Guillermo Ramírez: “Lo que Chile requiere hoy no es una reforma tributaria, es una reforma proinversión”
Diputado UDI indicó que en las actuales condiciones no respaldarán la reforma, la que puede avanzar en la Cámara sin apoyo opositor pero adelanta que “en el Senado sí se requieren los votos, porque ahí estamos empatados”.
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Como “difícil y áspera” anticipa el diputado el Guillermo Ramírez (UDI) la discusión en particular de la reforma tributaria que comienza el martes 18 de octubre con la presentación de las indicaciones del gobierno por parte del ministro de Hacienda, Mario Marcel, en la comisión de Hacienda de la Cámara.
La razón, explica el integrante de la instancia, es que “el Gobierno ha sido totalmente insensible a las críticas que hemos hecho”.
“Esta propuesta del impuesto Tobin ha tenido poca resonancia incluso en los mismos parlamentarios de Gobierno, no le veo ningún futuro”.
Tras un largo análisis, expuso que en la UDI han llegado a la conclusión de que la iniciativa impulsada por el expresidente del Banco Central “es peor” que aquella del exministro Alberto Arenas, la que -a su juicio- “puso fin a 30 años de prosperidad económica en Chile”. “No podemos ni imaginar el terrible efecto que va a tener en la economía esta reforma del ministro Marcel”, enfatizó.
Desde la óptica de Ramírez, en el debate se deben mejorar todas las reformas al Código Tributario “que revelan que para el Gobierno los contribuyentes son siempre sospechosos de estar haciendo algo ilegal”.
También, insiste, “hay que echar pie atrás al impuesto al patrimonio que todos reconocen que recauda poco y genera daño gigantesco a la inversión en Chile, lo mismo con el impuesto a las utilidades retenidas que en el mundo entero se usa de manera excepcional y acá se introduce de manera general, lo cual va a producir un daño en la inversión”.
Otro punto negativo a su juicio son “las normas del Código Tributario que hacen que el SII sea un organismo con demasiado poder” y afirma que “mientras el Gobierno no se haga cargo de los instrumentos más dañinos que tiene la reforma esta va a seguir siendo muy mala y para nosotros seguirá siendo imposible apoyarla”.
Lamentablemente, acotó el parlamentario, en materia tributaria no tienen ningún tipo de iniciativa y cualquier indicación será declarada “inadmisible” como señala la Constitución.
Por lo tanto, adelantó que “nuestro trabajo va a estar en convencer al Gobierno de echar pie atrás a los instrumentos más nocivos de esta reforma tributaria y a generar más mecanismos de inversión. Aunque a algunos en la izquierda no les guste escucharlos, lo que Chile requiere hoy no es una reforma tributaria, es una reforma proinversión”.
Declaraciones cortoplacistas
Ramírez califica como ineficientes las medidas anunciadas por el Ejecutivo para atraer inversiones, ya que “una de las más importantes es justamente la que propone retrasar la entrada en vigencia al impuesto a las utilidades retenidas. “Es decir, el mismo Gobierno -a través de su agenda proinversión- reconoce que hay un instrumento de la reforma tributaria que es contrario a la inversión”.
El Ejecutivo decidió postergar la entrada en vigencia de la restricción del uso de las pérdidas tributarias para reducir la base de impuestos. De esta manera, hasta 2024 podrán imputarse pérdidas por el 100% de la renta líquida imponible (RLI), pero en 2025 podrán utilizarse pérdidas por hasta el 80% de la RLI, en 2026 por el 65%, y desde 2027 en adelante entrará en vigencia el límite del 50% que considera la reforma.
Respecto a lo señalado por el diputado Jaime Naranjo (PS) respecto a que no se requieren los votos de la oposición para avanzar con la reforma, Ramírez planteó que se trata de declaraciones “cortoplacistas, igual como lo es la reforma tributaria”.
Esos dichos, en su opinión, “demuestran que no están pensando en lo que va a ocurrir en el Senado, en donde sí se requieren los votos de la oposición, porque ahí estamos empatados”.
Sobre la propuesta de establecer una tasa Tobin, como promueven en el oficialismo, dijo que “quienes lo proponen parten de dos supuestos. Que este es un impuesto que no va a tener repercusiones en la inversión, lo que revela que no tienen idea de cómo funciona el mercado de capitales. Y suponen que quienes interactúan en estos mercados están ahí solo para hacerse pasadas, cuando en realidad es un motor muy importante para la economía”.
Por ende, añadió, “esta propuesta del impuesto Tobin ha tenido poca resonancia incluso en los mismos parlamentarios de Gobierno, no le veo ningún futuro”.
Ramírez advirtió que la administración Boric no podrá cumplir con los compromisos de campaña, “porque esta reforma no recauda lo que promete”. “La ciudadanía se van a dar cuenta más temprano que tarde que haber presentado esto es una torpeza, porque termina finalmente impactando en la clase media y a las familias más vulnerables”.