Tironi: "Da la impresión que en el caso de Piñera, el miedo a perder dinero es superior a perder una elección"
El sociólogo admite que no entiende por qué el exmandatario no resuelve de una vez por todas y “no a cuenta gotas” sus conflictos de interés.
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Al exponer su mirada de la contienda electoral que vive Chile por estos días, el sociólogo y autor de una veintena de libros, Eugenio Tironi, parte afirmando que es “difícil predecir” dado que “las preferencias político-electorales están mutando con mucha rápidez, por lo que hay que ir mirando lo que pasa día a día”.
Acto seguido, explica que “los domicilios ideológicos de las personas se han evaporado. El electorado que estaba domiciliado en la izquierda y que se sentía identificado con la social democracia hoy está como huérfano, ante una social democracia que se desintegra en todo el mundo. Hay de pronto mucho trasvasije, el discurso de un candidato de derecha, que podría ser Ossandón, de repente se parece bastante al discurso de un candidato de izquierda, como una Beatriz Sánchez”.
- En este escenario, ¿cómo ve el planteamiento de campaña de Sebastián Piñera, que anunció que va a revertir las principales reformas de este gobierno?
- Sebastián Piñera ha venido elaborando un discurso, mostrando un talante y estilo muy beligerante, muy de guerra fría y propio de la época de las ideologías totales, reformas versus contrarreformas. Y no estoy seguro de que sea lo que mejor responde al clima de la sociedad, de los potenciales electores.
- Pero las encuestas lo muestran encabezando las preferencias.
- Sí, pero con lo que está obteniendo en las encuestas hoy no saldría elegido presidente. Comparto cien por ciento lo que dice Carlos Hunneus: se acabaron las grandes coaliciones, las coaliciones estables que están basadas en historias comunes e ideologías compartidas y programas muy completos y cerrados. Lo que se verá es que se van a ir creando coaliciones más parciales, con fecha de inicio y termino definido, que pueden variar en el tiempo en función de la materia de la que se trata, algo mucho más fluido y líquido, donde no hay contrato de por vida, ni matrimonio indisoluble, en que puede haber dos candidatos presidenciales y una misma lista parlamentaria o viceversa. No tenemos más binominal y no solo desde el punto de vista del sistema electoral sino que mental. No hay dos polos y, en ese sentido, me llama la atención que Piñera trata de polarizar, creo que no es eso lo que quiere la sociedad chilena.
- Entonces, que el eje sea el crecimiento para alcanzar el progreso…
- Piñera es prisionero de una cultura que está bastante en retroceso en el mundo entero, que es la idea de que crezcamos porque todo lo demás vendrá por añadidura. Desde la crisis ecológica y de la amenaza del cambio climático, ese paradigma economicista está muy cuestionado y la mejor prueba de eso es la encíclica del Papa Francisco, Laudato Si. Desde ese punto de vista, el discurso de Piñera es demasiado siglo XX, muy poco siglo XXI.
- Pero con una economía en un momento complejo el crecer tiene sentido...
- Hoy hay más sensibilidad hacia el crecimiento de lo que había en la sociedad chilena hace unos años, pero no va a ocupar el lugar que tuvo en los ’80 o ‘90. En parte, porque hay una conciencia ecológica más fuerte y porque ya mucha gente salió de la pobreza gracias al crecimiento. Esa gente de clase media sabe que el crecimiento no lo va a llevar automáticamente a un ascenso social, donde las barreras de entrada son gigantescas, y porque además ha diversificado sus intereses; tienen más intereses personales y otros que no se satisfacen con más dinero, ni con más trabajo. Además, estamos más viejos como sociedad y los humanos con la vejez perdemos esa ambición por crecer, nos contentamos con la ambición por vivir.
- ¿Ahora pareciera que Piñera no está logrando resolver bien el tema de su conflicto de interés?
- En una entrevista dijo que ningún Presidente había hecho más que él, y claro si nunca ha habido un candidato más rico que él. Que eso puede ser una fuente de conflicto obviamente que lo puede ser, entonces tiene que hacerse cargo y por qué hacerlo con cuenta gotas y no todo de una vez. Hay algo en el ADN de Sebastián Piñera que lo hace imposible. Da la impresión que en el caso de Piñera el miedo a perder dinero es superior a perder una elección y que la valoración que él tiene de sí mismo depende más del dinero que de los votos. Y lo digo con pesar.
Lo otro que me llama la atención de Piñera es cuando dice que no importa lo que haga porque igual lo van a criticar, es complicado eso, es como ponerse el parche ante la herida, está construyendo una justificación y nos está notificando que va a hacer lo mínimo, porque para qué va hacer lo máximo si va a recibir los mismo ataques.
- ¿Y cómo se entiende cuando sobre el fideicomiso él mismo anunció que iría más allá de la ley?
- Yo no lo puedo entender. Es el tema más débil de su candidatura, por qué no desembarazarse de él de una vez, de forma clara, contundente y categórica, por qué esta letanía. Ha convertido el tema de su patrimonio en la cuestión central de su campaña.
"HAY MÁS NOVEDAD EN GOIC Y SÁNCHEZ, QUE EN GUILLIER"
Tironi advierte que el Frente Amplio "tiene un nivel de consistencia que no conocíamos", además de tener "la atracción de la juventud", lo que lo hace atractivo para ese segmento del electorado pero también podría serlo "para el electorado de izquierda que siente como el sueño socialdemócrata feneció y como es mayor quiere -como se dice- tirar una canita al aire, hacer un acto testimonial y podría ser que a la hora de votar elija una Beatriz Sánchez".
- Entonces, ¿el Frente Amplio podría pasar a segunda vuelta?
- No lo descarto. Pero independientemente de cuánto saque, puede crear un movimiento con presencia en el Parlamento, en lo cultural, social y política. Sobre todo si se mantiene unido, frente a una Nueva Mayoría que ya se acabó. No sabemos qué va a ocurrir, sabemos que está erosionando mucho a Guillier que se ve atacado por la izquierda y por Carola Goic. Guillier, además, se muestra como prisionero de partidos con poca vitalidad. El espectáculo del PS y la faena que hizo con Ricardo Lagos, sumado ahora al tema del PS Asset Management, no digamos que le agregue valor al candidato. Lo mismo el PR y el PPD. En ese sentido, Guillier carga hoy con una mochila que puede volverse cada día más pesada, además perdió la frescura y novedad que tenía cuando estaba Lagos al frente. Hoy hay más novedad en Goic y Sánchez, que en Guillier.
- ¿Y Goic tiene algún chance de aquí a noviembre? Ya se dice que si no sube en las encuestas podría abandonar la carrera prontamente
- Todo puede pasar. Es difícil, es poco conocida y tiene la mala suerte de no haber sido periodista. Pero si Goic se hace cargo de este cambio, que no es un juego entre izquierda, derecha y centro, donde lo que importa es tener posiciones claras y defender ciertos principios sin sonrojarse, en la línea de lo que hizo Macron en Francia, Goic podría tomar mucho más peso del que tiene Guillier y podría quitarle fuerza no solo a Guillier, sino que a un Sebastián Piñera que como decíamos en un principio, emite un discursos muy polarizante.