La fórmula de Swett para fomentar la flexibilidad laboral: contratos por hora y con mayor sueldo

“Hoy necesitamos que las palabras flexibilidad y precarización no sean entendidas como extremos opuestos, sino que sean como complementos perfectos”. Esta es la principal reflexión de Alfonso Swett, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), respecto a la agenda laboral y el debate que esta ha generado entre trabajadores y empleadores.

Para justamente zanjar dicha discusión, el líder de los empresarios tiene una fórmula clara: incorporar al proyecto de ley de adaptabilidad para la conciliación trabajo y familia -propuesto por el Ejecutivo-, los contratos por hora.

El dirigente gremial propone, a modo personal, instaurar en el Código del Trabajo un artículo 22 bis “que establezca una jornada por hora. Ahí damos este concepto de flexibilidad, pero para que no hablemos de precariedad, que sea con un máximo de cinco horas diarias, para no hacer de los contratos de horas jornadas completas”.

Pero la idea del presidente de la CPC no se limitaría a ello, ya que también contempla que esta jornada por hora tenga un “valor hora bastante superior al valor hora de la jornada semanal. Con eso, estamos complementando flexibilidad con protección y con remuneración, y que no se use esto para reducir remuneraciones”.

Swett argumenta que su propuesta toma como referencia el proyecto planteado en 2010 por la entonces senadora Soledad Alvear, quien planteó una moción de este tipo para combatir la informalidad laboral en los trabajos precarios.

“Esto no es una opinión que uno podría decir que es una utopía o un llamado del mundo empresarial, sino que acá hay antecedentes de una senadora que en definitiva presentó una moción en esta misma línea y donde ella claramente veía que con esa moción se puede lograr flexibilidad y protección”, aseguró Swett.

Correcciones a la reforma: “No se pueden seguir postergando”

El esquema sugerido por Swett se da en un marco donde estima que las correcciones a la reforma laboral del gobierno anterior no se pueden seguir postergando. “La noticia que hemos tenido con respecto al fin de la huelga de Latam, muestra que necesitamos ocuparnos de la reforma laboral anterior. Esto de que no esté precisado quién da término a una huelga es muy complejo”, afirma.

Pero no es lo único. A su juicio, hay otros elementos desafiantes, como los grupos negociadores. “A mí me sorprende que este tema no esté abordado, porque en definitiva a todos nos interesa”, dijo.

La regulación de un procedimiento de negociación colectiva para los grupos es urgente para Swett, ya que perjudica a los sindicatos. “Si no se regula, será un mejor negocio estar en un grupo negociador donde no se va a pagar cuotas, se va a negociar cuando se quiere y como quiere. Entonces, podría significar una mala noticia que los grupos negociadores no estén regulados, porque pueden acceder a los mismos beneficios evitándose haber pagado cuotas sindicales”, ejemplificó el titular de la CPC.

Para Swett, las correcciones a la normativa laboral deben ir de la mano con una reforma a la Dirección del Trabajo, la cual dote al servicio de una reestructuración completa, que sepa poner a la entidad en línea con las demandas del mercado laboral actual.

Al titular de la CPC también le preocupa el tópico de la reconversión laboral y el proyecto de capacitación.

“La palabra de ayer es capacitación, la palabra de hoy es reconversión laboral. La reforma al sistema de capacitación se hace cargo de muy buena forma a un problema histórico, pero sólo una profunda y transversal agenda de reconversión laboral, que involucre a varios ministerios, como Educación, va a permitir enfrentar los desafíos de hoy y mañana de la automatización”, sostiene Swett.

De ahí que desde su óptica la agenda de reconversión sea una materia en el cual deben incorporarse todos los actores.

El proyecto de adaptabilidad laboral que ingresó el Gobierno

El proyecto de adaptabilidad laboral ingresado en junio al Congreso propone diversos modelos de jornada para que los trabajadores puedan conciliar de mejor manera la vida privada con la laboral.
Un modelo planteado es la jornada mensual de 180 horas a nivel individual, la cual permitirá a los trabajadores pactar, alternativamente a la jornada ordinaria de 45 horas semanales, una de 180 horas mensuales que podrá ser distribuida en forma diferente cada semana. Esta figura actualmente solo existe para los transportistas y tripulantes de vuelo y cabina.
La iniciativa legal, además, señala que la jornada semanal podrá ser distribuida en no menos de cuatro días ni más de seis, permitiendo así que los trabajadores puedan prestar servicios de lunes a jueves, y descansar viernes, sábado y domingo.
Pese a que los modelos han sido defendidos por el Ejecutivo, hay sectores que señalan que los trabajadores podrían llegar a estar más de 12 horas en sus empleos con estos modelos.