Partió carrera presidencial en Venezuela en la elección más reñida para Hugo Chávez
La oposición intentará aprovechar sus ventajas, incluida la continua preocupación por el estado de salud del mandatario, así como la alta inflación y mayor criminalidad.
Por: | Publicado: Miércoles 15 de febrero de 2012 a las 05:00 hrs.
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El 12 de febrero los votantes venezolanos asistieron a las urnas en cifras récord para elegir a un candidato que enfrente al mandatario Hugo Chávez en la elección presidencial de octubre. Tal como se esperaba, Henrique Capriles, gobernador del estado de Miranda, ganó las primarias de forma aplastante. Dada la promesa opositora de respaldar un solo candidato, sus posibilidades de desplazar al presidente son las mejores desde que Chávez asumió en 1999. Sin embargo, la unidad podría no ser suficiente para vencer al presidente, dada su superioridad financiera, institucional y otras ventajas.
Cerca de tres millones de venezolanos votaron en la inédita primaria opositora, en la cual cinco candidatos compitieron por la nominación. Capriles, un joven político de centro izquierda de 39 años, obtuvo dos tercios de los votos, y representará a la coalición opositora de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Aunque los partidos opositores de Venezuela han estado históricamente divididos, esta vez acordaron apoyar a un candidato, con lo cual eliminaron el riesgo de una división y mejoraron fuertemente sus posibilidades electorales. La inesperada alta participación, equivalente a un estimado 20% del electorado, es otra buena señal.
Sin embargo, Chávez aún posee enormes ventajas, incluida una alta popularidad (57% en diciembre), así como el control de las instituciones de poder, una vasta red de medios y los recursos financieros del estado, todo lo cual usará para obtener un tercer mandato de seis años. Chávez reforzará su posición antes de la elección intensificando el gasto social, que podría hacer subir el gasto público un 40% este año.
Ahora la parte dura
La oposición intentará aprovechar sus propias ventajas, incluida la continua preocupación por el estado de salud de Chávez tras su tratamiento en Cuba el año pasado por cáncer, así como el creciente descontento por la alta inflación (un 27,6% el año pasado, una de las mayores del mundo), cortes a la producción, aumento de la criminalidad, apagones, control de divisas y mal manejo económico.
Los rumores sobre la salud presidencial continuarán, a pesar de su exhibición de fortaleza durante un maratónico discurso de nueve horas al Congreso en enero. Su negativa a informar detalles sobre el tipo de cáncer que tiene y su pronóstico aumentó la creencia de que podría estar gravemente enfermo y desató especulaciones sobre posibles sucesores al interior del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
La incertidumbre sobre la salud de Chávez y el creciente apoyo de los votantes a un cambio de gobierno beneficiará a la oposición. Además, de todos los candidatos en competencia para enfrentar a Chávez, se cree que Capriles es el que representa la mayor amenaza al presidente por atraer votos de los pobres, que usualmente han apoyado a Chávez por su fuerte gasto social.
La promesa de Capriles de mantener los programas sociales de Chávez (conocidos como “misiones”) y estimular la economía, promover la inversión privada y enfrentar el crimen tendrá eco entre muchos electores de Venezuela. Capriles ejecutó con éxito su propio programa, “Hambre Cero”, en el estado de Miranda, inspirado en el modelo anti pobreza en Brasil.
La elección que Chávez puede perder
La mejora de las posibilidades de la oposición quedó en evidencia en las elecciones legislativas de 2010, cuando una mayoría de los electores votó por candidatos opositores (aunque una manipulación posterior privó a la oposición de una mayoría en la Asamblea Nacional). Muchos venezolanos, cansados de años de confrontación y polarización, también podrían responder bien al mensaje de Capriles de unidad y reconciliación. Y como no proviene de los dos desacreditados partidos tradicionales de Venezuela (Acción Democrática y COPEI), habrá menos temor a una vuelta al pasado cuando los pobres fueron largo tiempo abandonados.
