuevas autorizaciones.
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Para la industria salmonera, la Región de Magallanes es la zona natural de expansión. No obstante, hay una moratoria que no permite la entrega de nuevas concesiones con el objetivo de evitar repetir un episodio como el vivido entre 2008 y 2009, producto del virus ISA, que generó millonarias pérdidas para la industria y miles de trabajadores despedidos.
Las empresas, agrupadas en SalmonChile, no se han quedado de brazos cruzados. Han intentado que el gobierno levante la moratoria, pero hasta ahora sin éxito. Es más, la administración Bachelet decretó en octubre del año pasado a Magallanes como “no disponible” para nuevas solicitudes de concesiones.
Sin embargo, la industria insiste. “Magallanes es prioridad a largo plazo”, afirma el presidente del gremio, Felipe Sandoval.
Si bien el directivo señala que hoy por hoy el foco de las empresas está en “crecer con buenos resultados sanitarios”, en paralelo se activó un plan de relacionamiento con las comunidades de esta región con el fin de plantear los cambios que se han introducido en la industria, con mayores estándares ambientales como caballo de batalla.
El gremio ya cuenta con la asesoría de una empresa especializada en la relación con las comunidades, la cual se mantiene bajo reserva.
Pero, en la otra orilla están los detractores de esta industria, a la cual acusan de generar graves perjuicios en los ecosistemas en los cuales se inserta.
De plantear los contra se han encargado diversas ONG como Greenpeace, que recientemente inició una campaña para evitar que se entreguen nuevas concesiones en Magallanes.
Como parte de la campaña denominada “Salvemos los mares del fin del mundo”, Greenpeace alertó acerca de una supuesta “invasión” salmonera que se estaría produciendo en la zona, en virtud de lo cual -y según el organismo- deben retirarse las solicitudes de nuevos proyectos asociados al sector.
Incluso, en su reciente visita al país, el barco de Greenpeace Rainbow Warrior III llegó a Puerto Natales para “exponer la relevancia de las aguas australes ante el avance de la salmonicultura”.
Todo esto es absolutamente descartado por los salmoneros, los que plantean que tras la crisis del virus ISA la autoridad introdujo una serie de medidas destinadas a mejorar la legislación en materia ambiental y sanitaria.
Una de las medidas fue, precisamente, restringir las nuevas concesiones en Magallanes, por lo que dicen que jamás habrá una “invasión”.
Solicitud al gobierno
Según datos de la Subsecretaría de Pesca a febrero de 2017, en la Región de Magallanes existen 114 concesiones para salmonicultura otorgadas (lo que representa casi el 5% del total nacional).
No obstante, hay 450 solicitudes de concesiones pendientes.
El llamado de los salmoneros es a que el gobierno concluya el proceso y libere nuevas concesiones para así concretar la relocalización de algunas áreas de cultivo que deben ser trasladadas tras la introducción de un proceso de zonificación.
Éste concluyó que hay varias concesiones que deben ser eliminadas por estar en parques nacionales, en zonas para la pesca artesanal o, incluso, son áreas destinadas para la Marina, como puertos en caso de guerra.
“Para no seguir con esta incertidumbre que hay, y para evitar que la gente especule, queremos que de una vez por todas terminen el proceso y si solo van a entregar 40 ó 60 concesiones, que así sea, pero que se termine un proceso que lleva mucho tiempo”, dice el vicepresidente de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes y gerente de Salmones Magallanes, Oscar Garay.
Según estimaciones del directivo, actualmente hay 450 solicitudes pendientes. De estas, unas 255 serán rechazadas por no cumplir con la normativa, por ejemplo, de mayores distancias entre centros productivos. Así, hay 195 solicitudes que podrían ser otorgadas.
“Nosotros creemos que en el mejor de los casos se van a entregar alrededor de 60, si es que no menos”, estima Garay.
El dirigente gremial dice que no hay espacio para que las empresas presenten nuevas solicitudes en Magallanes (ver recuadro).
No obstante, Felipe Sandoval de SalmonChile precisa que si bien hoy el objetivo es que se entreguen las concesiones vinculadas a las solicitudes ya presentadas, para futuro apunta a que se desarrollen nuevos espacios para en la región.
“En la medida que el sistema funcione y haya un acuerdo con la comunidad, se podría pensar en ampliar las zonas productivas en Magallanes”, destaca.
Todo con un marco de mayores estándares sanitarios y normativas que eviten episodios como los vividos en otras regiones como Puerto Montt y Aysén, como consecuencia de un crecimiento explosivo de la industria que potenció el desarrollo del indeseado virus ISA.
