Impuesto mínimo global a empresas: FMI y líderes europeos apoyan idea de Yellen
En Chile los expertos miran con atención la discusión a nivel global, enfatizando que afectará más bien a países con un bajo nivel de impuestos a las empresas, como Irlanda.
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"Emparejar la cancha" y "terminar con la carrera a la baja" fueron algunos de los términos que usó la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, para confirmar que la principal economía del mundo respalda establecer un impuesto mínimo global para las empresas.
El tema es visto con buenos ojos por importantes actores de la economía mundial, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), entidad que según su economista jefa, Gita Gopinath, ha estado "muy a favor del impuesto corporativo mínimo global" durante "mucho tiempo".
"Es una gran preocupación que tengamos una gran cantidad de desplazamiento y evasión de impuestos, países que envían dinero a paraísos fiscales", criticó ayer en la presentación del Panorama Económico Mundial del Fondo (WEO, por sus siglas en inglés), agregando que "eso está reduciendo la base impositiva de la que los gobiernos pueden recaudar ingresos para el gasto social y económico necesario".
En paralelo, el ministro de Finanzas de Alemania, Olaf Scholz, calificó como un "gran avance" la propuesta, señalando que "soy optimista de que podemos poner fin a esta carrera a la baja en la actividad de impuestos corporativos".
El ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, también celebró que un acuerdo global sobre impuestos internacionales esté al "alcance" de los países, lo que calificó como una "oportunidad histórica".
Incluso, el comisionado de Asuntos Económicos de la Unión Europea, Paolo Gentiloni, planteó que se espera un "gran avance" en esta temática para el verano (boreal), y en una entrevista con Bloomberg Television realzó la "nueva atmósfera multilateral con la nueva administración de EEUU y la gran posibilidad de cooperación en la arena global".
A su juicio, "uno de los principales resultados podría ser encontrar acuerdos en impuestos globales".
Tanto así que hoy el grupo de las 20 principales economías a nivel global (G20) se reunirá y el tema impositivo será parte de la agenda.
El impacto en Chile
El socio líder de Tax & Legal de Deloitte, Hugo Hurtado, explica que una medida como esta impactará más bien a países que han reducido sus tasas corporativas para atraer a empresas extranjeras, como Irlanda (12,5%), y que compiten con naciones como Estados Unidos.
"Esta norma no debería tener aplicación en Chile, ya que la determinación de la tasa de impuesto corporativo corresponde a cada país y no se ve afectada por normativa de otros países ni de convenios tributarios", opina.
Álvaro Moraga, socio de Moraga & Cía., agrega que la principal motivación es evitar o desincentivar que las compañías trasladen sus ganancias o su residencia a paraísos fiscales, además de poner fin a la "competencia fiscal" entre regiones. "La tasa de Chile (27%) se encuentra por sobre el promedio de los países OCDE, por lo que no se vería ni afectado ni beneficiado. El tema no es el establecimiento de una tasa impositiva determinada, sino el acuerdo de tener una tasa mínima, que según se ha señalado debería estar alrededor del 15%", complementa.
De hecho, Claudio Bustos, de Bustos Tax & Legal, enfatiza que esta idea tiene como foco las prioridades de las naciones desarrolladas, no las emergentes como Chile: "Los países más desarrollados no pierden nada estableciendo una tasa mínima de impuesto, sino que, al contrario, potencian sus ventajas comparativas naturales y evitan que otras naciones les puedan competir desde el punto de vista impositivo".
El socio de Recabarren & Asociados, Álvaro Pérez, pone el punto del impacto de una medida de esta magnitud en los tratados para evitar la doble tributación que ha firmado Chile con el G20.
"Si se busca generar una especie de impuesto mínimo global, habría que ver cómo encaja con los tratados y el sistema de créditos que ellos dan frente a un tipo determinado de renta gravada".
Mientras que Andrés Martínez, socio de Tax & Legal de KPMG, cree que Chile no ha "jugado" a atraer inversiones mediante ventajas tributarias significativas: "Las empresas no vienen acá porque no se paguen impuestos, esa no es parte de nuestra oferta como país. Chile ha sido muy cuidadoso en mantener una tasa corporativa competitiva acorde a su nivel de desarrollo y tratando de equilibrar los niveles de recaudación requeridos, lo cual debería mantenerse".