Economía y Política
Una historia que se repite
Por: | Publicado: Martes 25 de octubre de 2011 a las 05:00 hrs.
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Al igual que en otros años, la negociación de reajuste del sector público comenzó a definirse a mediados de octubre, no sin antes mediar algunos conflictos al interior de la Agrupación Nacional de empleados Fiscales (ANEF).
Fue a fines de 2010 cuando la mesa del sector público fijó en 10% el guarismo que le fue presentado al Ministerio de Hacienda. Este valor consideraba las principales proyecciones entregadas en ese entonces por el gobierno en el Estado de la Hacienda Pública, donde la tasa de variación real del Producto Interno Bruto (PIB) era de 6,1%, mientras que para diciembre de 2011 se anticipa un Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 3,2%.
En el marco de esos parámetros y tras conocerse este porcentaje, se iniciaron las negociaciones entre el gobierno liderado por el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, y los representantes de la ANEF y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), las primeras líneas de lo que sería el guarismo final.
Tras intensas reuniones no se logró llegar a acuerdo entre ambas partes y fue el Congreso el que definió el reajuste.
De esta forma, el porcentaje que se aplicó a la modificación del salario del sector público fue de 4,5%, cifra que, a juicio del algunos dirigentes, resultaba “mezquino” dado los buenos niveles de crecimiento que se proyectaban en la economía.
Fue a fines de 2010 cuando la mesa del sector público fijó en 10% el guarismo que le fue presentado al Ministerio de Hacienda. Este valor consideraba las principales proyecciones entregadas en ese entonces por el gobierno en el Estado de la Hacienda Pública, donde la tasa de variación real del Producto Interno Bruto (PIB) era de 6,1%, mientras que para diciembre de 2011 se anticipa un Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 3,2%.
En el marco de esos parámetros y tras conocerse este porcentaje, se iniciaron las negociaciones entre el gobierno liderado por el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, y los representantes de la ANEF y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), las primeras líneas de lo que sería el guarismo final.
Tras intensas reuniones no se logró llegar a acuerdo entre ambas partes y fue el Congreso el que definió el reajuste.
De esta forma, el porcentaje que se aplicó a la modificación del salario del sector público fue de 4,5%, cifra que, a juicio del algunos dirigentes, resultaba “mezquino” dado los buenos niveles de crecimiento que se proyectaban en la economía.