Macro

Ricaurte se la juega por dos recortes de tasas de 25 puntos: “Uno en septiembre y otro en octubre”

Esta estrategia, afirma el experto, “le permitiría al Banco Central evaluar datos domésticos y externos, así como las decisiones de otros bancos centrales”.

Por: Rossana Lucero | Publicado: Miércoles 7 de agosto de 2019 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Limitado por el incierto entorno internacional, la baja confianza privada local y un mercado laboral que muestra señales de debilidad, el economista jefe de Banco Itaú, Miguel Ricaurte, anticipa que el crecimiento de la actividad será inferior al 3% durante el segundo semestre.

Imagen foto_00000003

Y aunque mayor al 1,7% observado en la primera parte del año, se trata de un nivel inferior al potencial de la economía. “Así, parece poco probable que logremos crecer lo suficiente como para alcanzar cifras cercanas al 3% en 2019”, agrega.

En junio recuerda que ya habían incorporado en su escenario base buena parte del impacto de la guerra comercial, “por lo que los datos recientes no nos llevaron a revisar nuestra proyección de crecimiento de 2,4% para el año”.

- Ayer la Encuesta de Operadores Financieros asumió un recorte de 50 puntos en septiembre. ¿Le parece prudente?

- Desde junio esperábamos un ciclo de 100 puntos base de recortes de la tasa antes del cierre de este año. La decisión de recortar las tasas en 50 pb en junio y las minutas de la reunión de julio -cuando se discutió la opción de recortar la TPM nuevamente- validaron este escenario.

Hacia adelante, esperamos dos recortes de 25 pb, uno en septiembre y otro en octubre, estrategia que le permitiría al Banco Central evaluar datos domésticos y externos, así como las decisiones de otros bancos centrales, particularmente la Fed, que no modificará su posición antes de la reunión de septiembre en Chile.

Sin embargo, si datos de actividad e inflación dan cuenta de un cierre de brecha aún más lento del que esperamos, no podemos descartar la posibilidad de un ciclo más rápido o más profundo al anticipado.

- ¿El alza del dólar podría moderar la magnitud de la baja de tasas? ¿O la inflación por debajo del 3% le da margen al Central para actuar?

- La devaluación del peso le preocupa al Banco Central en la medida en que pueda afectar la evolución de la inflación a través de los precios de los bienes transables.

En la actual coyuntura, y considerando que la inflación se encuentra en la parte baja del rango de la meta de 2%-4%, las holguras de capacidad han limitado el traspaso de devaluación a inflación, posiblemente porque el retail, por ejemplo, ha sacrificado márgenes para mantener el dinamismo de sus ventas.

Esto podría interpretarse como que el traspaso de la devaluación a inflación ha sido menor a lo estimado históricamente.

Dicho esto, no anticipo que la reciente devaluación del peso vaya a repercutir en las decisiones del Central como pudo haber ocurrido en episodios anteriores de devaluación del peso. Además, considerando que es posible que la moneda vuelva a apreciarse en la medida que el flujo de noticias externas no siga empeorándose, reaccionar a un episodio de estrés podría no ser la estrategia correcta.

- ¿Qué es más importante para decidir la magnitud de la baja de tasas: caída del cobre o alza del dólar?

- Los movimientos de la TPM dependen de la evaluación que haga el Central respecto de la velocidad de cierre de las brechas, y cómo ello afecte la convergencia de la inflación a la meta del 3%.

Tomando esto en consideración, sería más relevante la evolución del precio del cobre –barómetro de la salud de la economía global –, pues podría anticipar menor actividad y un cierre de brechas más lento, lo que podría demandar de una acción más rápida del Consejo del ente rector.

Adicionalmente, el tipo de cambio suele verse como la variable de ajuste a los desbalances externos, por lo que en ausencia de grandes presiones inflacionarias, su relevancia parece menor al momento de analizar las decisiones que podría tomar el Banco Central.

Lo más leído