Javiera Blanco renunció al ministerio de Justicia y Derechos Humanos, en medio de fuertes cuestionamientos en el manejo de las crisis que están sufriendo organismos dependientes de su ahora ex cartera.
Uno de ellos es el Servicio Nacional de Menores (Sename), donde la muerte de una niña de 11 años en uno de sus centros gatilló un complejo panorama para la ex ministra, lo que se sumó a la fuga de 14 jóvenes de otro centro en Arica.
Además, la designación de Solange Huerta como nueva directora nacional del organismo también trajo dolores de cabeza para Blanco, ya que Huerta había sido la fiscal que llevó el caso Tsunami y quien dejó libre de investigaciones a la Presidenta Michelle Bachelet.
En Gendarmería, en tanto, las altas jubilaciones de algunos ex funcionarios abrieron otro flanco para la ex secretaria de Estado. El descubrimiento de una pensión mensual de $ 5 millones que recibe la ex exposa del diputado Osvaldo Andrade dejó entrever una serie de irregularidades en la institución, como lo es el abuso con las licencias médicas, lo que resultó en 123 desvinculaciones.
El ex director de Gendarmería, Tulio Arce, acusó a la otrora ministra de pedirle ascensos y contrataciones de forma arbitraria.
"El subsecretario de Justicia me señala de la posibilidad de darle un cargo a esta persona. Yo le advertí de lo poco viable y poco transparente que podía ser", dijo Arce esta mañana en CCN Chile.