Con menos de un mes en la Casa Blanca, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya ha causado revuelo con distintos anuncios, entre ellos los referidos a los cambios en la política comercial del país.
Las amenazas de aranceles de hasta 25% para Canadá y México y de 10% para China, en conjunto con gravar todas las importaciones de acero y aluminio, son parte de los movimientos que pusieron en alerta tanto a los mercados como a las autoridades de los países.
Pero este jueves hubo más y, tras generar una alta expectación, ordenó a su administración que considere la imposición de tarifas recíprocas a numerosos socios comerciales, lo que plantea la posibilidad de una campaña más amplia contra el sistema global que, según él, está sesgado en contra de la mayor economía del mundo (ver página 10).
“La política de aranceles recíprocos de Trump no discriminará entre aliados y adversarios”.
Howard Lutnick, el candidato del mandatario republicano para dirigir el Departamento de Comercio, dijo a los periodistas que todos los estudios deberían estar completos para el 1 de abril y que el sucesor podría actuar inmediatamente después.
Las reacciones y lecturas en todo el mundo se comenzaron a suceder.
En el caso de Chile, lo delicado del nuevo escenario lo graficó el exministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, para quien este último paso del sucesor de Joe Biden tiene notorias implicancias: “Esto es un clavo más en el ataúd de la Organización Mundial de Comercio”, dijo en conversación por escrito con DF.
Precisamente, según la propia descripción que hace la OMC en su sitio web, se trata del único organismo internacional que se ocupa de las normas que rigen el comercio entre los países. “El objetivo fundamental de la OMC, establecido en el acuerdo fundacional de la Organización, es utilizar el comercio como medio para mejorar el nivel de vida de la población, crear empleos mejores y promover el desarrollo sostenible”, añade el perfil.
Muñoz estimó que “seguramente veremos negociaciones y eventualmente guerras comerciales como resultado”.
“Chile debería diversificar destinos de exportación, coordinar acciones con los productores y exportadores, y profundizar la concertación con países like minded que defienden el comercio abierto”.
Y, de hecho, agrega que habrá algunos actores más expuestos, como la Unión Europea, India, y Japón, y “la política de aranceles recíprocos de Trump no discriminará entre aliados y adversarios”, opinó.
En negociaciones del pasado, recordó que Estados Unidos “tendió a reducir aranceles, ahora pretende incrementarlos como principal instrumento de política exterior. Chile deberá permanecer vigilante”.
“Coordinar acciones”
Ya antes de los últimos anuncios, el excanciller había explicado que las nuevas políticas de EEUU provocarán una respuesta retaliatoria y el riesgo de una guerra comercial.
“Eso, indirectamente, es negativo para Chile que, como país pequeño/mediano, abierto al mundo, necesita un escenario internacional de respeto a las normas y comercio fluido”, dijo.
De todas formas, agregó que por ahora Chile no está afectado directamente, más allá de las declaraciones que Trump ha hecho acerca de imponer un arancel al cobre.
“Nuestro país tiene como defensa el tratado bilateral de libre comercio que ha sido muy exitoso, y, en general, con un balance comercial favorable a Estados Unidos”, indicó.
En esta línea, precisó que no sería prudente una revisión de este acuerdo entre ambas partes, ya que ha habido ajustes y modernizaciones en el pasado.
No obstante, afirmó que Chile debe profundizar sus acciones preventivas y de lobby con importadores estadounidenses, además de generar diálogo con autoridades y con entidades poderosas como la Cámara de Comercio de EEUU.
“Chile debería diversificar destinos de exportación, coordinar acciones con los productores y exportadores, y profundizar la concertación con países like minded que defienden el comercio abierto”, dijo.
Así, comentó que este segundo período será diferente a su primer periodo de 2017-2021. “Mi percepción es que Trump ira más allá de lo que fue su primera administración, porque ahora controla el Ejecutivo, el Congreso y la Corte Suprema, y jugará con la brinkmanship (política arriesgada) forzando acuerdos bajo la amenaza de la imposición unilateral de aranceles, incluso por materias ajenas al comercio como la inmigración irregular, el narcotráfico y la seguridad nacional”, señaló.
Reuniones para monitorear el nuevo escenario comercial
El Gobierno optó por reuniones de coordinación para seguir de cerca lo que está ocurriendo con los anuncios comerciales de parte de la administración Trump.
Así, a comienzos de mes, el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, encabezó la primera sesión del grupo de trabajo para analizar los principales flujos comerciales de Chile con Estados Unidos y evaluar los efectos que posibles medidas arancelarias podrían tener en el cobre.
Durante la primera sesión participaron la ministra de Minería, Aurora Williams; la subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Claudia Sanhueza; la subsecretaria de Minería, Suina Chahuán, y la vicepresidenta ejecutiva (s) de Cochilco, Claudia Rodríguez.
De manera telemática, también estuvieron presentes el embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés, y el presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco.
En la instancia se dialogó sobre los distintos escenarios que se proyectan para el comercio internacional del cobre y de qué modo estos podrían afectar a Chile.