Tras debut de la reforma laboral, protagonistas del sector llaman a inaugurar una nueva relación
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Luego de un intenso debate legislativo y un paso no menos complejo por el Tribunal Constitucional, el 1 de abril comenzó a regir íntegramente la reforma laboral bajo la cual se realizarán 2.539 negociaciones colectivas este año. Y aunque recién han pasado poco más de 30 días desde esa fecha, los diversos actores del mundo laboral le han dedicado energía a una de las primeras vallas: los servicios mínimos. Este tópico se ha convertido en el primer cara a cara en el que tienen que lograr acuerdos empresas y sindicatos.
Para evaluar el primer mes de la reforma, la Fundación Carlos Vial Espantoso y Diario Financiero reunió a diversas voces del mundo laboral en una mesa de conversación para debatir sobre la nueva ley y los desafíos que trae consigo. En un año marcado por una fuerte agenda laboral, la fundación se encuentra profundizando y reforzando sus ámbitos de acción con espacios de formación, estudios y encuentros para impulsar el diálogo y la difusión de buenas prácticas en la gestión de las relaciones laborales. De hecho, su meta este 2017 es formar dirigentes y ejecutivos en el marco de la nueva reforma.
Participaron en esta instancia de diálogo la presidenta ejecutiva de la Fundación Carlos Vial Espantoso, Isabel Vial; el presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino; el presidente de la Federación de Trabajadores Unidos Paris (Cencosud), José Salinas; el gerente general de AES Gener, Javier Giorgio; y el socio de la firma de abogados BAZ/DLA Piper, Luis Parada. ¿La conclusión del encuentro? Muchas, pero con un denominador común: la confianza como motor para constuir una nueva relación laboral en las diversas organizaciones. Por K. Peña, D. Vásquez y R. Lucero
Confianza, empatía y educación: las bases del juego empresa-sindicatos
- ¿Están o no preparados dirigentes sindicales y empresariales para enfrentar la reforma?
- Isabel Vial (IV): Uno de los puntos más reveladores de la encuesta "Dirigentes Sindicales y Relaciones Laborales en Chile" -que realizamos en la Fundación Carlos Vial- es la baja preparación que los propios dirigentes sindicales reconocen tener en torno a los nuevos elementos que incorpora la reforma laboral. Esto se puede deber a la incertidumbre o a la escasa capacitación que han tenido en este tema. Solo un 38% de los dirigentes dijo sentirse preparado en temas como servicios mínimos y el término del reemplazo en huelga.
- ¿En qué se debe trabajar para mejorar esos resultados?
- Javier Giorgio (JG): Es muy relevante la información y tener el mismo conocimiento. Hoy por hoy, el líder sindical tiene que representar una masa muy heterogénea de intereses y como ejecutivo de la compañía se debe entender la dificultad de ser un dirigente sindical actualmente. Nuestro objetivo es que ojalá podamos resolver sin tener que llegar a la negociación colectiva y en la mayoría de los casos nos ha sucedido eso.
- José Salinas (JS): La relación con la empresa es súper importante, en el sentido de que se reconozcan las partes, ya que empoderar al sindicato puede favorecer a la empresa. La huelga, como parte de la legislación, es necesario tenerla, pero sabiendo que hay una relación de confianza con la empresa, la huelga no tendría por qué ser.
- Joaquín Villarino (JV): La nueva legislación laboral nos pone sobre la mesa las reglas del juego y las reglas obligan a tener un diálogo permanente, que no puede encasillarse en el período de negociación colectiva, porque eso es igual a fracaso. Por otra parte, los conocimientos que tienen los trabajadores y la administración para enfrentar los problemas de las relaciones laborales son distintos. Cuando enseñan a administrar una empresa, el tiempo dedicado a administrar a los trabajadores es poco. Lo que enseñan en la escuela de administración tiene que ver con cómo hacer un balance, un presupuesto, etc, pero, ¿quién le ha dedicado verdaderamente tiempo a cómo te relacionas con los trabajadores? Esa es una carencia en la formación.
