Mercado laboral sigue bajo presión: desempleo ya suma un año de alzas

Nuevas señales de fragilidad sumó el mercado laboral. Así lo evidenció la visión de distintos analistas luego de conocer que la tasa de desocupación se ubicó en 8,9% en el trimestre móvil agosto-octubre, 0,9 punto porcentual (pp.) más que hace un año, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

Este resultado, ya el duodécimo incremento consecutivo, lo explicó un aumento de la fuerza de trabajo (3,1%) mayor al exhibido por las personas ocupadas (2,1%), un cuadro que ha persistido todo 2023.

Al ajustar por estacionalidad -o sea, eliminando los efectos de factores exógenos- el desempleo se situó en 8,9% frente al 8,8% previo.

En el mismo período, las personas con trabajo solo aumentaron un 0,1%.

“El mercado laboral sigue deteriorado”, dice la investigadora de Clapes UC, Carmen Cifuentes, quien advierte sobre la falta de dinamismo en la creación de empleos, con apenas mil en la última medición frente al trimestre anterior. Y, en relación a la situación prepandemia, añade que “aún enfrentamos una brecha considerable, ya que se necesitan más de 400 mil empleos adicionales para restablecer la tasa de ocupación anterior a la crisis”.

Así y todo, las cifras muestran a más gente volviendo a buscar trabajo; y a quienes ya lo tienen, aspirando a otros.

Al descomponer por categoría, advirtió Coopeuch, la ocupación trimestral fue impulsada por los asalariados del sector público (15.264 trabajadores), por los cuenta propia (13.639 trabajadores) y por la categoría resto (5.512 plazas), que incluye el personal de servicio doméstico, independientes empleadores e independientes familiares no remunerados, compensándose con la caída de trabajadores asalariados privados (-4.878 puestos).

“En el margen, se profundiza la precarización del mercado laboral”, comentaron.

Por sectores, el análisis de Scotiabank destacó un efecto positivo de estacionalidad, pero con una heterogeneidad que dejó a la manufactura como un generador de puestos de trabajo; mientras que alertaron que la construcción se hundió, con la mayor destrucción de plazas mensuales desde la pandemia (-29 mil, principalmente asalariados y formales), alcanzando su menor nivel de empleo desde inicios del año 2015 (sin contar la pandemia).

En términos anuales, los rubros más dinámicos en ocupación fueron salud (12,6%), administración pública (11,4%) y comercio (2,3%).

Así, en el último año se han generado -sin considerar ajuste estacional- cerca de 183 mil empleos. Pero al frente, la fuerza laboral ha aumentado en 298 mil personas.

A nivel de regiones, el desempleo es más alto en 11 de las 16 frente al mismo período de 2022. Y en la Metropolitana alcanzó a 9,8%, su segundo máximo histórico excluida la crisis sanitaria.

“Más alto de lo que nos gustaría”

En este contexto, el ministro de Economía, Nicolás Grau, admitió que el desempleo sigue en un nivel “más alto del que nos gustaría”.

Pero sí resaltó dos aspectos: que se crearon 29.500 empleos en el trimestre y que hubo un alza anual de 4,6% en la cantidad de mujeres ocupadas.

De todas formas, dijo que sabe que el “mercado laboral todavía requiere más fuerzaque” y, por lo mismo, realzó la aprobación del Presupuesto de la nación para 2024 que, entre otras cosas, considera más inversión pública, lo que ayudaría a crear al menos 100 mil ocupaciones el próximo año.

Desde la perspectiva de Security, una actividad económica prácticamente estancada podría prolongar la divergencia entre la fuerza de trabajo y el empleo, lo que -anticipan- “se traduciría en alzas adicionales –pero graduales- de la tasa de desocupación con el correr de los meses”. Así, prevén que la tasa promediaría cerca de 9% este año, y subiría hasta 9,5% el próximo.

Scotiabank estima que en un escenario donde algunos sectores clave están en recesión -como la construcción-, la desocupación podría mantenerse elevada en el verano.

De todas formas, el subdirector técnico del INE, Leonardo González, recordó la estacionalidad positiva del comercio y agricultura en esta época. “Históricamente, los periodos donde existe mayor presión laboral y, por ende, aumentos estacionales de la tasa de ocupación, se dan en invierno”, afirmó.