"Empresas del sector deben buscar maneras alternativas de coberturas frente a riesgos"
Por Nidia Millahueique M.
Dagfinn Ulriksen, es el jefe de Acuicultura de Aon Noruega y experto mundial en la gestión de riesgos y seguros de la industria salmonera, y ante los hechos ocurridos fundamentalmente el año pasado en Chile, con el bloom de algas y la masiva muerte de biomasa, el experto reconoce que las empresas están cada vez más preparadas para enfrentar este tipo de hechos.
"La industria está incorporando nuevas iniciativas para hacer más eficiente y a la vez estar más preparados para un nuevo caso parecido al bloom, para mitigar las pérdidas y que no sean tan grandes como las del año pasado", dice el experto, quien agrega que las medidas no solo han estado relacionadas con esos episodios, sino que también con otras enfermedades que puedan tener los peces.
Ulriksen comenta que a lo anterior se debe considerar que "también deberíamos ver cambios regulatorios por parte de la ley, todo para que la producción salmonera sea más eficiente y menos riesgosa". Sin embargo, es enfático en comentar que "todos estos cambios regulatorios ayudan, pero se necesita mucho más".
El ejecutivo sostiene que los eventos que ha habido en Chile y el mundo, han repercutido en que las primas de seguros para las salmoneras en Chile "han subido en promedio 50% a 70% y además les han reducido las coberturas". Añade que muchas empresas dejaron de asegurar biomasa en Chile, por el gran número de siniestros, "entonces hay menos oferta".
En medio de un escenario donde suben las primas y baja la cobertura "obliga a las salmoneras a pensar en otro tipo de alternativas. ¿Me conviene pagar caro por tan poco? Entonces deben en soluciones alternativas para las transferencias de riesgo", comenta.
Es por eso que insiste en que las empresas del sector deben buscar una nueva forma de asegurarse, "buscar coberturas alternativas", ya que a la manera tradicional no tiene demasiado futuro.
"Es la hora de empezar a innovar en este tema, pero no solo las compañías de seguros, los clientes y nosotros como consultores de riesgos, sino que todos los actores del rubro", dice.
Un ejemplo de alternativa que plantea el experto y que dice que algunas empresas ya están evaluando son las "cautivas", un mecanismo que se podría resumir como de ahorro obligado para siniestros. "Es una compañía de seguros que crea el mismo cliente, donde uno decide cuáles son los deducibles, cuáles son las primas. Es una forma para estabilizar tu relación con los seguros, para así no depender de lo que le pasa al del lado", añade.
Agrega que es rentable para la compañía, porque si al final del año no consumen la prima, se quedan con ese dinero y no se lo entregan a una aseguradora. "Esto ayuda a estabilizar los flujos de los clientes, ya que con la situación actual de primas y coberturas volátiles no lo están logrando", señala.
Otra forma para enfrentar los riesgos y muy diferente a lo tradicional, es no estar asegurado, que es factible para firmas que son solventes económicamente y que tienen todos sus riesgos mitigados.
Una tercera alternativa "es tener seguro solo para eventos catastróficos, es decir, deducibles muy altos. Por ejemplo en un año puedo tener cinco eventos y cada uno fue de US$ 10 millones, pero ahí yo puedo decir que estoy dispuesto a perder hasta US$ 20 millones, después de eso me lo paga la aseguradora".
Todo esto dependerá de la salud financiera de las empresas.
"No hay más espacio en Magallanes"
"El que se busque ampliar las áreas para la acuicultura en la Región de Magallanes no tiene por donde prosperar", afirma categórico el vicepresidente de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes y gerente de Salmones Magallanes, Óscar Garay.
"Nos oponemos a que se levante una moratoria para recibir solicitudes que no van a llegar a ninguna parte", añadie el directivo, quien plantea que la introducción de nuevas normativas redujeron en hasta un 80% los espacios disponibles para el desarrollo de esta industria en la región.
"No queremos que hayan más solicitudes para la entrega de nuevas concesiones. Quiero aclarar que el potencial no es altísimo en esta región", asegura el dirigente por la zonificación que se hizo en Magallanes.
Pero hay salmoneros que ven con buenos ojos el crecer en la región austral, pues el número de concesiones es baja (114) si se compara con las 539 que hay en la Región de Los Lagos y las 640 de Aysén, siendo que el borde costero de Magallanes es más extenso.