- (JG): No sé si es un hábito o una cultura en Chile, pero hay mucha separación entre los líderes y los trabajadores, son dos mundos muy separados, donde si pudiéramos tener menos sindicatos, teníamos menos sindicatos, no había un contacto permanente. Creo que ese tipo de situaciones se dan porque hay desconfianza, hay miedo y ese miedo para mí es producto del desconocimiento.
- ¿Ese miedo se relaciona con la posibilidad de que los sindicatos se politicen?
- (JV): No, creo que hay una cierta caricaturización dentro de la empresa, la realidad es más compleja. Hay algunos ejemplos que lamentablemente se tienden a generalizar sobre movimientos sindicales, que son movimientos políticos; en el sector minero esto es bastante evidente. Uno se encuentra con manifiestos de grupos que tienen más que el interés de defender los derechos de los trabajadores, la reivindicación política y eso hace muy complejo solucionar los problemas.
Servicios mínimos, el dolor de cabeza de la puesta en marcha
- ¿Será posible alcanzar acuerdos en torno a los servicios mínimos?
- Isabel Vial (IV): Respecto de la reforma laboral, en general los dirigentes sindicales tienen tan solo moderadas expectativas de mejoramiento de las condiciones de trabajo y, en cambio, anticipan un aumento de las huelgas y una "excesiva judicialización de las negociaciones laborales". Un 48% de los dirigentes sindicales encuestados por la Fundación cree que los servicios mínimos es una materia conflictiva. Y aunque lo es, esperamos que tanto la administración como los sindicatos de las empresas asuman este paso como una tremenda oportunidad para dialogar y llegar a acuerdos. Una de las buenas prácticas de las empresas ganadoras del Premio Carlos Vial es precisamente haber establecido relaciones permanentes y consistentes en el tiempo entre la administración y los sindicatos, y no solo antes de enfrentar una negociación colectiva.
- Joaquín Villarino (JV): Por si sirve de ejemplo para otras industrias, lo que hicimos nosotros fue como gremio trabajar con todas las empresas del sector y definir para una faena tipo cuáles eran los servicios mínimos en el entendido que se tiene que respetar la idea fundamental de la reforma: que hay huelga efectiva. Eso lo trabajamos durante varios meses y se lo entregamos a la Dirección del Trabajo (DT). ¿Dónde se produce la discrepancia? Esto se hace con tiempo, nosotros lo vimos en Escondida y en minera Zaldívar, que han llegado a acuerdo de cuáles son los servicios mínimos, el problema es cuando tienes el equipo de emergencia, porque ahí entonces hay una manija de negociación que es importante: no llegan, están enfermos, en vez de 30 llegan 15.
- ¿Se convierte en una barrera real el hecho que con la reforma hay que ponerse de acuerdo con todos los sindicatos a la hora de acordar los servicios mínimos?
- Luis Parada (LP): Nos ha pasado con empresas agrícolas que tienen operaciones, por ejemplo, de Copiapó hasta Osorno, donde las realidades son totalmente distintas y hay dos o tres sindicatos que no tienen nada que ver con Copiapó y tienen que ellos decidir sobre Copiapó. Son cultivos totalmente distintos, otras necesidades realmente de riego, de cuidado de plantas, que no tienen nada que ver. Y pasa tal cual: hay que ponerse de acuerdo con todos al mismo tiempo. - JV: Ahí debiera haber una corrección de la ley.
- Considerando que el caso de minera Escondida no estaba inserto en la nueva ley, pero marcó un hito, ¿creen que habrá mayor judicialización y huelgas?
- JV: Hay un escenario que hace más probable que exista mayor judicialización y más huelgas, es evidente, creo que eso no admite dos opiniones, el escenario es así. Pero también lo ocurrido en esta negociación colectiva del sector minero es una herramienta muy dura que puede tener unas consecuencias muy graves. Y probablemente tengamos al principio más huelgas y al principio más judicialización, pero se van a ir generando los precedentes correspondientes, la DT irá emitiendo las circulares u oficios que correspondan.
