Política de Afganistán es puesta a prueba ante nuevos incidentes
El asesinato a 16 civiles a manos de un soldado estadounidense ha llevado al presidente Barack Obama a disculparse e investigar el caso.
Por: | Publicado: Miércoles 14 de marzo de 2012 a las 05:00 hrs.
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Las relaciones entre Afganistán y sus aliados internacionales, EEUU en particular, ha sido puesta a prueba en las últimas semanas por una serie de incidentes, incluyendo el descubrimiento de ejemplares del Corán quemados cerca de una base estadounidense, el asesinato de personal militar de EEUU por parte de soldados afganos y, más recientemente, la matanza de 16 civiles afganos por un soldado de EEUU. Muchos de estos incidentes han provocado la indignación popular en Afganistán o han gatillado llamados de los legisladores occidentales por un cese más rápido de las operaciones de combate. EEUU y sus aliados ya tienen programado completar el retiro de tropas en 2014, pero los incidentes recientes apuntan a un déficit de confianza cada vez mayor que podría acelerar el calendario.
Según informes de prensa, el 11 de marzo un soldado de EEUU realizó un tiroteo en una zona remota de Afganistán. El soldado está acusado de haber salido de su base, en el distrito Panjwai de la provincia de Kandahar, e ingresar a tres casas para matar a civiles. Al menos 16 personas murieron, la mayoría mujeres y niños, y algunos de los cuerpos pueden haber sido quemados (contrario a las prácticas islámicas). Pese a que son varias las versiones que circulan sobre lo que sucedió en la prensa local e internacional, funcionarios estadounidenses han dicho que el sospechoso actuó solo y se entregó más tarde. El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, condenó el ataque, que calificó de “inhumano e intencional”. Tanto el presidente de EEUU, Barack Obama, como el secretario de defensa de EEUU, Leon Panetta, han expresado sus condolencias y se comprometieron a investigar el asunto.
El incidente se produce justo cuando las protestas por la quema de ejemplares del Corán, en la base aérea de Bagram, estaban empezando a apagarse. Funcionarios de la OTAN dijeron que los libros forman parte de un conjunto de material religioso islámico que había sido confiscado en un centro de detención local en medio de reportes de que los detenidos los estaban usando para el intercambio de mensajes, y que la quema de los libros habría sido accidental. EEUU trató de contener las protestas disculpándose: Obama expresó su “profundo pesar” a Karzai. Sin embargo, esto resultó insuficiente para calmar la ira local, que estalló en manifestaciones en todo Afganistán.
Según informes de prensa, el 11 de marzo un soldado de EEUU realizó un tiroteo en una zona remota de Afganistán. El soldado está acusado de haber salido de su base, en el distrito Panjwai de la provincia de Kandahar, e ingresar a tres casas para matar a civiles. Al menos 16 personas murieron, la mayoría mujeres y niños, y algunos de los cuerpos pueden haber sido quemados (contrario a las prácticas islámicas). Pese a que son varias las versiones que circulan sobre lo que sucedió en la prensa local e internacional, funcionarios estadounidenses han dicho que el sospechoso actuó solo y se entregó más tarde. El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, condenó el ataque, que calificó de “inhumano e intencional”. Tanto el presidente de EEUU, Barack Obama, como el secretario de defensa de EEUU, Leon Panetta, han expresado sus condolencias y se comprometieron a investigar el asunto.
El incidente se produce justo cuando las protestas por la quema de ejemplares del Corán, en la base aérea de Bagram, estaban empezando a apagarse. Funcionarios de la OTAN dijeron que los libros forman parte de un conjunto de material religioso islámico que había sido confiscado en un centro de detención local en medio de reportes de que los detenidos los estaban usando para el intercambio de mensajes, y que la quema de los libros habría sido accidental. EEUU trató de contener las protestas disculpándose: Obama expresó su “profundo pesar” a Karzai. Sin embargo, esto resultó insuficiente para calmar la ira local, que estalló en manifestaciones en todo Afganistán.