La armada mexicana en Chile: invierten más de US$ 7.000 millones para diversificarse
El listado lo lideran Bimbo, Femsa y América Móvil. Y Alsea, de concretar la compra de Doggis, elevaría su presencia en el país.
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La presencia de México en Chile se está haciendo cada vez más evidente. La empresa de telecomunicaciones Claro, la firma del rubro alimenticio Ideal y la cadena de farmacias Cruz Verde son de propiedad de grupos aztecas.
De hecho, la última gran inversión realizada por una empresa mexicana en el país fue la compra de la cadena Big John por parte de Femsa, el mismo holding que el año pasado pagó más de US$ 1.000 millones por Cruz Verde.
Los mexicanos están apostando por más. El grupo azteca Alsea -que maneja casi tres mil restaurantes en Sudamérica y España bajo marcas de franquicias como Starbucks, Domino’s Pizza, Burger King, P. F. Chang’s, entre otras- ya está presente en Chile con 115 restaurantes y presentó una oferta para comprar el holding Gastronomía & Negocios (o Grupo G&N), ligado a los empresarios Ricardo Duch y Óscar Fuenzalida, y que opera las cadenas Doggis, Juan Maestro, Bob’s, Mamut, Popeye´s y Tommy Beans.
Chile está dentro de los 10 países con mayores inversiones mexicanas, con más de US$ 7.000 millones en 15 años, incluso por encima de naciones con mayor cercanía geográfica o mayor relevancia económica mundial. En todo caso, su primer socio comercial es EEUU, por lejos.
El país se ha convertido en una economía enormemente atractiva para los empresarios mexicanos, quienes buscan diversificar sus fuentes de ingresos.
La adquisición de Cine Hoyts por parte del grupo mexicano Cinépolis, que es el cuarto exhibidor a nivel global en materia cinematográfica, y la compra de Prisa por parte del grupo Gigante deja en evidencia que todos los rubros les son atractivos.
De hecho, el lunes se oficializó el acuerdo de Everton de Viña del Mar con Grupo Pachuca, conglomerado ligado a Carlos Slim, que adquirió el 80% de las acciones y que se hará cargo del cuadro “ruletero” en su regreso a la división de honor.
De esta forma, el cuadro viñamarino pasó a ser controlado oficialmente por Grupo Pachuca, tal como lo son Talleres de Córdoba (Argentina), León y Pachuca (México).
Los atractivos
La relación bilateral de México con Chile ha sido estrecha. El tratado de libre comercio que entró en vigor en 1999 ha sido benéfico para ambas partes. El flujo comercial ha aumentado de manera considerable y, dada la posición de Chile como segundo socio comercial en América Latina, se abren para México grandes oportunidades de intensificar sus relaciones con el cono sur y lograr, de paso, disminuir -o al menos intentarlo- el grado de dependencia existente con Estados Unidos, destaca un reporte del académico de la Universidad de Puebla, Juan Pablo Góngora.
“Las compañías mexicanas han sabido aprovechar las coyunturas y generalmente sus adquisiciones tienen que ver con negocios y mercados similares a los que operan en México, lo que les garantiza una entrada natural a cualquier región del planeta”, ha señalado Laura Martínez, de Standard & Poors.
La estrategia de estas empresas al llegar a otro país se centra en replicar 80% de los procesos y prácticas ya probadas en sus mercados de origen, según estimaciones de la consultora Kantar Worldpanel. El 20% restante se enfoca en adaptar sabores, colores, empaques y canales de distribución.
La internacionalización por lo regular empieza en los mercados más cercanos, ya sea Estados Unidos o Centroamérica. Pero las compañías mexicanas hoy tienen una fuerte presencia en distintas regiones del mundo, y la han conseguido mediante adquisiciones y asociaciones.
Los chilenos en México
En materia de inversión directa, de acuerdo con datos del Fondo Monetario Internacional, Chile tiene una limitada presencia en México, con US$ 1.463 millones entre 1990 y diciembre de 2015.
La última gran apuesta de chilenos por el país del norte viene del grupo Falabella.
La compañía -ligada a las familias Solari y Del Río- firmó un acuerdo de entendimiento con Soriana, dueña de la segunda cadena de supermercados más grande de ese país para desarrollar en conjunto en México una cadena de tiendas de mejoramiento del hogar con Sodimac.
Cada compañía deberá efectuar aportes por US$ 300 millones en capital y bienes raíces en cinco años. El plan de inversión inicial contempla la apertura de cerca de 20 tiendas.
Pero el desembarco del retailer chileno en México podría ser a mayor escala. Falabella es nombrado como uno de los candidatos para quedarse con las 117 tiendas Suburbia que Walmart puso en venta en unos US$ 1.000 millones.
El peso del grupo Bimbo
1992 fue el año en que el grupo mexicano Bimbo compró a la empresa chilena Alesa, que había sido el resultado de la fusión de las locales Ideal y Cena.
Bimbo es la empresa de panificación más importante del mundo por posicionamiento de marca, por volumen de producción y ventas, además de ser el líder del ramo de panificación en México, Latinoamérica y Estados Unidos.
En ella trabajan más de 130.000 colaboradores distribuidos en 22 países de América, Asia y Europa. Posee 171 plantas (39 en México y 132 en el resto de los países antes mencionados), cuenta con más de 10.000 productos y más de 100 marcas. Su red de distribución supera las 53.000 rutas.
El potencial de Femsa
60% del Grupo Socofar, que opera la cadenas Cruz Verde y Maicao, adquirió el año pasado el conglomerado azteca Femsa, en una operación valorada en más de US$ 1.000 millones. Este año, la empresa mexicana adquirió la cadena de tiendas de conveniencia Big John, con lo que amplió su presencia en el país.
Pero podría ir por más. Ha trascendido un supuesto interés de Femsa y su competidor Arca Continental SAB por hacer negocios con Embotelladora Andina y Coca-Cola Embonor. Esto luego de que Arca comprara el 47,5% de Corp.
Lindley de Perú por US$ 760 millones, lo que dejó a las embotelladoras de Santiago como objetivos en el marco de las estrategias para expandirse en la región.
Los negocios de Slim
500 millones de dólares pagó en 2006 América Móvil, del magnate azteca Carlos Slim, por la firma de telefonía celular Smartcom, que era de propiedad de Endesa. Un año después, a través de Telmex, el multimillonario adquirió la empresa de televisión de pago Zap al empresario local Jorge Claro.
Actualmente, el grupo mexicano de telecomunicaciones está agrupado bajo la marca Claro (Telmex es corporativo).
La compañía ha invertido año tras año unos US$ 300 millones, pero aún está lejos de los principales actores de la industria, como Entel y Movistar. Una situación que sólo se da en Brasil. En el resto de América Latina la compañía mexicana está dentro de los líderes.