PIB de China estaría por debajo de la cifra oficial informada
WikiLeaks publicó un mensaje del viceprimer ministro Li donde comentaba que la cifra del PIB es “sólo de referencia”.
Por: | Publicado: Jueves 19 de julio de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por Kevin Rafferty
China merece felicitaciones: ese país enorme y complicado logró publicar sus cifras de crecimiento para el segundo trimestre el viernes, sólo trece días después del fin del trimestre. Es un desempeño a la par con el pequeño y sofisticado Singapur y muy lejos del grupo de países más antiguos y ricos, como Estados Unidos, Japón y Alemania, que aún no revelan su desempeño económico.
Un aplauso entonces, especialmente cuando los números mostraron un crecimiento de 7,6%, una desaceleración, pero con perspectivas de que ya se haya tocado fondo. La mayoría de los economistas están pronosticando un crecimiento de 8% a 8,3% para China este año. Sólo para asegurarse, el gobierno ya está estimulando el crecimiento.
Pero las dudas se mantienen sobre si la cifra de China es demasiado perfecta para ser cierta. WikiLeaks volcó la atención sobre ese mismo punto al publicar un mensaje del viceprimer ministro Li Keqiang a los funcionarios en 2007, donde señalaba que las cifras de Producto Interno Bruto de China eran “hechas por el hombre” y “sólo de referencia”. Li, recordemos, asumirá como primer ministro en reemplazo de Wen Jiabao.
Pese a que los principales estadísticos chinos afirman que sus cifras han sido revisadas para ver que efectivamente calzan, asoman varios puntos de inconsistencia.
El uso de electricidad, que Li ha citado como una cifra más confiable que el PIB, está plano; los inicios de construcción siguen cayendo; las cifras minoristas no apuntan en una clara dirección; más aún, un deflactor del PIB implícito de la diferencia entre las tasas de crecimiento del PIB nominales y reales sugiere que China está camino a la deflación. Todos estos factores llevan a algunos a sugerir que el crecimiento podría ser más cercano a 7% o 7,3%.
En el contexto de la economía china en el siglo XXI, si el crecimiento fue realmente de 7,6% o sólo 7% representa algo más que una pequeña discusión, aunque los esfuerzos del gobierno para alcanzar el mágico 8% inyectando más inversiones, arriesga empeorar los problemas subyacentes.
Al aproximarse al cambio de guardia político, probable mente sea excesivo esperar un estallido de honestidad de las autoridades, menos aún que vayan a enfrentar los grandes problemas.
Esto incluye la estructura de la economía y el equilibrio entre inversión, comercio y consumo, calidad de vida, además de temas sociales y medioambientales que afectarán no sólo a China sino también al mundo.
Estrechamente interconectadas con los temas económicos y sociales están las cuestiones políticas, incluyendo las libertades política y económicas, los roles del Estado y la empresa privada, y qué rol quiere jugar China en el mundo. El tema de la visión de China de sí misma y su rol como jugador global es importante, ya que determinará el monto del gasto del gobierno y la atención que ponga a la “defensa”.
China merece felicitaciones: ese país enorme y complicado logró publicar sus cifras de crecimiento para el segundo trimestre el viernes, sólo trece días después del fin del trimestre. Es un desempeño a la par con el pequeño y sofisticado Singapur y muy lejos del grupo de países más antiguos y ricos, como Estados Unidos, Japón y Alemania, que aún no revelan su desempeño económico.
Un aplauso entonces, especialmente cuando los números mostraron un crecimiento de 7,6%, una desaceleración, pero con perspectivas de que ya se haya tocado fondo. La mayoría de los economistas están pronosticando un crecimiento de 8% a 8,3% para China este año. Sólo para asegurarse, el gobierno ya está estimulando el crecimiento.
Pero las dudas se mantienen sobre si la cifra de China es demasiado perfecta para ser cierta. WikiLeaks volcó la atención sobre ese mismo punto al publicar un mensaje del viceprimer ministro Li Keqiang a los funcionarios en 2007, donde señalaba que las cifras de Producto Interno Bruto de China eran “hechas por el hombre” y “sólo de referencia”. Li, recordemos, asumirá como primer ministro en reemplazo de Wen Jiabao.
Pese a que los principales estadísticos chinos afirman que sus cifras han sido revisadas para ver que efectivamente calzan, asoman varios puntos de inconsistencia.
El uso de electricidad, que Li ha citado como una cifra más confiable que el PIB, está plano; los inicios de construcción siguen cayendo; las cifras minoristas no apuntan en una clara dirección; más aún, un deflactor del PIB implícito de la diferencia entre las tasas de crecimiento del PIB nominales y reales sugiere que China está camino a la deflación. Todos estos factores llevan a algunos a sugerir que el crecimiento podría ser más cercano a 7% o 7,3%.
En el contexto de la economía china en el siglo XXI, si el crecimiento fue realmente de 7,6% o sólo 7% representa algo más que una pequeña discusión, aunque los esfuerzos del gobierno para alcanzar el mágico 8% inyectando más inversiones, arriesga empeorar los problemas subyacentes.
Al aproximarse al cambio de guardia político, probable mente sea excesivo esperar un estallido de honestidad de las autoridades, menos aún que vayan a enfrentar los grandes problemas.
Esto incluye la estructura de la economía y el equilibrio entre inversión, comercio y consumo, calidad de vida, además de temas sociales y medioambientales que afectarán no sólo a China sino también al mundo.
Estrechamente interconectadas con los temas económicos y sociales están las cuestiones políticas, incluyendo las libertades política y económicas, los roles del Estado y la empresa privada, y qué rol quiere jugar China en el mundo. El tema de la visión de China de sí misma y su rol como jugador global es importante, ya que determinará el monto del gasto del gobierno y la atención que ponga a la “defensa”.