CGE recibe hoy ofertas por segundo llamado a licitación de contrato de Campanario Generación
La firma espera adjudicar el 7 de agosto y comenzar a servir el contrato a partir de septiembre.
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Por Miguel Bermeo
Un nuevo intento por conseguir energía para cumplir sus contratos con clientes regulados realiza CGE Distribución por uno de los bloques que quedaron sin ser servidos por Campanario. Tras un primer concurso declarado desierto en mayo, CGE Distribución lanzó un segundo llamado para que una de las generadoras se haga con el contrato. Y aunque tras el fracaso del primer llamado se vieron varias alternativas para dar viabilidad a un nuevo proceso, la distribuidora no hizo modificaciones en esta segunda instancia.
El 18 de julio se hizo el llamado a licitación por un bloque de energía de 200 GWh el año 2012, 800 GWh el año 2013 y 1.500 GWh el año 2014. La firma espera recibir las ofertas por el bloque hoy para así poder adjudicar el 7 de agosto y, de esa forma, comenzar a servir el contrato el 1 de septiembre.
Si hace poco más de un mes se veía casi imposible que hubiese un interesado por el bloque, la situación ha cambiado, ante la caída de los precios marginales.
Así, fuentes de la industria señalan que es posible que se presente una oferta, considerando que nuevamente se puso un precio máximo de US$ 129,482 el MW y que los costos marginales han caído en el último tiempo. Al 26 de junio, en la barra Alto Jahuel, éstos promediaron
US$ 135,4/MW, mientras que durante junio fueron de
US$ 146,82 /MW.
En todo caso, ante la probabilidad de que se pudiera caer nuevamente la licitación, el gobierno maneja tres opciones para evitar dejar a CGE sin un contrato. Una de ellas, que ya no fue instaurada en este segundo llamado, es subir el precio tope en hasta un 15%, es decir, cercano a los
US$ 148,9 el MW. La segunda opción es subir el tope y el periodo del contrato. Se subiría el precio en este mismo 15% y se alargaría el periodo del contrato, el que hoy es de 3 años. Ésto para permitir que, quizás si los precios no bajan más, las generadoras se interesen en el contrato con una mirada de largo plazo. La tercera, y hasta hora última opción, es repetir lo que se hizo con Saesa tras la crisis del gas argentino. Ello consiste en reactivar una resolución que permite que la generadora venda a precio marginal, el que fuese, mientras que la distribuidora paga el tope del contrato. La diferencia entre ambas se prorratea entre todos los clientes regulados de la industria, pues, según dicen, el problema de CGE hoy no es un tema de una sola empresa, sino del país, que no hay contratos de generación.