Los asesores y las negociaciones colectivas: ¿héroes o villanos?
- Ustedes aludieron al rol de los asesores en el contexto de las negociaciones colectivas, de sindicatos que tienen recursos.
- José Salinas (JS): A falta de información, de preparación del dirigente, se requiere un asesor legal, un abogado que le ayude en la parte legal, pero hay veces que esos asesores manejan las organizaciones sindicales. Pasa en algunas partes, y usufructuan, tienen onerosas remuneraciones.
- ¿No se puede renunciar, o eliminar esas malas prácticas? Porque al final le hace mal a la dirigencia.
- JS: Es que no se da en todos lados, hay casos excepcionales.
- ¿En la minería se da mucho?
- Joaquín Villarino (JV): Hay casos evidentes de algunos asesores que no han contribuido mucho a que las relaciones laborales fluyan positivamente. Tienen mucho poder sobre los sindicatos. Muchas veces, esto se debe al manejo de la información. En el fondo transforman en dependientes a las dirigencias sindicales porque les dicen que es muy complicada la legislación y que son los únicos que la entienden y que la van poder traducir. Explicarle a los dirigentes sindicales no es tan complicado, conocen bien los contratos, se manejan bien, pero el traspaso a la bases es más complicado. Entonces, los asesores te dicen 'tranquilo, no te preocupes, yo lo sé, yo lo manejo' y ante eso –como dirigente- puedes tener una tentación y caer en ella de hacerle caso. Pero, al final, si no son los dirigentes sindicales los que lideran las negociaciones colectivas, corren un grave riesgo de no lograr beneficios.
- JS: En el fondo es el dirigente sindical el que conoce su empresa, conoce las necesidades directamente de los trabajadores y externalizar esas demandas puede traer una interpretación de un externo que no sea la que la gente requiere.
- Luis Parada (LP): Muchas veces se rompen los puentes de comunicación y negociación entre las partes y los asesores, de alguna manera, pueden reconstruir. Ese es el modo correcto de proceder y operar de los asesores. El problema es cuando los asesores se transforman en las partes que negocian, y eso no debiese ser.
Lo que viene: adaptación a las nuevas tecnologías y mejorar la inclusión
- Considerando el año electoral y el futuro, ¿qué se debiera revisar en materia laboral?
- Joaquín Villarino (JV): Debe haber un diálogo mucho más abierto entre trabajadores y representantes de las empresas para pensar de verdad cuáles son las materias que debiera tener una legislación laboral del siglo XXI. La gente quiere hoy más tiempo, los jóvenes quieren hacer carreras más rápidas, los jóvenes quieren viajar, los jóvenes tienen mucho más información por Internet, las mujeres quieren trabajar part time, la gente mayor no se quiere ir a la casa a los 60 ni los 65 años, la gente con otras competencias o capacidades quieren y deben ser incorporados a las empresas.
- Isabel Vial (IV): Al discutir del mercado laboral, creo que estamos siendo reactivos en vez de propositivos, siempre en el muy corto plazo y creo que el tema laboral tenemos que mirarlo para el largo plazo porque es un cambio radical. El tema tecnológico, todo el tema digital no lo hemos querido mirar y tenemos que hacerlo si queremos estar preparados. Ese es el tema país en este momento.
- Javier Giorgio (JG): Promover el trabajo de la mujer. En nuestro sector la proporción de los trabajadores ha sido muy desbalanceado a favor de los hombres, pero creemos mucho en diversificarlo más. Y esperamos algo similar en términos de edad, incluir gente jóven, el mundo eléctrico viene cada vez más innovador, pero también necesitamos gente más experimentada. Entonces, es fundamental una base de trabajadores lo más diversificada posible.
- ¿Qué mensaje enviarían a los candidatos presidenciales?
- JV: Un candidato que de verdad quiera marcar la diferencia en materia laboral debe pensar en la legislación del próximo medio siglo de este país. - JS: Negociación por rama. Una nueva institucionalidad laboral. Pero creo que también todo tiene que ver con el diálogo, son muy alejadas las posturas de un mundo y del otro.