Por eso, y a pesar de su fuerte popularidad y bolsillos llenos, esta aún es la elección que Chávez puede perder. Si su salud no vuelve a deteriorarse, probablemente resistirá el ataque del MUD y ganará otro mandato. Las últimas encuestas indica que tiene 20 puntos de ventaja sobre Capriles. Esto fue antes del despegue de la campaña opositora, por lo cual el margen podría estrecharse antes de octubre. EIU espera que esta sea la votación más reñida que enfrente Chávez, pero aún le otorga un 60% de probabilidades de ganar.
Cerca de tres millones de venezolanos votaron en la inédita primaria opositora, en la cual cinco candidatos compitieron por la nominación. Capriles, un joven político de centro izquierda de 39 años, obtuvo dos tercios de los votos, y representará a la coalición opositora de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Aunque los partidos opositores de Venezuela han estado históricamente divididos, esta vez acordaron apoyar a un candidato, con lo cual eliminaron el riesgo de una división y mejoraron fuertemente sus posibilidades electorales. La inesperada alta participación, equivalente a un estimado 20% del electorado, es otra buena señal.
Sin embargo, Chávez aún posee enormes ventajas, incluida una alta popularidad (57% en diciembre), así como el control de las instituciones de poder, una vasta red de medios y los recursos financieros del estado, todo lo cual usará para obtener un tercer mandato de seis años. Chávez reforzará su posición antes de la elección intensificando el gasto social, que podría hacer subir el gasto público un 40% este año.
Ahora la parte dura
La oposición intentará aprovechar sus propias ventajas, incluida la continua preocupación por el estado de salud de Chávez tras su tratamiento en Cuba el año pasado por cáncer, así como el creciente descontento por la alta inflación (un 27,6% el año pasado, una de las mayores del mundo), cortes a la producción, aumento de la criminalidad, apagones, control de divisas y mal manejo económico.
Los rumores sobre la salud presidencial continuarán, a pesar de su exhibición de fortaleza durante un maratónico discurso de nueve horas al Congreso en enero. Su negativa a informar detalles sobre el tipo de cáncer que tiene y su pronóstico aumentó la creencia de que podría estar gravemente enfermo y desató especulaciones sobre posibles sucesores al interior del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
La incertidumbre sobre la salud de Chávez y el creciente apoyo de los votantes a un cambio de gobierno beneficiará a la oposición. Además, de todos los candidatos en competencia para enfrentar a Chávez, se cree que Capriles es el que representa la mayor amenaza al presidente por atraer votos de los pobres, que usualmente han apoyado a Chávez por su fuerte gasto social.
La promesa de Capriles de mantener los programas sociales de Chávez (conocidos como “misiones”) y estimular la economía, promover la inversión privada y enfrentar el crimen tendrá eco entre muchos electores de Venezuela. Capriles ejecutó con éxito su propio programa, “Hambre Cero”, en el estado de Miranda, inspirado en el modelo anti pobreza en Brasil.
La elección que Chávez puede perder
La mejora de las posibilidades de la oposición quedó en evidencia en las elecciones legislativas de 2010, cuando una mayoría de los electores votó por candidatos opositores (aunque una manipulación posterior privó a la oposición de una mayoría en la Asamblea Nacional). Muchos venezolanos, cansados de años de confrontación y polarización, también podrían responder bien al mensaje de Capriles de unidad y reconciliación. Y como no proviene de los dos desacreditados partidos tradicionales de Venezuela (Acción Democrática y COPEI), habrá menos temor a una vuelta al pasado cuando los pobres fueron largo tiempo abandonados.
Por eso, y a pesar de su fuerte popularidad y bolsillos llenos, esta aún es la elección que Chávez puede perder. Si su salud no vuelve a deteriorarse, probablemente resistirá el ataque del MUD y ganará otro mandato. Las últimas encuestas indica que tiene 20 puntos de ventaja sobre Capriles. Esto fue antes del despegue de la campaña opositora, por lo cual el margen podría estrecharse antes de octubre. EIU espera que esta sea la votación más reñida que enfrente Chávez, pero aún le otorga un 60% de probabilidades de ganar.